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El Niño Que Quería Estar Solo


Enviado por   •  23 de Enero de 2015  •  608 Palabras (3 Páginas)  •  259 Visitas

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El niño que quería estar solo

Personajes: Pedro, Mama, Papa, Trollingo

Pedro era un niño caprichoso, al que nada le faltaba y el cual por mucho tiempo había estado equivocadamente criado, niño que no tenía respeto a sus padres, los cuales por mucho tiempo hacían sacrificios, todo con el único fin de satisfacer todos los caprichos de su hijo.

Un día en uno de sus tan seguidos desplantes, les grito a sus padres que no los soportaba y que deseaba estar solo, con todo su corazón, solo, ya que no los soportaba.

Al día siguiente, al despertar, no vio por ningún lado a nadie, curioso salió a la calle y vio que estaba solo, su deseo se había cumplido.

Al principio, alegre por hacer lo que quería, todo le parecía un juego, hacia travesuras que sus padres no lo dejaban hacer, comía todo el dulce que quería y sin algún cuidado, siguió por horas, hasta que se cansó.

Al día siguiente, al despertar de su cama, y pensando que todo había sido solo un sueño, se levantó, solo para confirmar su soledad, ya no era tan bonito estar solo, la aventura se convertía en pesadilla.

Empezando a llorar, no sabía porque le pasaba eso a él, cuando en la esquina de su recamara, unas palabras escucho:” tú lo pediste”.

! Papá ¡grito Pedro con todas sus fuerzas, de la oscuridad del rincón, salió un troll, solo para decirle que sus deseos se habían cumplido.

Ya no quiero estar solo, gritaba Pedro, y entre llantos en la alfombra que estaba en el suelo se quedó dormido, algunas horas pasaron, y trollingo que así se llamaba el troll, se le acercó y le dijo: Sabes que cuando alguien desea algo con tanta vehemencia, como cuando lo deseaste tú, en algunas ocasiones se te puede llegar a conceder.

! Perdón ¡ gritó Pedro, no sabía lo valioso que son mis padres hasta que ya no los tuve.

Podría revertir el deseo tuyo de estar solo Pedro, dijo Trollingo, pero este solo se concede, cuando es verdadero y ansiado, como tu deseo original.

Claro, dijo Pedro, ya no quiero estar solo, y entre sollozos, se volvió a dormir.

Al día siguiente, se levantó pensando que aún estaba solo, bajando a la cocina de su casa, vio cocinar a mama, y corriendo se lanzó a abrazarla.

Hijo mío, que te sucede, ¿Quieres comer?

Si madre mía, comento Pedro, te quiero mucho y quiero cambiar, ¿en qué labor de la casa te puedo ayudar?

Claro hijo mío, vete a la calle a la basura tirar, y espera a tu padre que fue a traer las bolsas del mandado, para que le ayudes a bajar.

Y así el cambio de

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