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Expresiones Artísticas Y Socioculturales


Enviado por   •  20 de Octubre de 2022  •  Resúmenes  •  5.160 Palabras (21 Páginas)  •  44 Visitas

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Universidad Autónoma De Nuevo León

Facultad De Ciencias Físico Matemáticas

Materia:

Expresiones Artísticas Y Socioculturales

Docente:

Omar Lira Acosta

Alumno:

Jennifer Carly Garcia Saldaña

Matricula:

2022316

2. Desarrolla un ensayo de entre 500 a 750 palabras en el que respondas la siguiente pregunta e incluyas los conceptos que se mencionan.

¿Qué elementos distinguen a las civilizaciones humanas estudiadas que dan muestra de sus avances?

- Arte rupestre

- Lascaux y España

- Mesopotamia, Egipto y China

- Grecia y Roma

- La Edad Media

Un mural rupestre es la expresión creativa más primitiva de todo el mundo, ya que proviene de la época prehistórica para mostrar el estilo de vida de la población de ese tiempo. Te invitamos a conocer todo lo relacionado al arte rupestre por medio de este artículo. Más allá de su carácter estético, el arte rupestre refleja la forma más efectiva de comunicación entre los pueblos prehistóricos, en una era donde la escritura aún no se había inventado y el uso del papel, la tela y otras superficies que se emplean para pintar no tenían cabida en esa época. Y es que las pinturas hechas en las paredes de cavernas y sobre rocas es lo más característico de la etapa primigenia de la presencia del hombre sobre la Tierra, y tal es su relevancia que disciplinas como la antropología y la historia del arte se han dado a la tarea de analizar los dibujos rupestres para conocer más sobre estas tribus, las cuales son el antecedente directo de lo que hoy conocemos como sociedad. Se le denomina arte rupestre al conjunto de pinturas, grabados y esculturas que, de acuerdo a hallazgos en cuevas antiguas y su análisis por parte de especialistas, datan de la época prehistórica. La pintura prehistórica se considera entre las primeras manifestaciones culturales humanas y, a diferencia de otras creaciones de ese período, son las pinturas de la Prehistoria la que mayor conservación ha tenido en el tiempo, a pesar de que han pasado miles y miles de años desde su concepción. Los estudios de campo en cuevas con arte rupestre hechos por años han revelado las costumbres, pensamientos, creencias, emociones y otros aspectos tan presentes dentro del humano primitivo, hecho que guarda la atención porque no se diferencia mucho de la noción que tiene el hombre actual en lo que respecta a su intervención en el arte. Asimismo, en un mural rupestre se puede ver la capacidad intelectual que tenían los hombres de ese tiempo y la forma en cómo representaban la realidad en la que se encontraban inmersos, todo ello rodeado de una carga mágico-religiosa y de la cotidianidad de los grupos humanos de esa época, como bien se pueden observar en diversas imágenes de arte rupestre que representan figuras y animales en pinturas alusivas a la caza, pero también reflejan, a través de escenas, como vivían los seres primitivos en su contexto. Vale acotar que, aunque se catalogue como un arte, su trascendencia no reside en su aspecto estético, como la mayoría de creaciones modernas o contemporáneas, sino que fueron fundamentales en su tiempo por las habilidades que mostraron los humanos prehistóricos al tomar diversos materiales provenientes de la naturaleza y usarlos como elementos para sus obras, a fin de comunicarse e identificarse entre tribus. Por otra parte, las cuevas con pinturas rupestres que se encuentran en un difícil acceso han hecho creer a los especialistas que estas obras eran parte de ofrendas o rituales ofrecidos a las deidades para atraer la buena fortuna en aspectos como la caza, la fertilidad, el comportamiento de la naturaleza y otros ámbitos. Al observar imágenes de figuras rupestres de diferentes épocas, se hace notable la evolución y desarrollo que tuvo este tipo de arte a lo largo de la Prehistoria. Mucho se ha hablado sobre el origen del arte rupestre, y aunque no se tenga una fecha exacta del comienzo de la producción de obras de este tipo, la pintura rupestre