Efectos de la Migración y Remesas en la economía mexicana

Efectos de la Migración y Remesas en la economía mexicana

La migración es un fenómeno demográfico que se ha registrado a lo largo de todos los periodos históricos, en formas y grados muy diversos.  Definida como el cambio de residencia habitual mediante un desplazamiento de una unidad geográfica a otra (país, entidad federativa, municipio o delegación)^[1], la migración atiende a diversos fenómenos sociales, políticos, económicos, culturales, educativos y religiosos, entre otros; esta se configura a partir de dos componentes “la emigración” o salida y la inmigración o entrada, pudiendo dicho fenómeno ocurrir dentro o fuera de las fronteras nacionales, y, darse además de manera voluntario o a partir del uso de coerción.

Ciertamente, este proceso ha^[a] constituido una actividad inherente a la evolución del hombre y le ha acompañado a lo largo de su desarrollo, por lo que explicar esta situación ha conllevado a la estructuración de diversas teorías en cuanto a causas y efectos, ofreciendo resultados diversos para cada época y país; sin embargo puede decirse que estas son demasiado jóvenes y en proceso de formación, además de que ninguna teoría por sí sola puede explicar el fenómeno, por lo tanto, se debe recurrir a todas ellas para extraer los componentes centrales que puedan servir para el tratamiento particular dentro de cada contexto y su dinámica, ello  debido a que la migración tiene fundamentos muy variados y algunos efectos no fáciles de medir, lo cual implica gran complejidad para el tratamiento del tema.

De acuerdo a Joaquín Arango Vila-Belda (2000, p. 45-46):  “Quizá la mayor dificultad del estudio de la migración sea su extremada diversidad en cuanto a formas, tipos, procesos, actores, motivaciones, contextos socioeconómicos y culturales, etc.”^[2], con lo cual no es difícil comprender por qué las teorías hasta ahora propuestas encuentran diversas dificultades para explicar tal complejidad.  Por dicha razón es probable decir que el fenómeno migratorio contempla un panorama complejo en cuanto al campo de su estudio, de ahí que no exista unanimidad en su explicación; además, las teorías y enfoques pueden verse influenciados por contenidos ideológicos de los campos económico, político y cultural.

Hoy en día el tema de la migración reviste especial importancia ante el auge que sigue teniendo en pleno siglo XXI, especialmente de los países en vía de desarrollo a los altamente desarrollados, lo que diversos teóricos y economistas atribuyen a las profundas asimetrías económicas entre países, particularmente agravadas por situaciones de crisis económicas en países de menor desarrollo, lo cual impide que la economía nacional pueda absorber el excedente de fuerza de trabajo. “Si en el país de origen las dificultades económicas aumentan la pobreza y la marginación, las corrientes migratorias se orientarán a los países en donde existan mayores oportunidades de empleos e ingresos”^[3]. Básicamente, dicha premisa genera una dinámica en la que a pesar de  existir un crecimiento económico y  generación de empleos  bien remunerados existirá  una pérdida del poder adquisitivo de salarios,  conllevando  a resaltar a un más el  diferencial salarial entre economías^[b].

Un claro ejemplo de esta situación se da en el caso de la inmigración de mexicanos a Estados Unidos para trabajar temporalmente o para establecerse en ese país. En México hemos presenciado y participado activamente en los flujos migratorios, “el proceso de emigración e  inmigración^[c] de nuestro país a la nación vecina ha constituido un fenómeno social de tradición centenaria, que involucra a una decena de millones de personas y se materializa entre países vecinos a partir de tres grandes características historicidad, masividad y vecindad” que son, en esencia, lo que  ha distinguido a la migración de origen mexicano, de otras tantas que se dirigen y se han dirigido a Estados Unidos.

De acuerdo con Mc Williams “En efecto, existe una relación de carácter histórico estructural entre ambos países que se materializa en un mercado de trabajo binacional, en que a los migrantes mexicanos les toca la función de operar como ejército industrial de reserva del capitalismo estadounidense. Las migraciones europeas llegaron a Estados Unidos a poblar, la mexicana a trabajar, a laborar en un mercado de trabajo secundario, estacional y flexible, que se puede ampliar o achicar de acuerdo con sus necesidades o ritmos estacionales, y que no repercute en los índices nacionales de desempleo”.^[4]

Los ciudadanos mexicanos en el exterior, ya sea que su calidad sea de documentados o indocumentados, residentes en los Estados Unidos de Norteamérica, representan hoy en día un factor para el crecimiento de la economía de ese país que necesita de las habilidades y de la dedicación de los trabajadores mexicanos, que no encuentran empleo en sus regiones y representan el sostén económico de sus familias. Sin embargo, es importante resaltar también

la aportación que realizan los mexicanos a sus lugares de origen mediante la aportación de los ingresos de divisas, los cuales contribuyen significativamente a disminuir la pobreza en un gran número de familias, genera liquidez, capacidad de compra, alienta la generación de empleos la rotación de inventarios y en general a la circulación monetaria. Es decir, tienen una relación directa con el crecimiento económico de sus comunidades y por ende con el desarrollo regional.

Con este propósito el presente trabajo busca analizar y estudiar el comportamiento de la dinámica migratoria de México a Estados Unidos, así como importancia que tienen las remesas sobre la economía nacional, a escala macroeconómica y para las economías regionales, municipales, y así de esta manera poder demostrar hasta qué punto la migración México-Estados Unidos y el envío de remesas, contribuyen a la economía mexicana, disminución de la pobreza, y el desarrollo económico.

Para comenzar a establecer la importancia del impacto de la migración mexicana debemos establecer que “Nuestro país se coloca en la segunda posición cuando se trata del número de migrantes en el mundo, justo después de La India, podemos decir que “sin duda compartir la frontera más larga del mundo con una potencia económica como EUA es la primera condición que determina los flujos migratorios de mexicanos hacia ese país.”^[5]

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