Europa rezagada pero dinámica

El capitalismo en Europa medieval surgió por la desintegración política del imperio romano, la desmonetarización, (provocó un deterioro en la economía de los mercados), la desaparición de las relaciones comerciales, (ya se habían expandido desde el mar báltico hasta china), la migración de las personas a otras partes del mundo, entre otras razones las cuales provocaron, la desaparición de ciudades y vías de comunicación, es decir, el derrumbe de todos los elementos capitalistas que construyeron desde sus inicios. Por tales motivos, ellos decidieron optar por la economía doméstica y el autoabastecimiento. Posteriormente, el capitalismo volvió a surgir de una manera impresionante, pues al principio solo comercializaban entre Europa y Asia, pero debido al buen rendimiento se fueron expandiendo, por lo cual se desarrolló una comercialización frecuente vía marítima y terrestre. Lamentablemente, los viajes eran muy riesgosos por lo cual, en caso de la vía marítima, navegaban muy resguardadas con el fin de evitar los robos por parte de los piratas y en vía terrestre se unían para formar una multitud. Poco después se creó la liga hanseática que consistía en la agrupación de comerciantes, quienes supervisaban los viajes de los barcos, además se enfocaban en productos de lujo como el ámbar y las especias, también en productos de masas, tales como el algodón, paños, pieles, pescado, sal, cereales, y productos de metal. Debido a esto lograron tener mucho éxito, lo cual generó considerables ganancias (15%-20% del capital anual). Asimismo, apareció un nuevo método llamado la doble contabilidad antes llamado alla veneziana, que fue de suma importancia para la mejora del capitalismo comercial.  Esto permitía examinar él debe y el haber de manera certera y en cualquier instante. Por otro lado, la iglesia católica desaprobaba el préstamo de dinero y la concesión a cambio del pago de intereses, no todos estuvieron de acuerdo así que se propagó las ideas anticapitalistas.

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