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Democracia En Honduras

chavezgilbert23 de Noviembre de 2011

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Honduras, los retos de la democracia

En Honduras, el proceso de transición a la democracia presenta dos fases

claramente delimitadas: la primera, referida a la sustitución de militares

por civiles en la conducción burocrático-administrativa del Estado,

situación que se inicia con las elecciones de 1980 y se concreta en los

gobiernos de Roberto Suazo Córdova (1982-1986) y José Azcona Hoyo

(1986-1990); la segunda fase, de construcción democrática, se inicia con

la presente década y se concreta en los gobiernos de Rafael Leonardo

Callejas (1990-1994) y Carlos Roberto Reina (1994-1998).

La transición a la democracia

La primera fase de la transición se circunscribe a la realización de

procesos electorales bastante legitimados sin que se observen

importantes transformaciones en la relación Estado-sistema políticosociedad

civil; todo ello debido a la presión de la crisis centroamericana

que subordinaba la dinámica político-social a la dinámica de la seguridad.

Los gobernantes de esta fase se movieron en un ámbito de legitimidad

precaria, profundamente disminuidos por la crisis centroamericana y

opacados como actores principales de la transición democrática; esto fue

así porque el elemento militar seguía teniendo un importante peso en la

definición de las reglas del juego político, sustentado en su tradicional

poder arbitral y estimulado por la Guerra Fría que, a nivel internacional,

validaba su supremacía frente a la institucionalidad civil.

La segunda fase de la transición tiene que ver con la eliminación de los

obstáculos autoritarios y la difusión de una cultura democrática que

propicia la incorporación del pluralismo, el debate, la tolerancia y el

respeto, y permite el avance en el proceso de construcción democrática,

más allá de la democracia electoral que continúa fortaleciéndose. El inicio

de esta fase fue posible gracias a la finalización de la Guerra Fría y la

solución de la crisis centroamericana, al finalizar la década de los 80 y

comenzar la de los 90, lo cual coincidió con el inicio de la gestión

gubernamental del presidente Callejas.

La agenda de la construcción democrática

La eliminación del servicio militar se constituye en una demanda social

como producto de la brutalidad con que se reclutaba a los jóvenes para

satisfacer las necesidades de unas Fuerzas Armadas

sobredimensionadas por la crisis centroamericana. El rechazo social

adquirió tales dimensiones que los candidatos presidenciales, por primera

vez en la historia política del país, lo utilizaron como una constante en la

campaña electoral que culminó con las elecciones del mes de noviembre

de 1994. Su abolición y sustitución por un servicio voluntario fue aprobado

por el Congreso Nacional al finalizar el mes de mayo de 1994 –gracias a

la presión de la sociedad civil que exigió el cumplimiento de esa promesa

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electoral– y ratificado por el mismo ente estatal en el primer trimestre del

presente año, pese a la presión de la institución castrense para que ello

no se produjera.

