Eutanacia

La Eutanasia

Se comprende por eutanasia como la ayuda a morir o la asistencia al suicidio de quien no puede hacerlo por sí mismo, en respuesta a su deseo de morir por las causas que sean. La práctica de la eutanasia se viene dando desde tiempos remotos, los primeros que incursionaron en ella fueron los griegos, para quienes señalaban una buena muerte, tenían el siguiente concepto: ¨Quien no desee vivir debe exponer los motivos al Senado y una vez lo haya recibido, puede quitarse la vida. Si la existencia te resulta odiosa, muere; si el destino te es adverso, bebe cicuta (hierva toxica). Si la pena te abruma, abandona la vida. Dejad que el infeliz relate su desgracia, dejad que el magistrado le proporcione el remedio para que él mismo pueda ponerle fin¨.

Esta práctica tiene sus defensores y detractores desde la antigüedad, hasta nuestros días. A través de la Historia los grandes filósofos han dejado ideas las cuales han influido directamente en la Historia del Mundo entero , como es el caso de Sócrates y Platón, quienes defendían la eutanasia, se aferraban a la idea de que una enfermedad dolorosa y que llevara a un alto sufrimiento, sería una buena razón para dejar de vivir.

Lo normal en un ser vivo es que desee seguir viviendo, pero hay quienes afirman que en ciertas circunstancias la vida puede ser tan penosa que el individuo prefiere acabar con ella a continuar sufriendo. Adelantar la muerte, por muy cierta y dolorosa e insoportable que parezca la vida, es otorgarse un derecho que sólo a Dios le pertenece.

En épocas anteriores los motivos en que se ha basado la sociedad para aceptar o condenar la eutanasia han sido muy diversos, ya sean por cuestiones culturales, políticas, sociales y religiosas, a su vez existe un gran número de casos en donde no se tuvo en cuenta la decisión del paciente. El problema principal hoy en día consiste en saber si existe un derecho subjetivo de la persona a disponer de su propia vida hasta el punto de poder decidir cuándo acabar con su vida.

Actualmente el debate es entre dos campos. Están los que quieren legalizar la eutanasia quienes afirman que este derecho a la muerte es ilimitado y es exigible por el individuo frente a la sociedad y los médicos, lo que se contradice con unos de los mandamientos. Por otro lado, los contrarios a la eutanasia sostienen que la preocupación por el bien común exige poner límites a una reivindicación individual que, si se reconociera por ley, daría paso a un derecho a la muerte incompatible con las fuentes morales de la democracia.

La institución que rechaza y ejerce presión contra la eutanasia es indiscutiblemente la Iglesia, a opinión de Benedicto XVI en la encíclica Caritas in veritate: “No han de minimizarse los escenarios inquietantes para el futuro del hombre, ni los nuevos y potentes instrumentos que la cultura de la muerte tiene a su disposición. A la plaga difusa, trágica, del aborto, podría añadirse en el futuro. Una sistemática planificación eugenésica de los nacimientos. Por otro lado se va abriendo una “mente eutanásica”, manifestación no menos abusiva del dominio sobre la vida, que en ciertas condiciones ya no se considera digna de ser vivida. Detrás de estos escenarios hay planteamientos culturales que niegan la dignidad Dios la vida humana”

La eutanasia es una innecesaria dejación de las responsabilidades sociales, que

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