El racismo en Guatemala
Mercy GonzalesEnsayo27 de Agosto de 2023
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El racismo en Guatemala
“Guatemala no ha sido jamás un Estado de derecho y le falta por llegar ahí.”. Esto manifiesta Armando de la Torre en “En Guatemala no se respetan los derechos de todos por igual”. El autor define como pseudoderechos a los derechos de los grupos indígenas y las minorías étnicas pues afirma que un derecho obliga a todos por igual, no excluye a nadie pues de lo contrario estos serían aspiraciones. Otra idea a destacar es que el respeto no depende de la pluralidad y esto va unido a la tolerancia; de la Torre afirma que: la tolerancia no es hacia las ideas, sino hacia las personas para proferir las ideas que en opinión de otros son equivocadas. Esto quiere decir que se debe respetar y tolerar a las personas por ser personas y que estas pueden defender sus puntos de vista, puesto que las ideas no tienen derechos ni obligaciones. También destaca que dejará de haber discriminación, cuando los grupos no privilegiados estén de acuerdo con los privilegios dados a otros grupos y que el Estado, tiene la obligación de brindar los derechos a todos por igual.
Irma Alicia Velásquez Nimatuj indica como el racismo ha existido en el país como mecanismo de opresión desde 1524 y que éste, se sigue reproduciendo, siendo apenas hasta el 2005 cuando se ha tipificado pues el mismo sistema de justicia ha servido para legitimarlo o negarlo. Nimatuj manifiesta como, a pesar que las leyes establecen igualdad de derechos para los pueblos indígenas, en la vida diaria esos derechos no son ejercidos plenamente. La autora establece las diferencias entre discriminación y racismo, indicando que la primera es amplia y abarca muchas dimensiones, en el caso de la discriminación racial, ésta se desprende de prejuicios que se asumen como reales y subestiman a personas de otros pueblos. A través de ejemplos obtenidos de artículos de opinión publicados en medios de comunicación, establece en que consiste el racismo y como se ha ocultado que existe o tratado de negar que el racismo es practicado por grupos de poder hacia las minorías pues este se entrelaza con una perpetuación orgánica, no de superioridad, pero sí de privilegios económicos y jurídicos para sectores específicos.
Presentar en la Constitución al país como una nación pluriétnica, multilingüe y pluricultural es enmarcar como ley algo que es la realidad del país, que debe ser una descripción de la realidad. La constitución tampoco toma en cuenta los derechos de otras minorías como ciertos grupos religiosos y a los minusválidos, mucho menos a la diversidad sexual existente.
Considero que los términos pluriétnico, multilingüe y pluricultural han servido como conceptos a repetir al presentar al país y su diversidad cultural, pero se ha quedado solo en eso. No basta insistir que un país tiene estas características si no se manifiesta en la observancia, practica y respeto de los derechos de todos los grupos existentes. No se puede lograr una sociedad igualitaria con solo decir que lo es porque en las leyes del país está establecido. Estoy de acuerdo en parte a lo referente a los Estados plurales que menciona De la Torre, aunque considero que se debe tomar en cuenta el momento de la publicación del documento con mi perspectiva actual, pues hechos recientes en los países que el autor menciona, demuestran que no se respeta la diversidad cultural de sus integrantes, especialmente en los Estados Unidos y en países donde ideas neonazis toman mayor relevancia.
En cuanto a la tolerancia hacia las personas, pero no a las ideas, estoy de acuerdo, pero considero que hay una línea muy fina entre ambas; acá puedo mencionar la Paradoja de la tolerancia del filósofo Karl Popper que manifiesta que no se puede tolerar lo intolerante, es decir, como personas tenemos el poder de elegir no tolerar ideas que estén en contra de nuestros derechos o de los derechos de otros. Creo que el autor tiene ideas que caen dentro de los micro machismos como cuando habla de su desacuerdo respecto a las cuotas mínimas de mujeres diputadas o grupos de hombres que deban aceptar a mujeres y viceversa, puesto que, si hay menos mujeres interesadas en política, es porque en primer lugar no se les ha brindado las oportunidades de participación suficientes y desde la infancia se espera que su rol de mujer sea otro; en cuanto a los espacios que solo admiten hombres, esto ha sido una forma de excluir a las mujeres porque son consideradas inferiores mientras que los espacios solo para mujeres, son en realidad zonas seguras de la violencia machista. Considero que las respuestas de De la Torre empezaron bien pero luego se convirtieron en contradicciones y confusión de conceptos, aunque aporta nuevas e interesantes propuestas para cambiar el panorama de desigualdad en el país.
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