El crepúsculo del deber:

El crepúsculo del deber:

La renovación ética

Valeria Márquez Arellano

Profesor de la asignatura:

José Natividad

Materia:

Ética

04 de Diciembre del 2015

La renovación de la ética

En este ensayo hablaré sobre el capítulo de la renovación ética del libro del crepúsculo del deber. Este capítulo se encuentra dividido en subtemas por lo tanto trataré de incluir los temas más importantes así como incluiré mi propia opinión con respecto a los temas tratados por el libro. Finalmente concluiré con una reflexión de lo más importante que tomé del libro, tomando en cuenta lo que entendí a manera más personal.

Principalmente tenemos una sociedad posmoralista que según el libro lo define como “una sociedad que ha renunciado a inscribir en letras de oro los deberes supremos del hombre y del ciudadano, a declamar la grandeza de la renuncia a sí mismo” esto es una sociedad que exalta los deseos, la felicidad y bienestar individual en mayor medida que una abnegación. Este tema trata principalmente de cómo el planeta esta en peligro y de que la humanidad del hombre se encuentra amenazada por la tecnociencia y de que es momento de responsabilizarnos.

Esta responsabilidad aparece con el alma misma de la cultura posmoralista que es deber liberado de la noción de sacrificio. “Desde este punto de vista, la renovación ética es tanto la aureola del universo individualista desprendido del imperativo del deber categórico como la expresión de la protesta contra sus alarmantes desviaciones” (p.210). Habla también de la inteligencia responsable y el humanismo aplicado para lo cual necesitamos alma y conciencia de los media ya que estos son los únicos capaces de estar a la altura de los desafíos de la época. Una creación de una ciudadanía planetaria con ecoconsumos y econegocios donde exista más respeto a la naturaleza.

La época posmoralista coincide en que deben desarrollarse nuevos valores centrados en la naturaleza y a esto se le llama una ética del entorno. Esto significa más artifiocidad tecno científica con más negocios al igual que más industria y más mercado. Una sensibilidad y ética ecológica con la ecología del consumo y amplificación de la esfera de las ecoindustrias que traerán nuevas salidas para el desarrollo. Se necesita conciencia y humanismo para crear estas nuevas ciencias que ayuden al planeta.

La responsabilidad humana debe de extenderse de manera extrahumana ya que el hombre es el único que tiene los medios para poner en peligro la vida futura en el planeta. Somos los únicos seres en el planeta que pueden proteger o destruir el ambiente y está en nuestras manos tomar conciencia de ello y poner manos a la obra para mejorar esta situación que afectará a futuras generaciones de no hacerse nada. “La naturaleza a proteger es más una condición de supervivencia y de calidad de vida personal que un ideal incondicional” (p. 218).

Todo esto trae consigo la creación de industrias que buscan nuevas salidas para el desarrollo como lo viene siendo el mercado de la antipolución, las biotecnologías, los ecoengineering, las tecnologías limpias, el tratamiento de los residuos domésticos e industriales. Todo esto que aspira a las masas hacia lo natural y a lograr una calidad en el entorno; esta ética ecológica busca entonces una regulación del mundo y sus asuntos.

De aquí entra entonces la bioética y la democracia con la venida de los ecoconsumos y econegocios se crea una ética impulsada a partir de 1960 donde "la humanidad del hombre apareciendo amenazado por los progresos de la medicina, refuerza la idea que hay que restaurar imperativos incondicionales destinados a frenar el extremismo de la omnipotencia técnica capitalista individualista” (p.222). Este movimiento se apoya en la protección de la naturaleza, la gestión equilibrada de los ecosistemas, la reconciliación del desarrollo industrial y de la defensa del entorno.

Llegan entonces las declaraciones que piden la prohibición absoluta de cualquier creación de embriones humanos aunque estos sean utilizados con fines de investigación, de forma de comercialización para el cuerpo humano y sus derivados, entre otros. “En el momento en que las ciencias biológicas permiten considerar el dominio de lo vivo y la deformación del hombre, los investigadores proponen moratorias, reivindican un derecho al no descubrimiento y una ética de la no intervención sobre la vida” (p. 223). En esta parte puedo decir que en cierto modo hay algo de razón ya que es atentar contra la vida o modificarla, pero se debe tomar en cuenta que entre estas creaciones puede haber algún tipo de cura para otras enfermedades así como lograr milagros.

Los deontólogos y nodeontólogos deben procurar el consentimiento voluntario y consciente en la búsqueda del equilibrio entre ideales antagónicos. Tiene en cuenta el conocimiento y su influencia en el bienestar social. No justifica la experimentación aun cuando su fin último sea la salud futura. El idealismo ético, el realismo científico y el postmoralismo bioético; el sabio, el experto y el ciudadano, traen consigo la creación de comités en las instituciones que protejan los derechos de los individuos experimentales. En un principio la experimentación se hizo permitida para los voluntarios adultos y responsables y excluye este tipo de experimentos en niños, menores, débiles mentales y viejos.

En los métodos para obtener el consentimiento se busca la integración de la sociedad en las decisiones que suele tomar solamente la comunidad científica. Esto es un compromiso democrático que busca la deliberación trasdisciplinaria en la era postmoralista. Debate democrático de racionalidades en conflicto, ascenso a la secularización de la moral y la reafirmación de una ética actual, es una ética que no integra al ciudadano, en que se reproduce la desmotivación individualista y los intereses personales.

La aureola del universo individualista, desprendido del imperativo del deber categórico. Exige virtud, honestidad, respeto a los derechos del hombre, responsabilidad individual, deontología. La sociedad posmoderna significa una sociedad que ha renunciado a inscribir en letra de oro, los deberes supremos del hombre y del ciudadano. Se caracteriza por borrar las grandes proclamas moralistas y ayudar al resurgir de la ética.

En el subtema de alma y conciencia de los media se puede ver que con la exigencia de una ética del futuro hay una potencia por parte de la prensa que quiere reactivar la necesidad de una ética de la actualidad. La prensa continúa siendo violenta y el público solo denuncia su falta de responsabilidad, el voyeurismo, una carrera desenfrenada por la audiencia y con informaciones no verificadas. El papel, la influencia y el poder de los media no dejan de crecer y se hace necesaria la ética periodística. Las razones de la recuperación ética de los media, debe ser buscada como una nueva fuerza organizadora de la realidad. Resurge el tema de las obligaciones profesionales, pero como medio destinado a asegurar la primacía de un derecho fundamental en democracia, el de la prensa libre.

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