más antigua cuenta con más de 45.500 años, y fue hallada en una cueva en Indonesia, y se trata de la figura de un cerdo verrugoso que da una clara muestra de cómo son los animales de las pinturas de esta etapa artística. Sin embargo, se han hallado vestigios aún más antiguos de piezas de tallas y esculturas, como es el caso del ocre tallado y grabado que se encontró en una cueva en Sudáfrica, el cual data de más de 70.000 años, además de ubicarse en este recinto de Ciudad del Cabo un equipo de pintura completo que se estima tenga más de 100.000 años de existencia. La cueva de lascaux, el mayor museo del arte prehistórico. En 1940, unos chicos descubrieron por casualidad, en una cueva del suroeste de Francia, un impresionante conjunto de pinturas rupestres. En mayo de 1940, cuando los alemanes invadieron Francia a comienzos de la segunda guerra mundial, un profesor ya sexagenario se sumó a la oleada de parisinos que huían hacia el sur del país. Se llamaba Henri Breuil, aunque se lo conocía como abate Breuil por su condición de clérigo, y era la mayor autoridad en arte paleolítico de la época, el hombre que había explorado y calcado prácticamente todo el arte parietal que, desde el descubrimiento de Altamira en 1879, se había ido hallando en España y Francia. Breuil abandonó París en un coche alquilado. Con él iban sus documentos científicos y una selección de sus colecciones de cráneos humanos fósiles, arte mueble y huesos grabados del Instituto de Paleontología Humana y el Museo del Hombre, donde trabajaba. Se instaló en la población de Brive-la-Gaillarde, en casa de un antiguo compañero de seminario, Jean Bouyssonie. Fue allí donde, el 21 de septiembre de 1940, un maestro retirado, Léon Laval, alcanzó a remitirle un mensaje: en su pueblo, Montignac, a unos 25 kilómetros de Brive, había aparecido una cueva con pinturas prehistóricas. Se llamaba Lascaux. EL TESORO ESCONDIDO: El nombre de la cueva procedía de una familia noble, los Labrousse de Lascaux, a la que perteneció un castillo abandonado situado cerca de Montignac. Junto al castillo había una cueva envuelta en leyendas locales. Se decía que durante la Revolución Francesa un sacerdote de la familia se había refugiado en ella y que la entrada había sido tapada para ocultar un tesoro; en realidad, el supuesto sellado quizá se debió a un corrimiento de tierras. Hasta se escuchaban misteriosos sonidos procedentes de su interior. Cuando, hacia 1920, un abeto fue derribado por una tormenta, sus raíces volcadas hicieron que quedara despejada la entrada a la gruta, pero los ganaderos de la zona la cubrieron para evitar riesgos al ganado, pues un burro desapareció en sus entrañas. El 8 de septiembre de 1940, Marcel Ravidat, un adolescente de 17 años, y su perro Robot decidieron ir en busca del tesoro de la cueva de Lascaux. Tras mucho rondar, al final de la tarde fue el perro quien dio con un hoyo de un metro de diámetro por metro y medio de profundidad, oculto entre los matorrales. El perro se puso a escarbar en el fondo y logró abrir un orificio. Marcel arrojó piedras por el agujero y el sonido delató un hueco profundo. La noche se cernía ya sobre Lascaux y había que aplazar la exploración. Cuatro días más tarde, Marcel volvió con tres amigos de su edad. Con un largo cuchillo de fabricación casera trabajó durante una hora para abrir un orificio por el que se introdujo de cabeza. Una vez dentro se puso a reptar con los codos, iluminando el camino con una lámpara que había fabricado él mismo (era aprendiz en un taller mecánico): una bomba de aceite de un coche con una mecha de algodón. Transcurridos seis metros cayó pozo abajo, rodando sobre nódulos de sílex. La lámpara se apagó, pero pudo recuperarla entre magulladuras y animó a sus amigos a entrar. Lo primero que encontraron en el camino fue el esqueleto del burro desaparecido. Pero esto no fue todo. Los jóvenes avanzaron unos cuarenta metros hasta llegar a una galería estrecha. Cuando levantaron la lámpara quedaron atónitos: todo el techo estaba tapizado con pinturas de caballos y toros. Tras explorar la cueva durante dos días, los jóvenes convinieron en hablar con Léon Laval, el maestro jubilado. Al principio, Laval