ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Estudio De Tiempos: Selección Y Cronometraje Del Trabajo


Enviado por   •  11 de Septiembre de 2013  •  3.777 Palabras (16 Páginas)  •  1.557 Visitas

Página 1 de 16

Capitulo 16

Estudio de tiempos: selección y cronometraje del trabajo

Selección del trabajo

Lo mismo que en el estudio de métodos, lo primero que hay que hacer en el estudio de tiempos es seleccionar el trabajo que se va a estudiar. La selección rara vez se hace sin un motivo preciso, por ejemplo:

Novedad de la tarea, no ejecutada anteriormente (cuando son nuevos el producto, el componente, la operación o la serie de actividades).

Cambio de material o de método, que requiere un nuevo tiempo tipo.

Quejas de los trabajadores o de sus representantes sobre el tiempo tipo de una operación.

Demoras causados por una operación lenta, que retrasa las siguientes, y posiblemente las anteriores, por acumularse los trabajos que no siguen su curso.

Fijación de tiempos tipo antes de implantar un sistema de remuneración por rendimiento.

Bajo rendimiento o excesivos tiempos muertos de alguna máquina o grupo de máquinas.

Preparación para un estudio de métodos o para comparar las ventajas de dos métodos posibles.

Costo aparentemente excesivo de algún trabajo.

Si el propósito del estudio es fijar normas de rendimiento, normalmente no se debería hacer mientras no se haya establecido y definido con un estudio de métodos la mejor forma de ejecutar el trabajo.

Hay que asegurarse primero de que el método es bueno, y no hay que olvidar, después, que todo tiempo corresponde exclusivamente a un método bien determinado.

Toda tentativa de modificar los métodos que lleve automáticamente a una nueva evaluación de los tiempos asignados probablemente despierte gran resistencia, y sería imprudente continuar los estudios. En tal caso, es preferible empezar por tareas donde sea evidente que el estudio de tiempos puede provocar un aumento de los ingresos de los trabajadores, aunque los trabajos sean menos importantes para el rendimiento general de las empresas.

El estudio de tiempos y los trabajadores.

La finalidad del estudio de métodos es evidente: consiste en perfeccionar el método con que se efectúa una tarea, y a nadie le cabe duda de que es una función del especialista en estudio del trabajo. Los operarios incluso le quedarán agradecidos si consigue evitarles faenas fatigosas o molestas. Pero el propósito del estudio de tiempos no es tan claro, y si no se explica con especial cuidado puede ser objeto de interpretaciones completamente erróneas o falseadas, con el consiguiente descontento, cuando no alguna huelga.

Si nunca se ha efectuado allí un estudio de tiempos, más vale que el especialista reúna a los representantes de los trabajadores y al personal dirigente para explicarles en términos sencillos la razón y el objeto de su trabajo, y les pida que manejen el cronómetro.

Cuando se pueda escoger entre varios operarios, es mejor preguntar al capataz y a los representantes de los trabajadores que obrero, a su juicio, se debería estudiar primero, subrayando que deber ser competente y constante en su trabajo. Deberá tener un rendimiento promedio o ligeramente superior, y en ningún caso deberá ser una persona que por temperamento no pueda trabajar normalmente cuando siente que la observan.

Si existe la probabilidad de que el trabajo estudiado se realice en serie, posiblemente por un gran número de operarios, es importante que el estudio se base en varios trabajadores calificados.

En la práctica del estudio de tiempo se hace la distinción entre los trabajadores llamados representativos y los calificados.

El trabajador representativo es aquel cuya competencia y desempeño corresponden al promedio del grupo estudiado.

El trabajador calificado es aquel de quien se reconoce que tiene las aptitudes físicas necesarias, que posee la requerida inteligencia e instrucción y que ha adquirido la destreza y conocimientos necesarios para efectuar el trabajo en curso según normas satisfactorias de seguridad, cantidad y calidad.

Una vez seleccionado el operario cuyo trabajo se estudiará en primer lugar, el especialista deberá hablarle, en compañía del capataz y del representante de los trabajadores, para explicarle cuidadosamente el objeto del estudio y lo que hay que hacer. Se le pedirá que trabaje a su ritmo habitual, haciendo las pausas a que este acostumbrado, y se le recomendará que exponga las dificultades con que tropiece. Es importante convencer al capataz de que no vigile más al trabajador: hay obreros que experimentan verdadero pánico cuando los observa su superior.

Cuando se haya implantado un método nuevo hay que dar al trabajador tiempo sobrado para habituarse antes de cronométralo. Tal vez se necesiten varios días e incluso varias semanas de práctica, según la duración o complejidad de la operación, antes de que el trabajo se pueda cronometrar valederamente para fijar tiempos tipo. Tampoco deberá utilizarse para medir el tiempo un trabajo hecho por obreros recién asignados a un puesto al que aun no estén perfectamente habituados.

Es importante la posición en que se coloca el especialista con relación al operario. Debería situarse de modo que pueda observar todo lo que hace el operario, particularmente con las manos, sin entorpecer sus movimientos ni distraer su atención. No debería estar exactamente delante de él ni tan cerca que le dé la sensación de tener a alguien encima. La posición exacta del especialista dependerá de la clase de operación que se estudie, pero generalmente conviene que se sitúe a un lado del operario, un poco hacia atrás y a unos dos metros de distancia. Así, el trabajador puede verlo volviendo ligeramente la cabeza, y en caso necesario pueden hablarse para hacer preguntas o explicar algo relacionado con la operación. El tablero con los formularios de estudio de tiempos y el cronómetro deben estar en una línea de visión que permita ver la hora y anotarla sin dejar de observar el trabajo estudiado.

De ningún modo se intentará cronometrar al operario desde una posición oculta, sin su conocimiento o llevando el cronómetro en el bolsillo. El estudio del trabajo no debe tener nada que ocultar.

Es igualmente importante que el especialista esté de pie mientras realiza el estudio. Entre los obreros hay tendencia a pensar que todo el trabajo les toca a ellos, mientras que el analista es un mero espectador. Acentuará esa impresión si se instala cómodamente: pronto le perderían el respeto, que es la mayor

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (24.4 Kb)  
Leer 15 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com