El hambre en la actualidad

Mitzy Daniela Pérez Delgado 2ª

EL HAMBRE EN EL MUNDO

La situación del hambre en el mundo es un tema que nos concierne a todos, es importante saber de este tema, ya que es una realidad que vivimos frente a nuestros ojos, cuando vemos a un niño pidiendo dinero para comer, o la persona que tenemos a lado que sufre de un trastorno alimenticio, o nosotros mismos que tenemos una pésima alimentación y no le damos importancia. En este ensayo mencionare una serie de términos relacionados con el hambre, enfermedades, y como este fenómeno repercute en el planeta tierra, en la sociedad, y medidas que podemos tomar para disminuir el hambre en el mundo.

Hay que empezar definiendo lo que es el hambre, que consiste en la sensación que indica la necesidad de alimentos, la falta de alimentos básicos que causa el apetito. De aquí deriva la malnutrición que describe una condición causada por una mala nutrición o dieta, que puede ocurrir por falta o exceso de consumo de calorías y minerales. La hambruna es una escasez de comida para humanos y fauna, causa malnutrición, desnutrición, epidemias y puede llegar a ser mortal en las regiones afectadas. Por último la desnutrición es una deficiencia en la ingesta de calorías y proteínas, es crónica, causa dificultades en la salud y en el desarrollo físico o intelectual y se manifiesta en diferentes problemas, y si es muy fuerte puede causar directa o indirectamente la muerte.

“Fisiológicamente, el hambre está producida por los grandes estímulos que ejercen ciertas sustancias sobre nuestro cerebro. Así, por ejemplo, la hipoglucemia, estimula al hipotálamo lateral y produce estímulos vagales que nos obligan a comer, mientras que los ácidos grasos, la colesterina y la serotonina estimulan al hipotálamo ventromedial y nos producen la sensación contraria del hambre: la saciedad. En esta situación, se activan los procesos necesarios para la consecución de alimento: actividad del sistema dopaminérgico, dota al sistema nervioso central de una claridad en el pensamiento y en la percepción del medio (similar a la que la estimulación por drogas pueda causar), aumentando la neuro actividad. Cuando la fuente de alimento está localizada, entran en funcionamiento las catecolaminas (en concreto la adrenalina), que dotará al organismo de energías de reserva para poder conseguir la fuente de energía necesaria.”

Lo que nos quiere decir este fragmento es que el hambre es algo meramente fisiológico, consta de muchos procesos cerebrales, una mezcla de sustancias que provocan nuestros estados de ánimo, nuestras necesidades, básicamente el cerebro es lo más importante en nuestro organismo, de ahí se derivan todas las funciones del cuerpo y surge el pensamiento.

El hambre debilita el sistema inmune, los niños se vuelven vulnerables y débiles como para luchar contra alguna enfermedad y pueden llegar a morir por infecciones comunes como el sarampión y la diarrea. Cada año, casi siete millones de niños mueren antes de cumplir los cinco años.

La mayoría de las muertes por hambre son por la desnutrición permanente. Las personas simplemente no tienen suficientes alimentos porque no cuentan con los recursos necesarios para adquirirlos debido a la extrema pobreza.

“La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que en 2012 el hambre crónica afecta a 1.040 millones de personas en el mundo, habiéndose agravado en los últimos años por el alza en el precio de los alimentos y la crisis económica.”

Esta situación de hambre surge por una crisis económica, ya sea provocada por guerras o desastres naturales, igualmente por la corrupción de un país, donde los pobres se hacen más pobres y los ricos más ricos, un claro ejemplo es México. Aquí un factor importante es que el menor porcentaje de la gente que sufre de hambre, no muere por el hambre misma, lo letal es la desnutrición diaria, ésta afecta a muchas más personas, el hambre es mucho más que un estómago vacío. Las víctimas deben vivir con mucho menos de 2,100 kilocalorías durante semanas o incluso meses. El cuerpo compensa esa falta de energía disminuyendo sus actividades físicas y mentales, una mente con hambre difícilmente puede llegar a concentrarse, un cuerpo hambriento no toma iniciativa, un niño con hambre pierde el deseo de jugar y divertirse, incluso de estudiar si pudieran cubrir primero la necesidad de comer.

Imagina a un niño en la calle tirado inhalando una mona, o ingiriendo cualquier tipo de droga, ¿qué es lo primero que se nos viene a la cabeza?, seguramente que es un mal viviente, drogadicto, vicioso, que es pobre porque quiere, que se droga por ociosidad, pero detengámonos un momento a pensar en lo prejuiciosos que somos, ¿qué tal que su manera de no sentir hambre, de no vivir su horrible realidad es ingiriendo sustancias?, para no sentir el horror, hambre, maltratos, explotación, violencia. Se nos hace muy fácil juzgar a la gente, y ocurre más cuando sentimos que una persona es inferior a nosotros, y si en verdad tuviéramos un poco de empatía, si tratáramos de no juzgar a las personas, de ayudarnos como comunidad, nuestro mundo sería muy diferente a como lo conocemos, menos personas vivirían en pobreza extrema, habría menos enfermedades, la convivencia sería más sana, habría muchos más beneficios.

El mundo produce lo suficiente para alimentar a las siete mil millones de personas que habitan el planeta tierra, pero ¿por qué una de cada ocho personas terminan al final del día con hambre?, y en algunos países uno de cada tres niños está bajo de peso; pues encontré los seis principales factores por los cuales existe el hambre.

El primero es la pobreza, las personas pobres no pueden comprar, por lo general, comida nutritiva para ellos ni para sus familias. Esto provoca, como lo mencione antes, falta de energía, los vuelve débiles y a su vez, menos capaces de ganar dinero que los podría ayudar a salir de la pobreza y el hambre. Esto es tan malo, que los niños desde pequeños son hambrientos, y les provoca una desnutrición crónica, y esto puede afectar sus futuros ingresos, condenándolos a una vida de pobreza y hambre.

En países en vías de desarrollo, normalmente los agricultores no pueden costear las semillas, y en consecuencia no pueden plantar sembradíos que hubieran provisto a sus familias de alimento; otros deben cultivar sin las herramientas ni fertilizantes necesarios, algunos no cuentan con tierra, agua o educación; en conclusión, los pobres sufren de hambre, y al mismo tiempo, el hambre no los deja salir de la pobreza.

El segundo factor es la falta de inversión agrícola, muchos países en vía de desarrollo carecen de una buena infraestructura agrícola, como un sistema vial, silos o irrigación, y como resultado, aumenta el precio del transporte, falta de instalaciones de almacenamiento y suministro de agua intermitente. Todo esto provoca que las cosechas no sean las mejores, y disminuye el acceso al alimento.

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