pensó que era una broma. Conducido al lugar, se resistió a entrar por aquel hueco, hasta que una aldeana de setenta años le dio ejemplo. Una vez dentro, Laval comprendió que era un hallazgo extraordinario y se apresuró a avisar a Breuil. Un chico, Maurice Thaon, llevó el mensaje al abate, junto con unos croquis y calcos que él mismo había trazado. Vivamente interesado, Breuil se trasladó de inmediato a Montignac. Pasó en la cueva prácticamente los tres meses siguientes estudiando las pinturas. Lascaxu: Las primeras conclusiones de Breuil no se hicieron esperar. Para él, las pinturas eran del período auriñaciense (que se extiende entre 38.000 y 30.000 años atrás), y en un artículo de 1941 afirmó que Lascaxu, "la Altamira francesa", "iguala como valor y como arte al de la caverna cantábrica, y, además, la explica, al modo en que un precursor puede explicar la obra de generaciones posteriores". Pero Breuil se equivocaba en parte: los materiales asociados a la ocupación de Lascaux, aunque anteriores a los bisontes de Altamira, pintados hace entre 15.000 y 12.000 años, son magdalenienses, no auriñacienses, y se datan hace 17.000 o 18.600 años, según el análisis de una varilla de asta de reno. Se ha descubierto que en Altamira se pintaba hace más de 35.600 años, precisamente durante el auriñaciense, y que en El Castillo (Puente Viesgo, Cantabria) hay signos con más de 40.800 años. A partir de Henri Breuil, muchos estudiosos han analizado la riquísima decoración rupestre de Lascaux. Las cifras son apabullantes. En los ochenta metros de longitud de la cueva se han catalogado 1.963 unidades gráficas, entre pinturas y grabados, de las que 915, casi la mitad, son de animales, si bien sólo se identifican con precisión 615. Encontramos 364 representaciones de caballos, 90 de ciervos, unos pocos toros y bisontes. Lascaux atesora casi la décima parte de todas las manifestaciones gráficas paleolíticas inventariadas en Francia y, desde el principio, aspira, junto con Altamira, al título de capilla Sixtina del arte prehistórico. Las primeras civilizaciones de Мesopotamia, Еgipto y Сhina: La Mesopotamia es un territorio que se extiende entre los ríos Tigris y Éufrates, también conocido como Medio Oriente (actual región de Irak), y que abarca partes del sudoeste de Asia y tierras alrededor del mar Mediterráneo oriental. El término mesopotamia significa “tierra entre ríos”. Resultó una zona muy fértil que permitió realizar las primeras actividades de agricultura. La Mesopotamia es considerada la cuna de la civilización por ser la región en la que se desarrollaron los primeros asentamientos humanos permanentes, alrededor del año 4000 a. C. Los primeros pobladores fueron los sumerios, que se establecieron en la ciudad de Uruk y luego lograron ocupar la región baja de la Mesopotamia. Las culturas del Antiguo Egipto se desarrollaron a lo largo del río Nilo, casi al mismo tiempo que las culturas de la Mesopotamia. Por eso, las obras arquitectónicas más antiguas del mundo se encuentran en la Mesopotamia y en Egipto. Los principales acontecimientos que marcaron la transición entre los períodos de la Prehistoria y la Edad Antigua fueron la creación de la rueda (alrededor del año 3500 a. C.) y el desarrollo de la escritura (a partir del 3300 a. C.) que practicaron los primeros pueblos de tipo sedentarios. El Antiguo Egipto o el Egipto Antiguo fue una civilización de la Antigüedad, que se originó a lo largo del cauce medio y bajo del río Nilo, cuya historia abarca más de tres milenios. Se la considera una de las más importantes de la humanidad. El área del Antiguo Egipto ha variado a lo largo de los siglos, pero en general se acepta que abarcaba desde el delta del Nilo en el norte, hasta Elefantina, en la primera catarata del Nilo, en el sur. Además controlaba el desierto oriental, la línea costera del mar Rojo, la península del Sinaí, y un gran territorio occidental dominando los dispersos oasis. Históricamente, estaba formado por el Alto y el Bajo Egipto, al sur y al norte respectivamente, que precedieron a la creación de un estado unificado. En su período de mayor expansión controló los reinos amorreos de Palestina y el norte de Siria, llegando