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ESTADOS DEL ARTE


Enviado por   •  30 de Junio de 2017  •  Trabajos  •  2.520 Palabras (11 Páginas)  •  253 Visitas

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ESTADOS DEL ARTE

¿Qué se ha dicho sobre el tema?

Para Victoria Sau una de las más grandes activistas que ha tenido España el feminismo es un movimiento social y político que se inicia a finales del siglo XVIII y que supone la toma de conciencia de las mujeres como grupo o colectivo humano, de la opresión, dominación y explotación de que han sido y son objeto por parte del colectivo de varones en el seno del patriarcado bajo sus distintas fases históricas de modelo  de producción, lo cual las mueve a la acción para la liberación de su sexo con todas las transformaciones de la sociedad que se requiera.

Dice que el movimiento feminista actúa a dos niveles: uno, el de la lucha por conseguir la igualdad completa en lo económico, en lo social y en lo cultural; otro, “más allá de la igualdad” tiene como contenido la construcción de una sociedad en la que quede superada la dicotomía hombre-mujer, una sociedad con un principio de la realidad nuevo y distinto.

En el ecuador las mujeres ecuatorianas han participado en la historia social, económica y política del país desde la independencia. Sin embargo, aunque su presencia fue patente en algunas coyunturas políticas, lo que ha caracterizado su situación ha sido más bien la invisibilidad.

Los derechos ciudadanos y en especial el de elegir y ser elegidas, fueron concedidos a las ecuatorianas mucho después que a los varones pero de forma temprana en el contexto latinoamericano. Así, obtuvieron el derecho a voto en 1929 antes que en cualquier otro país de América Latina, en los últimos quince años y especialmente en el marco de la redemocratización del país a partir de 1978, brotaron múltiples grupos y organizaciones femeninas que han constituido un actor social colectivo capaz de expresar demandas y generar propuestas de políticas públicas.

La incorporación de las ecuatorianas a posiciones de poder es particularmente lenta y tardía en comparación con el resto de América Latina, lo que revela un divorcio entre el discurso de los gobiernos que adhirieron a declaraciones y compromisos internacionales para el mejoramiento de la condición femenina y su práctica institucional.

Esta situación ha sufrido un giro importante con la entrada en escena durante los ochenta del movimiento de mujeres y la legitimación de las demandas femeninas. Desde distintas vertientes las mujeres confluyen en organizaciones que pretenden satisfacer tanto sus necesidades de subsistencia y su derecho a la tierra como sus necesidades de identidad y desarrollo cultural.

Se crean secretarías de la mujer en sindicatos, organizaciones campesinas, indígenas y negras, al tiempo que se multiplican programas de apoyo en organismos gubernamentales y no gubernamentales, contando siempre con el concurso de agencias internacionales para el desarrollo. La asimilación del feminismo en diversas organizaciones de mujeres ha permitido la introducción de problemáticas específicas de la mujer al debate público.

Este conjunto de procesos lleva a la articulación de organizaciones que culmina con la constitución del grupo Acción por el Movimiento de Mujeres y la elaboración de un Programa Básico a través de la Dirección Nacional de la Mujer (DINAMU). La gran heterogeneidad geográfica, étnica y social confiere a Ecuador características peculiares y plantea desafíos en cuanto a que los avances obtenidos por el movimiento de mujeres alcancen efectivamente a todas las ecuatorianas, sea en la sierra, en la costa o en la Amazonía.

De hecho son pocos los programas, gubernamentales o no, que tienen cobertura nacional, concentrándose sus acciones en sólo algunas provincias. Igualmente, las organizaciones y articulaciones femeninas encuentran serias dificultades para extenderse a lo largo y ancho del país.

En la universidad central son muchas las personas que hablan sobre el feminismo, sus causas y sus consecuencias, y un sin número de temas más, pero hay un tema actual que se está dejando de lado, la mala  interpretación que ese está teniendo por ciertos grupos sobre el feminismo, llegándolo  a confundir con prácticas sexistas y utilizando términos sin sentido alguno como “feminazismo” el cual se rechaza en todos los sentidos posibles.

Dialogo de autores

En el pensamiento occidental existe un verdadero pánico a la hermenéutica y eso es porque pone en desequilibrio la construcción del uno masculino. Empujar a las mujeres de América Latina a pelear por el poder de espacios recortados en el ámbito de las políticas públicas, remite a las mujeres latinoamericanas, doblemente capaces de impulsar una hermenéutica del discurso del poder por ser mujeres y por ser parte de una población oprimida por la occidentalización, al lugar que el poder le quiere asignar. Es lo que nos dice Francesca Gargallo en su texto “las ideas feministas latinoamericanas”

El feminismo latinoamericano puede estudiarse como una acción política de género. También dice que el feminismo hoy más que nunca vive gracias a sus diferencias internas. Es un movimiento, algunas veces en dialogo, otras enfrentados, la mayoría de las veces desconociéndose mutuamente.

A esto  Isabel Marianita Benítez Morales propone que el  feminismo es un movimiento político, social y académico que funciona como un Motor que trata de transformar las relaciones entre hombres y mujeres. Una teoría de justicia que cambió el mundo y trabaja para que los seres humanos sean “lo que quieren ser y vivan como quieran vivir sin un destino marcado por el sexo” (Benítez, 2012:20).

Las mujeres fueron y  siguen siendo discriminadas no solo por su calidad de tal, sino por otras posiciones en relación a sus orígenes, color de piel, clase social, educación, capacidades especiales, etnia e identidades sexuales. Si bien la segregación de género es una constante, las otras no son menos importantes.

Chandra Mohanty (1984, bajo los ojos del occidente), planteó la existencia de diferentes formas de opresión simultánea que sufren las mujeres. Según ella es importante evidenciar las diferencias, los conflictos y las contradicciones en el interior de las organizaciones y de las comunidades de las mujeres del “tercer mundo”, cuyas historias fueron distintas en relación a las habitantes de los países centrales; puesto que tuvieron que enfrentar el 17 legado de la esclavitud, la colonia, la servidumbre, la pobreza, migraciones forzadas, explotación etc.

Los discursos feministas, en las primeras décadas del siglo XX en Ecuador, eran bastante diversos. En tal sentido discursos antagónicos coexistían, como es el caso de los discursos vinculados al maternalismo concebido como “feminismo verdadero o bien entendido‟ que ponía énfasis en el acceso a la educación, protección social y derechos jurídicos sin dejar de afirmar que la función primordial de la mujer estaba en el hogar. En definitiva, defendían mejores condiciones para poder ejercer los roles socialmente asignados en esa época a las mujeres en el hogar. Y por otra parte, existían mujeres que reclamaron una participación más amplia en el ámbito político y  definiendo la necesidad del reconocimiento de su libertad, autonomía y derechos individuales.

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