EDUCACIÓN Y SALUD, LOS EJES FUNDAMENTALES PARA LA NUEVA CONSTITUCIÓN DEL PÁIS

EDUCACIÓN Y SALUD, LOS EJES FUNDAMENTALES PARA LA NUEVA CONSTITUCIÓN DEL PÁIS.

Convencionales realizando votación del Nuevo Sistema Nacional de Salud. [pic 1]

• Durante las ultimas semanas, pasaron al borrador de la nueva constitución los nuevos Sistemas de Salud y Educación.
• Sistema de Educación, solo reconocerá a instituciones reconocidas por el Estado, dejando afuera a los establecimientos particulares subvencionados.
• Incertidumbre por parte de las Isapre, debido a que los convencionales están proponiendo un sistema monopólico estatal.

El estallido social en nuestro país fue uno de los procesos en nuestra historia que marcó un antes y un después en la clase política y que pondría fin a la constitución de 1980. A través del malestar ciudadano, este proceso detonó que nuestro país, hoy, esté redactando una nueva constitución, bajo una convención constitucional, donde participan diferentes actores en la redacción de la nueva carta magna. Este proceso permitirá dar respuestas a demandas tan sentidas para la ciudadanía como lo es la educación y salud. Sin embargo, este proceso no ha estado exento de críticas y cuestionamientos.  

¿Qué cambios promete la nueva Constitución en Materias de Educación?

Situándonos a los hechos ocurridos durante el estallido social,  no debemos olvidar que uno de los principales factores para que nuestro país viviera el proceso de “Revuelta Popular” (así lo denominó en aquel entonces, Camila Vallejos, hoy actual ministra Vocera de Gobierno), fue el movimiento estudiantil bajo la participación de secundarios, quienes durante una semana protestaron e interrumpieron la movilidad del metro de Santiago, bajo el llamado a evasión, situación que pondría más tarde en jaque al gobierno de Sebastián Piñera.

La Constitución de 1980 estableció la libertad de enseñanza, hecho que propició que la educación se privatice, a través de omisiones, imposiciones e intencionalidades sobre la educación pública. El capítulo tres, establece los derechos y deberes, que se refieren a “esta tiene por objeto el pleno desarrollo de la persona en las distintas etapas de su vida y que los padres tienen el derecho preferente y el deber de educar a sus hijos”.

No cabe dudas que, con lo anteriormente descrito, la destrucción de la educación pública estuvo y está en el corazón del modelo de mercado; modelo que es, sin dudas, una de las bases culturales de la sociedad neoliberal que está hoy en crisis.

Desde el estallido social a la fecha, en la Convención Constitucional, se ha trabajado en la creación de un nuevo Sistema de Educación, sistema que de ser aprobado en el plebiscito de salida traerá grandes beneficios para los futuros estudiantes.

El nuevo Sistema Nacional de Educación, estará integrado por establecimientos e instituciones de educación parvularia, básica, media y superior, que sean reconocidas por el estado. Este nuevo sistema estará articulado bajo el principio de colaboración y tendrá como centro la experiencia de aprendizaje de los estudiantes.

En el artículo 17 del borrador de la nueva Constitución, se establece que la educación será de acceso universal en todos sus niveles y obligatoria, desde el nivel básico, hasta la educación media. En este sentido, Francisco Araya, jefe de la Unidad Técnica Pedagógica en un colegio de la comuna de Pedro Aguirre Cerda, valora la inclusión de esta medida, agregando que “es muy necesaria para crear una sociedad justa y digna”.

Sobre el nuevo Sistema de Educación, Araya agrega que “lo veo como positivo siempre y cuando los establecimientos se sumen a dar cuenta pública de sus gastos y mantengan en buenas condiciones los establecimientos y garanticen una educación de calidad y laica”.

Sin embargo, no todos parecen estar de acuerdo con la creación de este nuevo modelo de educación que será implementando. Carlos Saavedra, rector de la Universidad de Concepción y presidente del G9, critica este sistema, asegurando que “nuestra aspiración era bastante diferente a lo que se aprobó en educación superior. Nuestra petición era resaltar el compromiso histórico de las universidades no estatales del país, que han contribuido a la descentralización de la educación universitaria hasta 1980. Ahora, se entiende lo público solo como lo estatal y pienso que eso es un retroceso significativo”, aseguró en una entrevista realizada a Diario La Tercera.

En esta misma entrevista, Saavedra agregó que “el Sistema Nacional de Educación será conformado por todas las instituciones que hoy son reconocidas por el Ministerio de Educación, pero también hay un Sistema de Educación Público, que solo son las creadas por el Estado. Entonces, claramente, habrá diferencias entre unas y otras”.

Al mismo tiempo, este nuevo sistema no ha estado exento de críticas y con resquemor, los establecimientos particulares subvencionados miran con mucha cautela este nuevo borrador. Temen que, con la nueva Carta Magna, el sistema de educación privado quede a la deriva y el desmedro de sus pares estatales, ya que en la actualidad representan el 56 % de la matrícula a nivel nacional.

En este aspecto, Hernán Saldaña, secretario general de la Coordinadora de Colegios Particulares Subvencionados (CCPS), aseguró que “Estamos muy preocupados por la deriva que está tomando la educación particular subvencionada, porque si uno lee lo que se está proponiendo, se está acabando con ella. El 90 % de nuestros colegios son gratuitos, pero si dejaran de recibir este aporte estatal ya no podrían serlo”.

“Hasta donde se ve, lo que aprobó el pleno es que se corta el financiamiento estatal, por ende, no se podría continuar. Solo una pequeña parte del estudiantado podría optar a la libertad de enseñanza, pero en colegios privados”, añade Hernán Saldaña.

¿Podrán subsistir los establecimientos subvencionados o el aporte estatal solamente será para aquellos establecimientos estatales? ¿Qué pasa con los proyectos educativos confesionales? ¿Y en aquellas escuelas con financiamiento compartido? Estas son algunas de las muchas interrogantes que aún faltan por aclarar, aun así, no cabe dudas que estamos aportas de tener una educación “pública, gratuita y de calidad”, tal como se exigía desde la revolución estudiantil de 2011.

Un alumno levanta la mano en plena clase para realizar una consulta a su profesora.[pic 2]

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