Derechos y garantías que recibe un adolescente embarazada en etapa escolar en el colegio INEM
Mauricio Vélez GarciaTesis29 de Julio de 2019
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-.TEMA:
Embarazo en Adolescentes en etapa escolar en el colegio INEM
TITULO:
Derechos y garantías que recibe un adolescente embarazada en etapa escolar en el colegio INEM
INTRODUCCION
Se buscara identificar los factores primarios a los cuales se enfrentan en su etapa académica las menores en estados de gestación, ya que esta problemática se ha venido presentado con transcendencia y ha generado una serie de conflictos internos y externos al plantel educativo Luis Mesa De López durante el primer semestre del año 2015.
La información recogida a través de encuestas y entrevistas dentro de este plantel, serán de utilidad tanto para estas jóvenes como para los directivos académicos los cuales después de realizar esta investigación tendrán en cuenta que la ley acobija a una menor en este estado y considerarlas con igualdad de derechos y condiciones que su entorno social para no ser desprotegidas y con esto lograr concientizar a los directivos de la importancia de implementar una serie de políticas educativas en su manual de convivencia en el cual apoye y garantice la estabilidad de estas adolescentes en esta nueva etapa de su vida
ANTECEDENTE DEL ESTUDIO
Es un hecho manifiesto que las generaciones recientes viven la sexualidad de manera distinta a las generaciones que les precedieron. Los y las jóvenes están expresando en su forma de vivir la sexualidad las complejas y aún contradictorias transformaciones que en relación con la misma se están produciendo en nuestra sociedad en el último tiempo y que tienen su origen en fenómenos de carácter social, cultural, biológico y de naturaleza científico-tecnológica (1)
Investigaciones realizadas en diversos países del mundo consistentemente confirman una tendencia a la mayor masividad y precocidad en las prácticas sexuales entre los/as jóvenes. A objeto de situar la información existente en nuestro país respecto de los niveles de prácticas sexuales de los/as adolescentes, exponemos a continuación una revisión de algunos datos provenientes de otros países del mundo de modo de comprender las transformaciones experimentadas en el país, en el marco de una tendencia más global al ascenso en la actividad sexual de los jóvenes.
La adolescencia trascurre entre la niñez y la edad adulta, constituye una Etapa de cambios significativos. Es el tiempo en el que acontecen múltiples cambios y Trastornos físicos, sociales y también emocionales, y en su transcurso, experimenta un crecimiento físico acelerado llegando a la madurez en la esfera reproductiva donde puede Procrear y perpetuarse. Desde el punto de vista de la reproducción, en la adolescencia el Individuo es preparado para la función quizá más importante que un organismo tiene durante Su vida. La migración a las grandes ciudades desde ambientes rurales se ha hecho masiva. La mujer defiende su liberalización, el desigual reparto económico crea con frecuencia situaciones de paro. El matrimonio y la constitución de una familia se retrasan. Existe una mayor liberalización de las costumbres. Todo ello condiciona unos nuevos modos de vida que, buscando el bienestar general, pueden conducir también a muchos resultados indeseables. Uno de ellos, la adolescente embarazada. (2)
La adolescencia, caracterizada por cambios sustanciales en todos los ámbitos (biológicos, síquicos, sociales y educativos), ha llamado la atención de casi todas las áreas del conocimiento, porque se considera que en esta etapa se adquieren hábitos que van a repercutir en el futuro (3). Especialmente, los aspectos relacionados con la salud sexual y procreativa en este período de la vida, son de importancia para prevenir comportamientos de riesgo (4,5).
Se ha calculado que en la Región de las Américas casi 50% de los adolescentes menores de 17 años son sexualmente activos. La tendencia a la disminución de la edad de inicio de relaciones sexuales en los jóvenes, conlleva a aumento en el tiempo de exposición a embarazos tempranos, infecciones de transmisión sexual/VIH-SIDA y abortos.
Con respecto al VIH-SIDA, por ejemplo, se ha reportado que la tendencia es a la disminución de la edad de contagio entre heterosexuales y la mitad de las nuevas infecciones por VIH se dan en las personas entre los 15 y los 24 años de edad.
A su vez, el embarazo temprano ha sido considerado un problema de salud pública por su asociación con resultados adversos para el binomio madre-niño. Sin embargo, cabe resaltar que dichos efectos no son sólo consecuencia de la edad materna, sino de la interacción compleja de distintos factores biológicos y sociales (6).
Adicionalmente, se conoce que el fenómeno de embarazo no planeado es frecuente durante la adolescencia (7) y aunque su relación con la práctica del aborto inducido, no está del todo determinada, sí se reporta que una de las principales causas de los abortos son los embarazos no deseados o no planeados (8).
