EL FRACKING Y EL EXTRACTIVISMO

El fracking en México: del extractivismo energético a las nuevas concesiones de agua.

Daniel Jacobo-Marín Profesor de Derecho de aguas y abogado ambientalista

La fracturación hidráulica o Fracking es una técnica de obtención de hidrocarburos no convencionales que se encuentran en el subsuelo entre capas de gran roca, esta técnica fue reglamentada en México mediante los lineamientos expedidos por la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en 2017. Todo esto derivado del proyecto de regularización propuesto en la reforma constitucional energética de 2013.

Sin embargo, la entrada en vigor de esta técnica al igual que los lineamientos planteados en la reforma son contradictorias a la disposición y compromiso de la ley en proteger el agua y sobre todo las aguas subterráneas. El 30 de agosto de 2017, CONAGUA dio a conocer los lineamientos que autorizan el uso de aguas para obtener combustibles fósiles.

Esto ha desatado diversas hipótesis jurídicas sobre las concesiones que el Estado podría dar a diversas empresas fuera del esquema reglamentario establecidos en el Art. 27 constitucional, el cual establece, “La propiedad de las tierras y aguas comprendidas dentro de los límites del territorio nacional, corresponde originariamente a la Nación, la cual ha tenido y tiene el derecho de transmitir el dominio de ellas a los particulares, constituyendo la propiedad privada.” (Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 1917)

Además, se ha documentado que también son incompatibles con el principio de precaución y con los instrumentos de derechos humanos internacionales. En este sentido, este ensayo trata de demostrar que la exploración y extracción de hidrocarburos fortalece el modelo hegemónico de producción y consumo de energía fósil a través del fracking. Este modelo contribuye al escenario de la posible contaminación del agua tanto por aditivos químicos como por fugas de metano, el gas que se extrae de la roca de esquisto, la ocurrencia de sismos y la distribución desigual del agua, debido a que su regulación tiene como objetivo asegurar los volúmenes de líquido requeridos por el proceso industrial de la estimulación artificial.

Reforma constitucional y nuevo régimen energético

Se dio a conocer de esta reforma energética la cual abarcaba desde la expedición de nueve leyes hasta modificarse otras doce relacionadas con el agua, la minería, los hidrocarburos, los recursos geotérmicos, la industria eléctrica, los ingresos del Estado y la inversión extranjera, todo esto con el argumento político y la finalidad de lograr la seguridad energética, lo que llevó a la elaboración del marco legal. Con el objetivo de incrementar la producción de hidrocarburos, se tomó como objetivo la dependencia absoluta de los combustibles fósiles.

Fractura hidráulica y nuevas concesiones

Si bien el fracking es legal y esta regularizado por la ley, el artículo 416 del Código Penal Federal prohíbe la infiltración de aguas residuales, líquidos químicos o contaminantes en el subsuelo que causen daño a la calidad del agua y el ecosistema.

De esta manera, la prisa del gobierno para regular las técnicas de extracción generó un conflicto con las disposiciones protectoras de las aguas subterráneas que se mantienen hasta el día de hoy sin respuesta.

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