hasta el Éufrates medio, y las jefaturas nubias del Sudán, hasta el Jebel Barkal, en la cuarta catarata del Nilo. Ejerció una importante influencia cultural entre los pueblos vecinos, e incluso en regiones tan alejadas como Chipre, la costa de Anatolia y la península helénica. La civilización egipcia se desarrolló durante más de 3500 años. Comenzó con la unificación de algunas ciudades del valle del Nilo, alrededor del año 3200 a. C., y convencionalmente se da por finalizada en el año 31 a. C., cuando el Imperio romano conquistó y absorbió el Egipto ptolemaico, el cual desapareció como Estado. Este acontecimiento no representó el primer período de dominación extranjera en Egipto, pero condujo a una transformación gradual en la vida política y religiosa del valle del Nilo, marcando el final del desarrollo independiente de su identidad cultural. La China antigua es el período de la historia china que abarca desde los inicios de la edad del bronce, alrededor del 2100 a. C. hasta el 221 a. C. cuando la formación de un estado centralizado dio paso al surgimiento del Imperio chino. Según la tradición escrita, durante la China antigua, tres dinastías gobernaron el extenso territorio de la Llanura Central: la Xia, la Shang y Zhou. Dinastía Xia (siglos XXI a XVI a. C.): durante mucho tiempo fue considerada una dinastía legendaria por la historiografía, pero descubrimientos arqueológicos realizados durante el siglo XX probarían la existencia de por lo menos alguna de las ciudades mencionadas por las crónicas. Se inició con el reinado de Yu, el Grande en el 2205 a. C. y tuvo diecisiete o dieciocho reyes. Dinastía Shang (siglos XVI a XI a. C.): se inició en 1766 a. C. y contó con más de treinta reyes que se instalaron sucesivamente en seis ciudades capitales diferentes. Los reyes eran elegidos dentro de clanes familiares mediante un complejo sistema de sucesiones. Tenían condición de divinidad y se consideraba que podían comunicarse tanto con sus antepasados como con otras divinidades. Dinastía Zhou (siglos XI a III a. C.): los Zhou conformaban un reino poderoso que hacia el 1100 a. C. comenzó a competir con los Shang. La debilidad de Di Xin, el último rey Shang, fue aprovechada por el rey Zhou, Wu que lo venció en la batalla de Muye y absorbió el reino Shang. Esta dinastía reinó hasta el surgimiento del Imperio. Durante este período se escribieron obras que describen acontecimientos históricos, algunos de cuyos fragmentos han llegado hasta nuestros días. Fue además un momento de gran riqueza intelectual en la que surgieron escuelas filosóficas de enorme influencia en los siglos siguientes como el confucianismo y el taoísmo, entre otras. Durante este período se produjeron importantes adelantos tecnológicos como el uso del hierro y del acero que se aplicó a la fabricación de armas y de herramientas de cultivo. También se realizaron obras monumentales de irrigación y de control del agua. A partir del año 475 a. C. durante el período llamado «de los Estados combatientes» la unidad del reino Zhou comenzó a desintegrarse. Distintos principados comenzaron a combatir entre sí y la organización centralizada por el rey se debilitó. Estas pequeñas unidades territoriales, cada vez más fuertes, se enfrentaban continuamente entre sí. Entre el 230 y el 221 a. C., una de ellas, el reino de Qin, se fortaleció, sus ejércitos derrotaron uno a uno a los demás principados y se constituyó en un Estado unificado que dio origen al Imperio chino. La antigua Grecia surgió en la Península de los Balcanes y se considera como la cuna de la civilización occidental. Se comenzó a desarrollar en las islas del mar Egeo, principalmente en Creta, alrededor del año 3.000 a.C. Tuvo su mayor apogeo en Atenas durante el siglo V a.C. La mayoría de las antiguas ciudades estado griegas estaban cerca o a orillas del mar y las cadenas montañosas servían como límites naturales. La civilización de la antigua Roma surgió con la fundación de Roma en el año 753 a.C. Su apogeo fue en el siglo II a.C. A diferencia de Atenas, la mayoría de los asentamientos romanos estaban ubicados tierra adentro, a orillas del río Tíber, y no tenían límites naturales Idioma. Los idiomas de las