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EFICACIA Y EFICIENCIA ÁGIL: UNA OPCIÓN INTERDISCIPLINAR DE GOBERNABILIDAD ABIERTA, FRENTE A LOS RETOS DE LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL


Enviado por   •  25 de Abril de 2021  •  Monografías  •  16.997 Palabras (68 Páginas)  •  78 Visitas

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EFICACIA Y EFICIENCIA ÁGIL: UNA OPCIÓN INTERDISCIPLINAR DE GOBERNABILIDAD ABIERTA, FRENTE A LOS RETOS DE LA CUARTA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL

Guillermo Pérez-R.

“Si fuese posible crear un robot capaz de ser funcionario civil, creo que haríamos un gran bien, ya que las Leyes de la Robótica le impedirían dañar a un ser humano, lo incapacitarían para la tiranía, la corrupción, la estupidez, el prejuicio.”

Isaac Asimov – “I, Robot”

I.- A MODO DE INTRODUCCIÓN

Imaginemos una persona cualquiera, común y corriente: Jacob P[1].; al examinar su vida nos encontramos con mucho visos de normalidad: tiene toda una vida activa en las redes sociales; cuentas en Twitter, Facebook, Instagram, Tik Tock, Tinder, etc. Allí pasa la mayor parte del tiempo compartiendo información, dando opiniones sobre todo lo que pasa en el mudo y lo que le pasa a él. Se mantiene conectado por Whatsapp, Telegram, entre otras aplicaciones (APP), con varios familiares y amigos en todas partes del mundo, conversa diariamente como si fuesen vecinos de la puerta de al lado. Asimismo, el Señor P. disfruta sus ratos libres viendo T.V. streaming, pues, al sentarse frente al televisor, ya este sistema hace recomendaciones de programas que son muy certeras para con sus intereses y aficiones; lo mismo le ocurre con la música que “baja” de Spotify. Lo más interesante es que todas estas herramientas las disfruta por igual en su teléfono móvil o en su computador personal, de manera que se mantiene completamente conectado y dependiente en todo momento.

Jacob P. es muy asiduo al  ejercicio, de manera que tiene un reloj sincronizado con su teléfono celular, que además de colocarle la música de su Spotify cuando sale a trotar, también le calcula los pasos, las calorías quemadas y hasta le da el parte de sus latidos cardíacos. A veces cuando va al gimnasio ya no le hace falta el carnet de afiliación, que siempre olvida en algún pantalón usado, pues en el local tienen un sistema de identificación facial para el acceso de sus socios.

Quizá con estos ejemplos ya tenemos el punto a demostrar. Como personas estamos tan acostumbrados e integrados a la tecnología, que es prácticamente imposible concebir la existencia sin estas herramientas que llevan relativamente poco tiempo en nuestro mundo de vida colectivo como género humano. Y es que pudiéramos continuar el ejercicio imaginativo y enumerar elementos e instrumentales infinitos como ropa inteligente, sistemas de GPS con geolocalización en tiempo real, u otras  posibilidades casi iguales de infinitas; que estén representados en lo que ya se denomina la nueva revolución tecnológica en desarrollo. Y esto sin hablar aún lo que significa el trabajo, la vida laboral de nuestro personaje.

Resulta que Jacob P. es un funcionario público o servidor civil, en una institución de Administración Pública, de un país latinoamericano; muy capacitado en su disciplina profesional. La gran paradoja es que esta presencia tecnológica en su vida no la percibe igual en su ámbito de trabajo; por el contrario, además de la falta de herramientas para hacer las cosas más fáciles, siente que los procesos y formas de trabajo no son acordes a los tiempos de esta revolución. Incluso, e ha vuelto costumbre que le queden abiertos sus proyectos laborales sin llegar a resolución efectiva. En este sentido, parece que la inhumana “Máquina Burocrática” (González, 1989) moderna, no ha cambiado sus engranajes sino que los ha llevado con todo y sus vicios, en las mismas condiciones, al computador, con lo cual se quiere justificar un supuesto avance en el uso de herramientas tecnológicas. Se ha vuelto un Kafka más contemporáneo, pero igual de preso que “Joseph K.”

No obstante, la revolución está allí, latente y constante, pisando los talones y en consecuente aumento y evolución; cambiando las formas de vidas de todos, con lo cual parece un tren que si no se aborda, nos atropella. Se conoce como la Cuarta Revolución Industrial y nos está llevando a cambios tan radicales y rápidos como ninguna otra revolución en la historia. Las empresas e industrias se preguntan cómo sortear estos cambios disruptivos, para maximizar sus ganancias y dejar una impronta social. Pero sin necesidad de llegar al extremo de nuestro epígrafe, planteando robots que hagan de servidores públicos, como lo hace  Asimov desde la ciencia ficción; para nosotros las preguntas son: ¿cómo pueden afrontar y aprovechar los Estados y Gobiernos la cuarta revolución industrial, de manera que puedan estar a la altura de las circunstancias y de los retos? ¿Será que la penetración e independencia creciente de estos desarrollos tecnológicos pueden tender a la desaparición o la participación cada vez menor de las instituciones del Estado?; o es que ¿hay herramientas viables a estos fines que puedan usarse desde las administraciones públicas para afrontar los retos de gobernanza desde sus reformas?

De inicio partimos del hecho que implica la dificultad o imposibilidad de la desaparición del Estado, de los Gobiernos y las instituciones, pues tal y como afirma el preámbulo de la Carta Iberoamericana De La Función Pública: “el Estado constituye la máxima instancia de articulación de relaciones sociales” (CLAD, 2003: 3). En este sentido, son las administraciones públicas, y más concretamente los funcionarios, los que representan los mediadores entre el Estado y los ciudadanos, en el sentido de facilitar todos los procesos referidos a las atención de los principales problemas y requerimientos que pueden ser abordados desde la gobernanza. Esto con el fin de garantizar los elementos fundamentales de toda vida social contemporánea: la democracia, la preservación de los derechos humanos, la reducción de la desigualdad y el desarrollo económico sostenible; y que muy bien podrían concretarse, entre otras cosas, en las especificaciones de lo que se conoce como los 17 objetivos de la Agenda 2030, trazada por la ONU.

En el presente trabajo nos planteamos el tema de la cuarta Revolución Industrial, desde el paradigma de la complejidad. Esto para extraer los principales retos al Gobierno Abierto, desde el punto de vista de las políticas que planifican e implementan las administraciones públicas en Latinoamérica. Desde aquí hacemos una propuesta interdisciplinaria de gobernanza, incluyendo los marcos de trabajo ágiles, que son propios y aplicables a la gestión de proyectos y metodologías del desarrollo tecnológico; principal herramienta de la cuarta revolución industrial.

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