Despierta, Baby

Muchas veces las cosas que hacemos las hacemos simplemente para encajar dentro de una sociedad o simplemente para agradar a los demás, esa es nuestra realidad, el autor nos invita a despertar frente a esas circunstancias, nos recuerda la verdadera esencia de darnos la buena vida, muchas veces o quizás la mayoría de las veces hemos creído que darnos la buena vida es disfrutar de aquellos bienes materiales que poseemos o que queremos poseer, pero si nos enfocamos en el ejemplo de Esau un hombre que poseía todos los privilegios por ser el primogénito, sin embargo en un momento sintió tanta hambre que decidió cambiar todo aquello que tenía por un simple plato de lentejas; o el millonario Kane un hombre ambicioso que tenía tanto dinero que se dedicó a la compraventa de artículos y sin embargo era capaz de cambiar todo eso por un solo artículo, un trineo pues este le recordaba aquella época de su niñez en la que probablemente no tenía todo aquello que deseaba o que en estos momentos tenía pero aun así era muy feliz.

Debemos despertar frente a esta realidad, muchas veces nos dejamos vislumbrar por esas cosas materiales que no son más que eso cosas, nos hemos olvidado de lo que realmente importa para nuestra vida, hoy en día prima la imagen física estamos inducidos por un prototipo de hombre o mujer que son los que consideramos perfectos y en nuestra gran ignorancia hacemos lo que sea por encajar dentro de él, de ahí que caemos en problemas como la Bulimia que quizás nos genera ese prototipo físico pero a costa de esa buena vida que traería el no tener que preocuparnos por nuestra imagen física sino disfrutar cada día como si fuese el ultimo de nuestra pobre existencia.

Despertar es darnos cuenta de lo valiosa que es la vida a pesar de los problemas a pesar de no ser el hombre o la mujer perfectos, es darle más valor a esas cosas pequeñas, como disfrutar de un delicioso plato de comida sin tener que preocuparse por las consecuencias que ello trae, es no olvidarnos de ese niño que llevamos dentro y que siempre debe salir a flote en cada dificultad que se nos presente en nuestra vida. Debemos preguntarnos siempre ¿Quién soy yo? De esta manera comprendemos que yo soy un ser único e irrepetible que no tengo porque cambiar mi cuerpo, sacrificar mi salud, para agradar a los demás; si Dios hubiese querido nos habría hecho a todos iguales, entonces ¿Por qué tengo yo que ser igual a los demás? Despertar es saber que soy diferente, y que eso no me hace menos valioso.

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