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Egipto En Al Actualidad


Enviado por   •  20 de Agosto de 2011  •  1.902 Palabras (8 Páginas)  •  983 Visitas

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Egipto es en la actualidad un país situado en el noroeste de África; exactamente, en la encrucijada de caminos entre dicho continente y Asia, a un lado y otro del canal de Suez.

Además, es una prolongación del Sahara que limita al este con Israel y el Mar Rojo, al oeste con Libia, al sur con Sudán y al norte con el mar Mediterráneo. Tiene una extensión de 1.001.622 Km2 de los cuales tres cuartas partes de su superficie la integra el desierto del Sahara siendo una de las regiones más áridas del globo, sólo habitado en torno a los oasis; y posee 2.450 km. de costa a lo largo de mar Mediterráneo y el Mar Rojo. En general, predomina el clima desértico propio de las regiones donde se asientan las altas presiones subtropicales. Posee una de las densidades más altas del mundo con 69.530.000 (2.001) habitantes y viven, casi en su totalidad, en un 5% del territorio. Su capital es El Cairo.

Hoy día observamos una acusada división del país en cuatro zonas:

1.- El Valle y Delta del Nilo, 2.- el desierto oriental y la cordillera arábiga, 3.- el desierto occidental, 4.- la península del Sinaí.

En concreto, el Valle separa dos zonas del país. Al este, dominan una meseta y montañas abruptas, al oeste se extiende otra gran meseta desértica, concentrándose las tierras fértiles a lo largo del valle y del Delta, extendiéndose un oasis fluvial con una anchura de 1 a 25 km. a lo largo del río, desde Asuan hasta su desembocadura. Los primeros pobladores de Egipto alcanzaron las riberas del Nilo, por entonces un conglomerado de marismas y foco de paludismo, escapando de la desertización del Sahara. Las primeras comunidades hicieron habitable el país, y se estructuraron en regiones llamadas nomos. Pasado el tiempo y tras épocas de acuerdos y disputas los nomos se agruparon en dos proto-naciones, el Alto Egipto y el Bajo Egipto. Egipto se unifica alrededor del año 3200 a.C., desde el faraón Menes (Narmer en su nombre egipcio).

Es esta misma zona donde se sigue desenterrando en la actualidad la herencia de una de las culturas más sabias, ricas y grandiosas de la Historia.

Lo cierto es que las idóneas características que prometía la geografía, ya que ofrecía un aislamiento ante el acoso de los pueblos enemigos; junto al efecto natural de la crecida del río Nilo brindaba la riqueza y las condiciones óptimas paras el desarrollo de una de las principales y más admiradas civilizaciones en la historia de la humanidad.

Lo que se ha venido denominando el Egipto Antiguo; es decir, los comienzos de la civilización que pobló la región en la que nos centramos, recorre tres etapas marcadas por la grandeza de la política, de las construcciones y de los éxitos militares; con periodos intermedios de conflictos internos y dominación por gobernantes extranjeros. En primer lugar, en el Imperio Antiguo observamos el florecimiento de las artes y la construcción de inmensas pirámides. Durante la etapa posterior, el Imperio Medio (2050-1800 a. C), se produce el esplendor económico y, por último, en el Imperio Nuevo (1567-1085 a. C), se alcanzó el colmen de los éxitos tratando dicho tiempo como una época de edad dorada. La última y más larga dinastía, la dinastía XVIII; sería derrocada por el pueblo persa en el 341 a. C. y más tarde controlados y gobernados por griegos y romanos. La sombra del gran imperio de faraones casi no tenía proyección más que en la propia Historia; Egipto formaba parte de otros imperios y su población, sus costumbres, legislación… iría menguando y mutando a medida que iban siendo invadidos. Con la muerte de Mahoma en el 642 se produce la invasión árabe, el Islam el idioma árabe, sus costumbres… marcarían una nueva etapa durante los siguientes seis siglos. A finales del siglo X los Fatamidas se hicieron con el gobierno; posteriormente se procede a la época de Saladino que supondrá un renacimiento cultural y económico favorecido por el espíritu de la Jihad, guerra santa en respuesta a las cruzadas cristianas. Entre 1250 y 1517, los Mamelucos, que eran parte de una casta militar local, tomaron el control del gobierno y derrotaron a los mongoles en su avance imparable por Asia pero apenas fueron incapaces de impedir la ocupación del país y el control del gobierno por parte de los turcos otomanos.

El declive de Egipto data de la época en que los otomanos se hacen con la región y, a pesar de la breve presencia de imperios de la talla de la Francia de Napoleón, la caída de Egipto parecía irreversible. La serie de guerras civiles entre otomanos, mamelucos y mercenarios albaneses no hicieron más que sumir en la miseria a una de las civilizaciones más destacadas de la Historia Universal.

A principios del siglo XIX nacería un nuevo Egipto con una independencia absoluta, un regente (el sultán Muhammed Alí) encargado de poner en marcha una política de reconstrucción orientada a occidente y que se resumiría en una serie de reformas tales como nuevas estructuras militares, educativas, industriales y agrícolas, incluyendo planes de regadío, que fueron continuadas y ampliadas por su nieto y sucesor Ismail Pachá.

1869 daría comienzo a una nueva etapa en la Historia contemporánea egipcia, tras la apertura del canal de Suez la situación geográfica y estratégica era envidiable e imperios tales como el británico no dudaría en ejercer su influencia mediante un protectorado. De nuevo el gran imperio faraónico no podía hacer frente a las tensiones exteriores y se veía inmerso en los brazos de un pueblo extranjero; los viejos tiempos ya ni se recordaban.

Con la persistencia el pueblo egipcio lograría sobrevivir ante dicha invasión; primero se logró una constitución propia a pesar de la gran influencia inglesa en el país, más tarde, llegaría el nombramiento de un régimen parlamentario, gobernantes egipcios y, por último, el cese del tratado anglo-egipcio y la

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