civilizaciones griega y romana conforman, en gran parte, la base de varios idiomas que hablamos en la actualidad. La antigua Grecia y el griego, en la antigua Grecia se hablaba, valga la redundancia, el griego antiguo. Se cree que el griego proviene de los inmigrantes indoeuropeos que llegaron de Asia. Alrededor del año 2000 a.C. ya se hablaba un dialecto del indo-griego formado por arcaísmos y palabras nuevas, así como términos de otros dialectos indoeuropeos. Con el comercio, el griego antiguo se expandió por toda Grecia y parte de él se puede observar en el silabario Lineal B de origen micénico. A partir del año 1200 a.C. y los años posteriores, principalmente por la invasión doria, el griego antiguo comenzó a dividirse en distintos dialectos, entre los que se destacaban: el jónico-ático, el arcadio-chipriota, el eolio y el dorio. En el siglo VIII a. C. se adoptó el alfabeto fenicio, al cual se le realizaron algunas modificaciones. Este nuevo alfabeto reemplazó al silabario Lineal B, y de alguna manera, marcó el inicio de la tradición literaria occidental. La Antigua Roma y el latín, En la antigua Roma se hablaba otra lengua indoeuropea: el latín. Se estima que esta lengua apareció en la península itálica alrededor del 1000 a. C. Durante el apogeo de la civilización romana se convirtió en la “lengua de poder” ​ y se utilizaba en todo el Imperio romano. Con la expansión de Roma, el latín adquirió una mayor importancia y se convirtió en la lengua oficial en los territorios conquistados. La antigua Grecia y los dioses del Olimpo, La religión griega era politeísta, es decir, se basaba en la veneración de varios dioses. Estos tenían apariencia humana, pero eran inmortales, poseían poderes sobrenaturales y también virtudes y defectos. Se alimentaban de ambrosía y néctar y a cada uno de los dioses se le atribuía una característica o talento especial. Los dioses griegos vivían en el monte Olimpo y se comunicaban a través de oráculos o sacerdotisas. La gente los veneraba en los templos, donde les hacían ofrendas y sacrificaban animales en su honor. Los adoradores también les pedían favores a los dioses y acudían a ellos para conocer su futuro. El rey de los dioses era Zeus. Además, Zeus reinaba junto a otros dioses conformando el panteón de los doce dioses olímpicos, entre los que se incluía también algunos de sus hijos y hermanos: Hera, Hefesto, Atenea, Apolo, Artemisa, Ares, Afrodita, Hestia, Hermes, Poseidón y Deméter. La antigua Roma y los cultos, en la Antigua Roma la religión también era politeísta, y estuvo influenciada por los rituales religiosos de otras culturas, como la griega. De hecho, es común asociar a los dioses romanos con los dioses griegos ya que presentan características bastante similares. Al igual que en la antigua Grecia, se veneraba a los dioses a cambio de su protección y favores. Además, en la antigua Roma la práctica de la religión se dividía entre el culto doméstico, es decir, rituales religiosos del hogar y el culto público: Culto doméstico o privado: se veneraba a los dioses de la vida cotidiana, como, por ejemplo, a Nundina, diosa del nacimiento, a Educa y Pontina, dioses del comer, a Cunina, diosa de los niños, y a otros dioses que protegían a los más pequeños en cada etapa de su desarrollo, como: Ossipago, Abeona, Locucio e Interduca. También se les rendía culto a los dioses lares que eran los protectores de la familia; a los dioses penates, protectores de los alimentos y a los dioses manes, que eran los espíritus de los antepasados. El padre de familia era la máxima autoridad religiosa en el hogar. Culto público: estaba estrechamente relacionado con la política. Existían pontífices que se encargaban de llevar a cabo los rituales. El máximo pontífice era el emperador. Los dioses que pertenecían al culto público romano eran Júpiter, Juno, Minerva y Marte. A ellos se les ofrecían plegarias, sacrificios de animales y otros rituales. ​La antigua Grecia, Las clases sociales, Tanto la sociedad griega como la romana eran profundamente desiguales, desigualdad que a su vez sustentaba la estructura socio económica. Las clases sociales de la Antigua Grecia eran: Los libres eran las personas que no