En muchos países, los adolescentes llegarían a representar del 20% al 25% de su población. En 1980 en el mundo había 856 millones de adolescentes y se estimó que en el 2000 llegarán a 1,1 millones. La actividad sexual de los adolescentes va en aumento en todo el mundo, incrementando la incidencia de partos en mujeres menores de 20 años (Echeverry y Grajales, 2003)
América Latina presenta la segunda tasa más alta de aborto inducido en el mundo (37 por cada 1000 mujeres de 15 a 44 años de edad) y en los países en desarrollo entre 38% y 68% de las hospitalizaciones asociadas a complicaciones debido al aborto, son de mujeres menores de 20 años de edad (9) .Se ha señalado que los riesgos físicos de los embarazos ocurren en las edades más tempranas (10 a 14 años), y que no existe diferencia en los riesgos a los 18 o 19 años comparados con los de las mujeres de 20 a 34 años de edad, e incluso que la 13 vivencia de la maternidad es diferente entre los dos grupos de edad de la adolescencia (10 a 14/15 a19). Por tanto, se sugiere que estas diferencias deben ser estudiadas, con el fin de identificar las necesidades de educación y atención específicas de cada grupo (10).
Salazar, citando a Flórez y Núñez, indica que al analizar las tasas de fecundidad por grupos de edad, la contribución de las mujeres adolescentes a la fecundidad total ha aumentado en casi todos los países. Sin embargo, existen diferencias regionales, entre países y al interior de los mismos. Aunque en los Estados Unidos en los años 70, se consideró el embarazo en adolescentes como un problema epidémico (11); en este país se ha venido presentando un descenso de los embarazos entre las adolescentes de 15 a 19 años de edad, debido al aumento de la abstinencia y a cambios en el uso de los métodos de planificación familiar. En la actualidad casi 750.000 adolescentes están embarazadas; la proporción de embarazos adolescentes que terminan en aborto es de 34% y; además, en este grupo de mujeres la tasa más alta de fecundidad está en la población afro americana, seguida por las hispanas y, finalmente, por mujeres blancas americanas (12).
En el Reino Unido se presentan las tasas más altas de embarazo en adolescentes del Occidente Europeo y dicha tasa ha venido aumentando en las últimas cuatro décadas (13). A su vez, se han reportado tasas moderadas de embarazo en adolescentes (40-69 por 1000) en Australia, Canadá y Nueva Zelanda y tasas bajas en Japón (menos de 40 por 1000) (14).
Un estudio realizado en Río de Janeiro mostró un aumento de la tasa de fecundidad en mujeres de 10 a 19 años entre los años 1980-1995 y una disminución en los grupos etáreos superiores, lo cual parece ser la constante en todo el país entre las jóvenes de menores recursos económicos (15).
Una investigación reciente llevada a cabo en Bogotá y Cali, mostró que aunque aproximadamente 7% de las adolescentes han estado embarazadas alguna vez, dicha fecundidad difiere por estrato, siendo las jóvenes de menores estratos quienes inician la maternidad más temprano (16). De manera similar en el Brasil, Duarte et al, a partir de un estudio ecológico encontraron que en las áreas urbanas con mayor exclusión social, de un municipio de São Paulo, había un mayor número de nacidos vivos de madres adolescentes y era en esa área donde, además, se concentraban las adolescentes con menor nivel de escolaridad y con niños con bajo peso al nacer (17).
Por otro lado, las investigaciones muestran que los factores asociados al embarazo temprano, están relacionados con el deseo de ser madre, la baja percepción de riesgo y la búsqueda de un cambio de estatus; es decir, la maternidad es considerada por la joven como una posibilidad para ganar autonomía y, algunas veces, como “palanca” para lograr un matrimonio deseado (18) .
Adicionalmente, se ha encontrado que la comunicación entre madre e hija acerca de las consecuencias negativas del embarazo temprano y la calidad de la relación entre madre-hija repercuten sobre la actitud de la joven respecto al embarazo temprano (19). También, entre los aspectos contextuales correlacionados con el embarazo entre adolescentes, Kirby et al (20) reportaron que manifestaciones de pobreza, pobreza en sí misma, bajos niveles de educación y empleo, así como altos niveles de desempleo pueden tener impacto sobre las tasas de nacimiento entre adolescentes.
Por otro lado, De la Cuesta expone que el embarazo en adolescentes ocurre en el contexto de un romance auténtico, en el cual las ideas de amor romántico y normas de género orientan el comportamiento de las adolescentes y que pese a que no todos los embarazos en la adolescencia son planeados, éstos sí son aceptados.
En un estudio de casos y controles en Taiwán (21), al comparar adolescentes embarazadas con no embarazadas, se encontró que los factores que incrementan la probabilidad de un embarazo temprano fueron: el estatus socio-económico (OR 3.153); la frecuencia de relaciones sexuales (OR 2.178) y; la edad (OR 2.213). A su vez los factores que reducen la probabilidad de un embarazo fueron: el conocimiento (OR 0.886) y el uso efectivo de contraceptivos (OR 0.904), y la autoeficacia en el uso de los métodos de planificación familiar (OR 0.904).
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