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El socialismo Marxista, tesis principales y crítica


Enviado por   •  5 de Diciembre de 2018  •  Ensayos  •  2.998 Palabras (12 Páginas)  •  168 Visitas

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE COAHUILA

FACULTAD DE JURISPRUDENCIA

LICENCIATURA EN DERECHO

El socialismo Marxista, tesis principales y crítica

        

Contreras Rodríguez Evelyn Mariel, Escalante Rodríguez Juan Manuel, Gonzáles Campos Irma Mariel,  Torres Méndez Nancy Guadalupe, Quiroz Martínez José Juan, Zúñiga Alvarado Aranzazú.

Alumnos del primer semestre sección “C”

Historia del pensamiento político

Licenciado Gonzalo Gutiérrez de La Garza

Saltillo, Coahuila, Diciembre de 2018


INTRODUCCION

Se le conoce como socialismo científico al socialismo influenciado por Karl Marx, este término fue acuñado por  Friedrich Engels para así distinguirlo de los demás socialismos que no se basaban en el materialismo histórico, el mismo que sería identificado como método científico según sus partidarios.

En este modelo se plantea el cómo la sociedad es una constante lucha de clases y como esta misma genera un gran cambio en la sociedad del mismo modo se identifica al sujeto colectivo de la revolución socialista como el proletariado industrial.

El socialismo científico se inició en el siglo XIX, por obra de Karl Marx y Friedrich Engels, el cual fue llamado socialismo vivo marxista. Esta ideología rompió con los socialistas Utópicos, porque no representaban en la práctica cómo combatir el capitalismo, pero reconocieron la importancia del análisis crítico de la realidad política y económica del capitalismo durante la revolución industrial.

Carlos Marx y su colaborador y amigo Federico Engels realizaron un análisis de la sociedad capitalista, indagando en sus contradicciones y planteando los medios para su destrucción.

El marxismo se alejaba de los postulados teóricos, reformistas, idealistas y supuestamente irrealizables del socialismo utópico.

DESRROLLO

El marxismo es una teoría monista que ofrece una clave explicativa para todo lo importante que acontece en la historia y en la sociedad. Esta clave es la modalidad de producción económica, su funcionamiento, las divisiones y conflictos de clases que genera, su efecto limitante y, por último, determinante sobre el resultado de los acontecimientos. Su filosofia consiste en la transposición del idealismo hegeliano, es decir sustituir el concepto de espíritu por el de materia, ésta es entendida como la esencia física y absoluta de todo lo existente, considerada como fuente única de toda realidad.

Marx defiende que no existe una esencia de "ser humano" que deba ser realizada, sino que el hombre es trabajo, actividad. El ser humano se hace a sí mismo en sus propias acciones y decisiones, sin realizar ningún modelo previo. El hombre es un ser activo, y su dimensión práctica es más importante que la teórica. El hombre no puede entenderse sólo como un "animal racional": si la capacidad de pensamiento domina sobre la capacidad de acción, se reproduce una concepción injusta heredada ya de las sociedades esclavistas. Además, hemos de tener en cuenta que el trabajo y la acción es lo que pone en contacto al ser humano con la misma naturaleza y con el resto de seres humanos. A través del trabajo el hombre transforma la naturaleza y ocupa un puesto determinado en la sociedad. Por todo esto, dirá Marx en la sexta tesis sobre Feuerbach que "la esencia humana no es algo abstracto inherente a cada individuo; es, en realidad, el conjunto de las relaciones sociales."

Tomando como referencia este cambio en la concepción del ser humano, Marx reforma también otro concepto heredado de Hegel y de Feuerbach: la alienación. Podríamos definirlo como aquel proceso o situación social por la cual el hombre se convierte en algo distinto, ajeno o extraño a lo que debería ser, a lo que le corresponde. Marx entiende que esta alienación se da precisamente en el trabajo: aquello que debería realizar al hombre es precisamente lo que le termina cosificando, lo que le esclaviza, lo que le convierte en algo inhumano, por tanto en algo distinto de lo que el hombre es. En la medida en que el trabajo no humanice al ser humano, se tratará de un trabajo alienante, y estará en el punto de mira de la crítica marxista. Para Marx hay una relación directa entre esta alienación del trabajador y la propiedad privada. Por eso, desde esta primera época en que perfila el concepto de alienación, abogará por una supresión del capital, que tendrá como consecuencia la desaparición de la alienación del hombre. El ansia de tener, de dominar las cosas, de vencer sobre los demás se verá sustituido por una nueva relación con la naturaleza basada en sentimientos como el amor o la confianza.

Marx basa su pensamiento en el materialismo, en las clases sociales, en la propiedad privada y en el trabajo. El ve el materialismo como una oposición al idealismo y como la solución a la cuestión fundamental de la filosofía dándole prioridad al mundo material. Según esta concepción el mundo y por extensión el universo es material, existente objetivamente fuera e independientemente de la conciencia. La materia es primaria y la conciencia y el pensamiento son propiedades de ésta a partir de un estado altamente organizada. El pensamiento en tal sentido es un nivel superior del conocimiento humano, proceso de reflejo de la realidad objetiva. Sostiene además que la materia no ha sido creada de la nada, que existe en la eternidad y que el mundo y sus regularidades son comprensibles.

Marx también implementa el materialismo histórico en la cual su intención no es afirmar que todo es materia, sino que su propuesta va más allá, precisamente por el hecho de aplicarse a la historia y la economía. De manera que este materialismo marxista está alejado del idealismo hegeliano (la realidad material será más importante que el pensamiento) pero también mantiene una distancia crítica respecto al materialismo clásico y el mecanicismo, demasiado reduccionistas piénsese en los nuevos modelos científicos del siglo XIX, como la teoría de la evolución y estáticos, carentes del dinamismo propio de la dialéctica. La realidad es sólo un objeto de contemplación y no de transformación, que es precisamente la concepción marxista de la realidad. Las cosas no están ahí simplemente para decir: "todo lo que percibo es una composición material", y continuar la vida de un modo teórico. Su intención última es ampliar el punto de vista de un materialismo demasiado rígido, y rebajar las alas al idealismo: mediante un planteamiento dinámico, podemos entender al hombre en relación con las cosas. Hombre y realidad están íntimamente unidos a través del trabajo, verdadera esencia del ser humano, que a la vez lo realiza y transforma la naturaleza. El materialismo histórico de Marx se empobrece si se entiende como una teoría metafísica o filosófica. Más bien, debe ser comprendida como una teoría de la economía, la sociedad y la historia, tres fenómenos esencialmente humanos. En estas tres dimensiones de la vida humana, existe una misma clave explicativa, y un mismo motor: la contradicción y la lucha de clases.

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