pertenecían a nadie, generalmente hijos de madres y padres atenienses. Podían ser propietarios de esclavos. Los libres se dividían, a su vez, en: Ciudadanos: que eran la minoría; podían votar y ocupar cargos públicos. Debían pagar impuestos y servir en el ejército. La mayoría de ellos eran agricultores o comerciantes. No ciudadanos: se llamaban “metecos” y eran extranjeros. No tenían derechos políticos ni podían ocupar cargos públicos. Generalmente eran artesanos o comerciantes. Los esclavos no tenían ningún tipo de derechos ni libertades. La mayoría eran prisioneros de guerra, deudores, personas secuestradas o hijos de padres esclavos. Su condición de vida dependía de su propietario. El rol de la mujer, las mujeres griegas no tenían derechos políticos y dependían de los hombres de su familia: el padre, los hermanos o el marido. No podían realizar actividades como trabajar o asistir a los juegos olímpicos, ni salir de su hogar. Las mujeres ricas podían salir acompañadas en ciertas ocasiones. La antigua Roma: Las clases sociales. Las clases sociales de la Antigua Roma eran: Los libres que, a su vez, se dividían en: Ciudadanos. Patricios: eran la clase más privilegiada. Descendían de los fundadores de Roma y eran los únicos que tenían derechos políticos. También tenían grandes propiedades y riquezas. Plebeyos: eran la mayoría de la población. Si bien eran ciudadanos independientes, no tenían derechos políticos. Libertos: eran los esclavos que habían sido liberados legalmente. Clientes: eran extranjeros o refugiados que dependían económicamente de los patricios. Los esclavos eran los prisioneros de guerra y carecían de todos los derechos. Realizaban las peores tareas de por vida. El rol de la mujer en la Antigua Roma. Las mujeres no tenían derechos políticos y dependían de los hombres. Sin embargo, podían poseer y vender propiedades. Si bien estaban relegadas al hogar y la familia, podían convertirse en sacerdotisas y dedicar su vida a los rituales religiosos sin tener que casarse o tener hijos. Gobierno: En un principio, el gobierno de la Antigua Grecia era una monarquía. Más tarde, el sistema pasó a ser una oligarquía, es decir, que el poder lo tenían unas pocas personas. Posteriormente, surgió la democracia, el sistema en el cual los ciudadanos votaban a sus gobernantes, y que todavía se utiliza en la actualidad. El gobierno de la Antigua Roma tuvo cuatro períodos: Monarquía, República, Principado y el Dominado o Dominus. El primer rey fue Rómulo, uno de los fundadores de Roma, junto a su hermano Remo. Además, existía el senado, que asesoraba al rey. Más tarde, la Antigua Roma se convirtió en República, y su forma de gobierno incluyó a magistrados y tribunos. En la época del Imperio romano el gobierno estuvo a cargo de distintos “príncipes” o emperadores. Generalmente provenían del ejército. Finalmente, durante el período Dominado, el poder se centró en los emperadores hasta la caída del Imperio romano. Después, el gobierno volvió a ser una monarquía. Economía: La economía en la antigua Grecia se basaba en la agricultura intensiva, el comercio y las artesanías. En el periodo helenístico se introdujo el uso de la moneda y los bancos y aparecieron los grandes comerciantes. Los principales productos agrícolas griegos eran la vid, los olivos y los cereales como el trigo. Debido a la ubicación geográfica de Grecia, en un momento la producción agraria no fue suficiente, y los productos comenzaron a obtenerse de otros sitios, por medio del comercio marítimo. La ganadería se basaba principalmente en la cría de cabras y ovejas, y en menor medida, de cerdos, vacas, caballos y asnos. Las artesanías de cerámica también fueron productos importantes de la cultura griega. El desarrollo de flotas mercantes griegas permitió el intercambio de diferentes productos con Egipto, Italia, Libia y las islas del Egeo. La antigua Roma también se basó en las actividades agropecuarias. Sin embargo, otra actividad importante fue la minería. Los principales recursos mineros eran el hierro, el oro, el cobre, la plata y el mármol. Los artesanos realizaban todo tipo de trabajos y se destacaban en la carpintería, la herrería y la producción de textiles. El