Discurso de despedida: Reflexiones sobre el crecimiento y el retorno al origen
Touchin27 de Mayo de 2014
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Directora Hermana Susana López Castillo, personal administrativo, queridos docentes, estimadas compañeras y público presente, tengan ustedes muy buenas noches.
Hoy es un día muy especial para todas nosotras, nos encontramos celebrando el fin de una etapa muy importante en nuestras vidas. Anhelábamos este tan esperado momento hace ya muchos años atrás, en donde felices y entusiasmadas iríamos tras nuestros sueños, cuando nuestros pasos eran lentos pero firmes caminando hacia el futuro.
El tiempo pasa muy rápido, pareciera que fue ayer cuando comenzábamos nuestra vida escolar. De la mano de nuestros padres o madres con apenas 4 años, nos enfrentábamos a un mundo totalmente nuevo, la inseguridad se apoderaba de cada una de nosotras, pero a pesar de eso supimos como afrontar la situación y ser valientes ese día. Quienes nos recibieron ese día llenas de alegría y entusiasmo, que entregaron lo mejor de si día a día, a quienes quisimos y respetamos tanto como a una madre, esas mujeres que se volvieron importantes para nosotras, las tías, que supieron como acogernos y mostrarnos que ese nuevo mundo podría ser mejor a lo que alguna vez imaginamos.
El colegio se volvió nuestro segundo hogar, siendo testigo de nuestro crecimiento físico y psicológico, del arduo esfuerzo para lograr ser alguien en esta vida y por sobretodo, este lugar es el responsable de las jóvenes que somos hoy y de las mujeres que seremos mañana.
Cuando entré en Pre-kinder estaba muy entusiasmada, mi madre me decía que ir al colegio era muy divertido y si que estaba en lo correcto. Me encantaba venir a clases para jugar y reír junto a mis compañeras, tenía muchas amigas y me llevaba relativamente bien con todas. Pasé a 1ro Básico y todo parecía seguir igual, una que otra cara nueva que rápidamente se integraba a la familia, siempre consideré que mi curso era el mejor de todos, ya que eramos muy unidas. Aún recuerdo aquel año cuando ganamos el aniversario, nunca olvidaré los saltos y gritos de emoción, lo habíamos logrado todas juntas. Así, año tras año, fui conociendo personas, haciendo amigas, creando lazos de amistad, algunas se iban y otras llegaban, mi pequeño mundo comenzaba a crecer.
El tiempo pasó, al terminar cuarto básico tal cual como iban y venían mis amigos, me tocó el tiempo de partir, fue en el año 2006, en donde no les dije "Adiós", sino "Hasta Luego", mi travesía y mi camino cambiaba, ya no iba a estar con mis amigas, un nuevo reto me esperaba. Al principio creí que solo iría a otra ciudad, pero nunca imaginé que terminaría estudiando en otro país y mucho menos en un lugar que nunca había visitado. Perdí el contacto con mis compañeras y poco a poco me fui alejando de ellas, siempre las recordaba, pero sabía que ya no estaban allí. Pasé por muchos colegios, conocí a muchas personas y pasaron los años sin que me diera cuenta.
Pasó el tiempo, tras de 3 años regresé a Chile a la ciudad de Iquique la cual me recibía de forma cálida y sutil, ahí viví durante 8 años, conocí buenas personas quienes también marcaron mi camino y mi vida. Mas colegios, mas compañeros y amistades, sin embargo, nunca me olvidé del cariño y la calidez de mi primer curso. La vida da muchas vueltas y tras esos años en aquella ciudad volví a Arica, al colegio en el cual comencé y el que me vio crecer.
Al principio la idea de estar con mis antiguas compañeras no salía de mi cabeza, quería retomar las antiguas amistades y conocer gente nueva. Los planes no salieron como quería y me dejaron en otro curso, el 4to Medio B. Mi propósito era cambiarme de curso a toda costa, pero tras un par de días, me di cuenta de que no era realmente lo que quería, al darle una oportunidad a mi nuevo curso, descubrí una pequeña y cariñosa familia.
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