EL PAPEL DE LA ESCUELA EN LA DINAMICA DE CIUDAD

La escuela no significa solo educación o enseñar que es lo que acostumbramos a oír normalmente, pero cuando nos paramos a pensar sobre ello podemos resaltar muchos aspectos positivos que la escuela nos aporta. La escuela es el centro del aprendizaje, es donde se afronta las situaciones conflictivas, las conductas difíciles y donde la escuela forma al estudiante un ser y un ciudadano con actitudes y comportamientos positivos y constructivos orientados a vivir en una sociedad de cambio en donde el alumno lee, interpreta y transforma esa realidad social. Es en este sentido que se hablara del papel que tiene la escuela en la transformación de la dinámica de la ciudad.

Para poder hablar de la dinámica de la ciudad y el papel que tiene la escuela en ella se debe estudiar el concepto de ciudad y escuela .Las definiciones y como estas se interrelacionan. Siendo las siguientes:

La escuela es donde se construye pensamiento, en donde se construyen las personas y donde los estudiantes valoran su contexto, conocen de los problemas y se apropian de ellos, cuando un estudiante tiene la grata oportunidad de disfrutar del pensar por sí mismo, es como si descubriera un mundo que había estado oculto en forma inexplicable para él, y se vaya construyendo como un maestro transformativo.

Por otro lado, El ser humano es un ser social porque vive en un entorno donde no está aislado, sino que le toca relacionarse con personas diferentes, cada una de ellas con costumbres, intereses e ideas propios. Por la misma razón, el ser humano vive en esa ciudad que se construyó atra ves de toda la historia, el pasado es parte del presente y conoce la cultura porque forma parte de él. Así pues, un alumno o alumna de nuestra escuela se encuentra integrado en una familia, en una escuela y dentro de la escuela en un grupo-clase, en un barrio, en una ciudad, en una nación, etc. No obstante, en dos de estos núcleos sociales que son en los que, desde el campo de la enseñanza, se puede incidir más directamente: la escuela y la ciudad, entendiéndolas como dos comunidades hacia las cuales se potencian sentimientos de pertenencia y voluntad de participación. Un individuo que conoce y ama su entorno se siente integrado y se identifica con él. Y por tanto querrá participar de él, disfrutarlo, aprovecharlo, defenderlo y darlo a conocer.

En tercera instancia, la escuela y/o el aula de clases proporcionan diversas contribuciones acerca de la ciudadanía, tanto a partir de una escuela que se abre a la comunidad en la cual está inserta, como desde una ciudad, que no solo ofrece servicios a sus habitantes, sino que también quiere dar su aporte para forjar una ciudadanía consciente de sus derechos y comprometida con sus obligaciones en aras del bien común. Estos trabajos son, en ciertos casos, prácticos, y sirven para orientar los conceptos sustentan la comprensión de lo que es la dinámica de la ciudad

Finalmente, es importante mencionar que la ciudadanía viene siendo construida y transformada por nosotros, en la forma como vivimos, como construimos nuestras imágenes de Ser, de ser hombre o ser mujer, con la forma como se construyen y viven en la sociedad, en la intimidad, en las relaciones. La ciudadanía acontece en la escuela, en la casa, en nuestro tiempo libre, en la vida política, en nuestra vida con los otros y las otras. Acontece también en nuestras relaciones de género, en cómo vivimos y convivimos con la diversidad de las personas que nos rodean, acontece en nosotros y nosotras, ya sea solos/as u organizados en los diversos grupos en que estamos insertados. La ciudadanía no es nunca una forma acabada de vivir en sociedad, se actualiza constantemente, se viene transformando constantemente a lo largo de los últimos años, décadas, siglos. Y seguirá transformándose, pues a pesar de las herencias que guarda, no es un destino, es una construcción que nos implica a todos y a todas.

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