El gran reto de la educación virtual en Colombia en tiempos de pandemia

Naileth Royero

Junio 2020

Universidad del Magdalena

Programa Profesional en Deportes

Procesos Lectores y Escriturales

El gran reto de la educación virtual en Colombia en tiempos de pandemia

La llegada del Covid 19 al país, ha representado miles de retos en muchos sectores, el de la educación no es la excepción. Tanto escuelas, universidades, maestros, estudiantes y padres de familia, nos hemos tenido que enfrentar a todo lo que conlleva esto, desde la conexión de internet, hasta la facilidad de las herramientas.

En los últimos meses, hemos hecho un gran esfuerzo por no dejar la educación estática, ya que esta es uno de los pilares fundamentales de la sociedad. El Ministerio de Educación implementó muchas alternativas para que este sector continuara operando y todos hemos trabajado en conjunto para hacerlo posible, ya que a todos nos está afectando de alguna manera u otra.

A las instituciones les tomó por sorpresa el cierre de las mismas, tuvieron que asumir el liderazgo creando un programa de educación a distancia y marcos de referencia para que el resto de participantes pudiésemos navegar en esta crisis, por otro lado, los maestros, desde un inicio tomaron dichas referencias y comenzaron a mejorarlas y adaptarlas, a medida que estas mismas implementaciones, revelaran nuevas necesidades, invirtieron largas jornadas laborales para que sus estudiantes siguiéramos aprendiendo, se tomaron la tarea de instruirse en desarrollar objetos virtuales de aprendizaje y se familiarizaron con nuevas herramientas para impartir sus programas. Por su parte, los padres de familia de los colegios tuvieron una participación más activa en el proceso, algunos asumiéndolo, otros postergándolo, se convirtieron en los profesores de sus hijos, mientras que algunos también cumplían con sus trabajos, los de universidades, brindaron mucho apoyo emocional sus hijos, y, por último, los estudiantes, quienes tuvimos que hacerles frente a nuevos desafíos, a cambiar nuestra perspectiva acerca de aprender y a manejar las áreas socioemocionales.

Colombia es un país diverso, no solo en el ámbito biológico, turístico, sino también en el ámbito social, existe una gran brecha que separa a los que tienen facilidades y a aquellos que no. Existen muchos factores por los cuales a la clase baja y media se les ha dificultado estas medidas. La primera se trata de la conexión, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) indica que solo alrededor de un 26% de los estudiantes en zonas rurales tienen conectividad frente a un 89% en zonas urbanas, lo cual hace complejo que los estudiantes puedan asistir a sus clases y desarrollar sus actividades, algunos sufren a causa de que no llega señal a sus viviendas, muchos tienen serios problemas con la electricidad y otros porque no cuentan con servicios de internet, lastimosamente son muchos los que no cuentan con ninguna de estas.

Las herramientas digitales, también son foco de inconvenientes para acceder a la educación virtual, en varias familias, solo cuentan con un computador que debe ser compartido con los demás miembros y cuando un estudiante tiene clases, en ese mismo momento su padre de familia también tiene teletrabajo. En otros casos, con un solo teléfono, una familia completa se defiende ante esta situación y en el peor de los casos, hay muchos que no cuentan con ningún recurso.

La adaptación a este nuevo modelo de clases, también se ha convertido en un problema, ya que la mayoría de los estudiantes, estábamos acostumbrados a la presencialidad, ha sido un proceso de transformación en muchos ámbitos. Muchos de nosotros desarrollamos trastornos mentales como ansiedad, estrés, depresión, al ver combinado el miedo de contagiarse de un virus, con el cumplimiento de clases y trabajos virtuales, más toda la presión que esto conlleva. Algunos estudiantes manifiestan que ha sido una iniciativa positiva, a pesar de que el aprendizaje no es igual y miles de personas no tienen la capacidad de cubrir estas clases, pero que las clases virtuales ayudan a que nos mantengamos ocupados y no nos dé tiempo de pensar en los riesgos del virus, dicen que no hay que quedarnos quietos en la pandemia, quedarnos aburridos, esperando a que todo pase. Mientras que otros, dicen que ha sido una mala idea, ya que no cuentan con los recursos o sienten tanta presión, que han desarrollado los trastornos mentales de los que ya hemos hablado. Todo lo anterior reafirma que definitivamente, todos vivimos realidades diferentes.

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