¿Cómo está la educación virtual en Colombia?

Educación Virtual en Colombia

Daniela Pérez Trujillo  

Centro Agro-Empresarial y Desarrollo Pecuario del Huila

SENA

Gestión Empresarial 1963799

Garzón – (Huila)

Junio de 2020

Según Google, cuando se hace la búsqueda, preguntando, ¿cómo es un colombiano? Refiriéndonos a su forma de ser; textualmente nos muestra el siguiente resultado: “Los colombianos tienen buen corazón y se unen para causas grades y pequeñas procurando el bien común. Un colombiano siempre se va a destacar por su carácter alegre y entrador. Estas características lo llevan a ser líder, aunque no sean conscientes de eso.” Del concepto anterior no quedan dudas, es exacto lo que un colombiano es. Llama mucho la atención el concepto Entrador, que se refiere a la persona que es emprendedora y arriesgada. Tomando en cuenta esa definición y la situación actual del mundo, se puede decir, que para todos ha sido un gran reto; pero aunque no lo parezca somos seres adaptables, que poco a poco van surgiendo, arriesgándose o entrándole a lo desconocido.

La educación, para todas las edades se ha visto muy afectada, venimos de años y años de un modelo de presencialidad, en el que los docentes tiene un contacto directo con sus alumnos, donde se evidencian el cariño y calidez humana que estos brindan a sus estudiantes, sin mencionar la paciencia que esto requiere; el conjunto de lo anterior hace que nos frustremos como estudiantes ya que requerimos de supervisión constante para no cometer tantos errores. Pero, si tenemos en cuenta la entrevista al señor Francisco Cajeado cuando dice que la educación en Colombia se ha centrado en enseñar a aprender a sobrevivir para poder avanzar, no es tan malo pensar en una permanencia para la educación virtual. En mi opinión, la cuarentena fue de gran ayuda para hacer que la educación se viera obligada a avanzar, a innovar, obligándonos a nosotros como estudiantes a ser lo suficientemente autónomos y bastante responsable para tomar las riendas de nuestra educación, dividiendo nuestro tiempo para que nos quede tiempo para todo y para todos. Está claro que no todos tenemos las mismas condiciones; que mientras unos solo deben sentarse y empezar a hacer sus trabajos, hay otros que deben correr para encontrar conectividad y un equipo que les sea de ayuda para enviar sus trabajos. Entonces, es obvio que para algunos es más difícil que para otros, pero es tan cautivador la manera como muchos de nosotros encontramos formas de no abandonar nuestras metas y sueños, que esos obstáculos se vuelven mínimos con el pasar del tiempo, se nos vuelve un hábito, un muy buen habito. Y los docentes que nos ayudan a adaptarnos, acomodando sus horarios para poder aclarar dudas que surjan, se convierten en ángeles de la guarda, motivándonos para que no abandonemos, pero hay que saber que no todos los docentes tiene la vocación  y que mientras unos tiene la capacidad de motivarnos hay otros que nos hacen pensar en renunciar. Cuando contamos con los docentes que motivan, se siente tan bien darse cuenta que a pesar de toda la situación, hemos sido capaces de seguir y que cada vez estamos más cerca de lo que buscamos, nos damos cuenta que nada es tan malo como parece y que cuando todo esto termine vamos a sentarnos a pensar en lo pasado como estudiantes, hermanos, padres, madres, amigos etc. Llegando a múltiples conclusiones, eso dependiendo de cada experiencia vivida; por mi parte soy libre de decir que esta pandemia me ayudo de una manera que nadie se imagina a crecer, a aprender y conocer de mi cosas que no conocía.

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