Dinamicas
Enviado por amezari • 10 de Septiembre de 2011 • 8.969 Palabras (36 Páginas) • 450 Visitas
1. Las estrategias de aprendizaje: ¿Qué son? ¿Cómo se enmarcan en el
currículum?
En este primer capítulo nos proponemos diferenciar, por una parte, entre las nociones de
método, técnica y otros procedimientos curriculares relacionados con el concepto de estrategia
de aprendizaje; por otra parte, pretendemos clarificar qué son las estrategias de aprendizaje y
cuándo y cómo pueden enseñarse para completar su auténtico objetivo: a dar al alumno a
aprender de forma significativa y autónoma los diferentes contenidos curriculares.
Después de establecer cuál debería ser el lugar y la función de las estrategias en el
currículum escolar, nos plantearemos algunos interrogantes que habitualmente están presentes
en la práctica pedagógica cuando nos referimos a la posibilidad o la necesidad de enseñar
estrategias de aprendizaje.
Éste es, desde nuestro punto de vista, un capítulo introductorio que debería ayudamos a
compartir significados y establecer el marco general a partir del cual se han de llevar a cabo las
sucesivas concreciones que la actuación educativa conlleva, aspecto del que nos ocuparemos en
capítulos posteriores.
De las técnicas de estudio a las estrategias de aprendizaje. (¿Enseñamos técnicas o
estrategias?)
Para conseguir nuestro propósito puede ser útil iniciar nuestra exposición con la descripción
de algunas maneras diferentes de aprender (y, evidentemente, de enseñar) basadas en un mismo
contenido. Sugerimos, pues, al lector, que nos acompañe para observar la actividad desarrollada
en tres aulas de diferentes centros de Primaria. Supongamos que en estas aulas (probablemente
de ciclo medio) se está desarrollando una unidad didáctica relativa a la representación del entomo
mediante la realización de planos.
En la primera de dichas aulas, el profesor pretende que los alumnos realicen el plano de su
clase; para ello, primero les enseña cómo puede hacerse un plano parecido: el del patio de
recreo. Delante de los alumnos dibuja un rectángulo (ésta es la forma del patio) y explica que
utilizará unos símbolos para representar todos sus elementos. Después de situar los símbolos en
su .lugar sugiere a sus alumnos que ellos hagan el plano de su clase de la misma manera. Se
trata -les dice- de que hagáis la mismo que he hecho yo, pero con la clase.
Vamos a realizar el plano de nuestra clase. Recordad todo lo que acabo de hacer, y no
olvidéis que ¡hay que utilizar los símbolos apropiados!- A continuación, apunta en la pizarra los
símbolos que representan las ventanas, mesas, sillas, armarios y demás materiales del aula, y
reparte a sus alumnos unas hojas cuadriculadas en las que ellos realizan su plano.
En la segunda de las aulas, nos encontramos con una profesora que pretende que sus
alumnos aprendan a realizar el plano de su clase teniendo en cuenta la necesidad de representar
simbólicamente los diferentes elementos de éste y considerando las proporciones del plano.
Antes de empezar sugiere a sus alumnos que hagan un listado de todos los elementos que debe
contener el plano. “Vamos a hacer el plano de la clase; primero anotaremos todos los elementos
que debemos incluir en este plano”.
Una vez completado este listado, se discute entre toda la clase cómo deben representarse
estos elementos; la profesora especifica los criterios que hay que tener en cuenta: “Los símbolos
deben ser simples, representativos y de fácil interpretación”. Durante diez o doce minutos los
alumnos piensan posibles símbolos que cumplan los criterios comentados para representar los
elementos que debe contener el plano. Se presentan las diferentes propuestas y, después de
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analizar su pertinencia con cada uno de los tres criterios que debían respetar, se escogen los
símbolos que parecen más adecuados.
También hay que pensar en cómo calcular las medidas de nuestro plano- comenta a
continuación la profesora. Para facilitar esta cuestión y respetar la proporción con las medidas
reales, les propone entonces la posibilidad de utilizar dos procedimientos diferentes:
Podemos medir la clase y sus elementos en palmos y después, en el papel, cada palmo será
un centímetro de nuestra regla-; y, para asegurarse de que entienden cómo hacerlo, ella misma
les pone un ejemplo de cómo utilizar este procedimiento dibujando y midiendo una ventana en
la pizarra.
Otra manera de hacerlo puede consistir en imaginar unas medidas para la clase y para los
elementos que hay en ella y poner en el plano estas medidas-. Y añade: “¡Pero debéis tener
cuidado, no vale cualquier medida que imaginéis! Hay que tener en cuenta, por ejemplo, que
una ventana de nuestra clase es más pequeña que la pizarra y que el armario debe resultar mayor
que las mesas. ¿De acuerdo?”
A continuación
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