La eliminación de la autonomía militar, está relacionada con la resistencia

militar a realizar una subordinación real a la institucionalidad civil, tal como

lo establece la Constitución de la República. Mucho se ha avanzado en

este sentido, particularmente en lo referente a la restitución del control

civil sobre determinadas instituciones controladas por militares, aduciendo

supuestas razones de seguridad, como la empresa de

telecomunicaciones, HONDUTEL, la Dirección Nacional de Política

Migratoria, la Marina Mercante y el Instituto Geográfico Nacional, los

cuales iniciaron ya un proceso de desmilitarización con el nombramiento

de civiles al frente de las mismas. El punto central de este tema está

relacionado con la eliminación del cargo de Jefe de las Fuerzas Armadas,

cargo creado con la Constitución de 1957 que eliminó el mando directo

del presidente sobre la tropa y que permitió una autonomía creciente del

máximo jefe castrense y de la institución en su conjunto. Su eliminación

se torna difícil por la asociación de este cargo con el control del poder al

interior de las Fuerzas Armadas, razón por la cual los oficiales de las

La iniciativa civil

Decíamos al inicio que el papel privilegiado de las Fuerzas Armadas se

apoyaba en la existencia de una cultura autoritaria que creaba las

condiciones básicas para que se produjera una especie de subordinación

al revés: de los civiles a los militares. Esto se asocia con el papel de los

partidos políticos, sobre todo de los tradicionales, Liberal y Nacional, que

buscaron siempre la sombra protectora de la institución castrense y

disfrutaron cómodamente del reducto de poder concentrado en el espacio

político. Lo mismo puede decirse de algunas organizaciones de la

sociedad civil que legitimaban con sus acciones el poder arbitral de las

Fuerzas Armadas y lentamente se acomodaban al reducido espacio que

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les asignaba el criterio de la seguridad como eje del comportamiento

político.

Honduras: una democracia en proceso

Las dificultades de la restaurada

democracia hondureña

El régimen político establecido por Roberto Suazo

Cordova nació prisionero de la estrategia

contrarrevolucionaria de los Estados Unidos en la región

que implicaba el uso del territorio hondureño

como base de operaciones contrarrevolucionarias y

que se apoyaba en buena medida en el ejército hondureño,

al cual le fueron encomendadas, al menos,

dos tareas fundamentales: l)servir de retaguardia del

ejército salvadoreño en su lucha contra los grupos insurgentes

de aquel país, y, 2) actuar como fuerza de

apoyo de la denominada «contra» nicaragüense que

incursionaba continuamente en territorio del vecino

país y hostigaba al régimen sandinista, que se vio en10

frentado a lo largo de los años que dirigió el Estado, a

una especie de guerra civil permanente.

Callejas y el proyecto de

modernización del sistema político y

del Estado

Las elecciones de noviembre de 1989 fueron ganadas

abrumadoramente por Rafael Leonardo Callejas del

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opositor Partido Nacional. Callejas es más recordado

actualmente por haber iniciado un severo programa

de ajuste estructural de la economía, que por haber

prefigurado un proceso de reforma y modernización

del sistema político hondureño para hacerlo más democrático.

Esta última fue una de las principales responsabilidades

de la Comisión Presidencial de Modernización

del Estado.

En un documento publicado el 12 de febrero de

1992, la Comisión Presidencial de Modernización del

Estado prefigura la naturaleza de los cambios políticos

que requiere el sistema político hondureño para hacerse

más democrático y participativo. Entre estos

quisiera llamar la atención sobre tres de ellas: las reformas

al sistema político, las reformas al poder legislativo

y las reformas al poder judicial.

Entre las reformas al sistema político se señalan las

siguientes:

¥ Reducción de los requisitos para la creación e inscripción

de partidos políticos y para facilitar la inscripción

de candidaturas independientes.

¥ Establecimiento de mecanismos que aseguren la

democratización a fondo de los partidos políticos,

para lograr una participación más decidida y efectiva

de los ciudadanos en la organización, dirección

y supervisión de los partidos a los que estén

afiliados.

¥ Regulación más apropiada del control de procesos

electorales internos de los partidos políticos y

de su funcionamiento, que diferencie respecto de

lo último entre gastos de funcionamiento y los originados

por las campañas electorales.

¥ Utilización de papeletas separadas para la elección

de Presidente de la República y para Diputados al

Congreso Nacional y al Parlamento Centroamericano,

y realización de elecciones de corporaciones

municipales en fecha separada.

¥ Establecimiento del voto domiciliario.

¥ Reducción del período para realizar propaganda

política previa a las elecciones internas de cada

partido político y para cargos de elección popular.

¥ Ampliación de los medios para el ejercicio de la

democracia participativa, favoreciendo el recurso

al plebiscito e instaurando el referéndum para

asuntos de trascendencia para la nación.

¥ Reorganización del Tribunal Nacional de Elecciones

e integración del mismo con ciudadanos de

honorabilidad reconocida y designación de los

mismos por el Congreso Nacional (o alternativamente

por elección directa).

¥ Separación del Registro Nacional de las Personas

para transformarlo en un organismo técnico, modernizando

su organización

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