Delincuencia Escolar

Delincuencia escolar

Últimamente se habla mucho del buylling, esa práctica que se da en los colegios consistente en hacer la vida imposible a algún alumno. No es nada nuevo. Yo recuerdo en mi etapa de estudiante actos crueles tan propios de la especie humana: un grupo con un líder y, fuera del grupo, algún marginado, normalmente más débil, que es objeto de todas las burlas que alimentan el ego del fuerte. Además ésto no se da sólo en los más jóvenes pues tenemos el mobbing que es más de lo mismo pero llevado al ámbito laboral donde los protagonistas son adultos.

Lo que sí es muy novedoso es algo que yo no vi nunca en el colegio público donde estudié. Los actos delictivos. Hay alumnos muy problemáticos y casos en los que los profesores ya no es que no se hagan con ellos sino que tienen miedo incluso a ser agredidos. Además son cada vez más frecuentes las actividades delictivas en los colegios y su entorno. Vandalismo, delincuencia, dorgas.... Lo nunca visto.

El Ministerio del Interior ha tenido que diseñar un plan para combatir la delincuencia de los grupos latinoamericanos organizados que cada vez son más numerosos. A este paso, acabarán poniendo policías en las clases.

Queda claro que desde que somos tantos han cambiado muchas cosas. La mayoría, a peor.

En la escuela se forjan los hombres y mujeres del país, los que en el porvenir tendrán las responsabilidades empresariales y gubernamentales. Los que constituirán la fuerza moral y ética de la Nación.

Una escuela fuerte, organizada y disciplinada, forjará ciudadanos con esas mismas caracteristicas. Una escuela sin órden, sin respeto y sin organización, creará delincuentes, vagos y antisociales.

Estas reflecciones las exponemos ante las frecuentes denuncias de que bandas de jovencitos, que se organizan en las escuelas, andan por los barrios donde se ubica el plantel robando, atracando y haciendo tropelías que distan mucho de la conducta que debe exhibir un estudiante.

La última denuncia es la del párroco de la iglesia Las Mercedes, en Santa Bárbara, donde, dice el sacerdote, banda de atracadores integradas por estudiantes de dos liceos cercanos han convertido en "tierra de nadie" la zona colonial, creando desasociego en los turistas, nacionales y extranjeros, que visitan el área.

Y la parte más grave de la denuncia del prelado es que estos jovenes, amparados en su condición de menores y en uniforme escolar, cometen asaltos y robos en las calles y en los lugares históricos visitados por los turistas.

El tema que comentamos no debe quedar reducido a una noticia períodística que reseña la denuncia de un cura de barrio.

En realidad, esta situación tiene serias connotaciones sociales porque involucran los centros escolares donde los maestros, en nombre de la sociedad, están dandole forma ciudadana a hombres y mujeres que integran la materia prima sobre la que se construye el armazón social del país.

Si hay, como dice el sacerdote, liceos donde se forman bandas de menores que salen a asaltar uniformados de estudiantes, no hay tiempo que perder, la acción de las autoridades educativas tiene que ser rapida, profunda, y decisiva paa yugular ese probema y evitar ---que como cáncer social haga metastásis en todo el sistema escolar dominicano.

¿Qué pasa si un incendio, inundación, robo o cualquier otro desastre podría destruir su trabajo de por vida, su base de datos muy importante, toda su información? Usted debe tener una solución de copia de seguridad en el sitio, pero

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