Eje sociocultural

Mi tema es el eje “sociocultural”, no estaba muy segura sobre cómo encarar la consigna, así que decidí empezar por lo que, a mí, y a muchas de mis compañeras, nos toca más de cerca, nos paraliza (casi) a diario: los femicidios en Argentina. Según un relevamiento de La Nación, hoy se contabilizan 110 femicidios. Aunque fuentes no oficiales dicen que son más, seguro son más. Pero quedémonos con las 110 que no están… son 110 mujeres que hoy no pueden seguir contando su historia, muchas ni siquiera supieron que tenían una historia para contar… ¿Quién tiene la culpa? El hombre macho que las asesinó, eso seguro. ¿Pero él sólo? ¿O también hay un abandono sistemático por parte del Estado que prometió protegernos? Pienso, ¿no? En 2018, cuando se armó el presupuesto 2019, se destinaron 234,3 millones de pesos al Instituto Nacional de las Mujeres (INAM), que es el organismo encargado de la aplicación de la Ley N° 26.485 de Protección Integral a las Mujeres: es decir, $11,36 por mujer. Once pesos destinados a la protección de cada una de nosotras. Con once pesos no te comprás ni un alfajor.

Después seguí pensando en la consigna y me acordé de un movimiento latente que atenta contra la salud de todos: los antivacunas. Parece demencial que en pleno siglo 21 existan personas totalmente convencidas de que “las vacunas son un plan del gobierno para controlar nuestras mentes” o que enferman más de lo que previenen, pero existen y nos ponen en peligro a todos. La evidencia de la efectividad de las vacunas está al alcance de todos: nosotros somos prueba viviente de ello.

Por último, decidí ahondar en un tema que fue polémico a fines de julio: la confrontación entre veganos (que en realidad era un grupo animalista) y gauchos, y que puso en evidencia la cultura carnívora argentina y la violencia atrás de ella. El hecho ocurrió el 28 de julio cuando activistas por los derechos de los animales irrumpieron en un acto de la Expo Rural 2019 para protestar contra la violencia animal y concientizar sobre los efectos degradadores que tiene esta actividad en el ambiente. La reacción de los concursantes no fue más que una muestra de la violencia que existe en la industria ganadera: desalojaron a los activistas amenazándolos con facas y empujándolos con los caballos. Los videos no tardaron en hacerse virales y en desatar fuertes discusiones en las redes: ¿es moralmente correcto utilizar animales para el entretenimiento humano justificándolo con “es nuestra cultura, los gauchos históricamente lo hacían así”?

Un hecho que se relaciona indirectamente con esta noticia es que el Senado declaró al país en emergencia climática y ecológica. ¿Qué significa esto para el común de los mortales? Que tenemos que cambiar nuestros hábitos de consumo: disminuir la cantidad de basura que generamos, informarnos y formarnos en materia de reciclaje, optar por opciones orgánicas (copa menstrual, shampoo,

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