comercio terrestre y marítimo también fue una de las actividades económicas más importantes durante el Imperio romano. Edad Media: Etapa de la historia europea que se comprende entre la Edad Antigua y la Edad Moderna. Se llama Edad Media a la etapa de la historia europea que comienza con la disolución del Imperio romano de Occidente, en el año 476, y concluye, según distintos autores, con la invención de la imprenta en 1440; con la toma de Constantinopla por los turcos en 1453, o con la llegada de los europeos a América, en 1492. Este período comprende más de diez siglos y se extiende entre la Edad Antigua y la Edad Moderna. El concepto de Edad Media fue creado por los humanistas europeos de los siglos XIV y XV, quienes pensaban en su época como un Renacimiento de la antigüedad grecorromana. Entre esa antigüedad llamada clásica y su época, la del Humanismo y el Renacimiento, se extendía una edad intermedia que era menospreciada por la influencia que había ejercido la Iglesia cristiana en todos los campos del saber. Etapas de la Edad Media: Para facilitar su estudio, los especialistas dividen a la Edad Media en 3 etapas: Temprana Edad Media o Antigüedad Tardía (476–843): esta se extiende desde el derrocamiento del último emperador romano de Occidente, hasta la división del Imperio de Carlomagno. Alta Edad Media (843-1100): durante este período cobró forma el feudalismo, un sistema político y socioeconómico basado en relaciones de fidelidad personal.Baja Edad Media (1100-1492): esta etapa comenzó con las Cruzadas y se caracterizó por el resurgimiento de las ciudades y la aparición de nuevo grupo social: la burguesía.   principales de la Edad Media: Las principales características de la Edad Media fueron las siguientes: Políticas: las costas del mar Mediterráneo fueron disputadas por tres grandes centros de poder: los reinos romano-germánicos, los califatos musulmanes y el Imperio bizantino. A pesar de los intentos reunificadores de los emperadores bizantinos (como Justiniano) y de los reyes germanos (como Carlomagno), la cuenca del Mediterráneo permaneció fragmentada a lo largo de toda la Edad Media. Religiosas: la Iglesia cristiana, encabezada por el obispo de Roma o Papa, fue muy poderosa y tuvo gran influencia en todos los aspectos de la vida política, social y económica. El sistema de pensamiento imperante era el teocentrismo, una forma de pensamiento que consideraba a Dios como la única fuente de conocimiento verdadero. Sociales: la esclavitud, característica de la antigüedad, fue reemplazada por la servidumbre. Así se formó una sociedad estamental constituida por la monarquía, la nobleza feudal o religiosa y los campesinos, que podían ser siervos o libres. Los siervos debían pagar tributo en productos a su señor feudal. Económicas: las principales actividades productivas eran la agricultura y la ganadería. La mayor parte de la población vivía en el campo y trabajaba la tierra con arados tirados por bueyes. Entre el 476 y el 1100, el comercio no tuvo mucho desarrollo. La gente consumía lo que producía e intercambiaba productos con sus vecinos. A partir de las Cruzadas, los comerciantes italianos comenzaron a traer de China e India distintos productos como telas de seda, porcelana, joyas con incrustaciones de piedras preciosas y especias para condimentar las comidas. Demográficas: la dieta de la población europea era muy inadecuada. Al estar mal alimentadas, las personas se contagiaban todo tipo de enfermedades. Las epidemias y las grandes pestes eran muy comunes y solían matar a millones de personas. Por ende, la esperanza de vida era muy baja. Principales acontecimientos de la Edad Media: Entre los principales acontecimientos de la Edad Media, se encuentran los siguientes: Invasión musulmana a la península ibérica (711): los musulmanes cruzaron el Estrecho de Gibraltar y destruyeron el reino germano de los visigodos. Permanecieron en la península ibérica durante casi 8 siglos, hasta la destrucción del reino moro de Granada, en 1492. Coronación de Carlomagno como emperador de Occidente (800): a fines del siglo VIII, un rey del pueblo germano de los francos, Carlomagno, construyó un gran imperio en Europa Occidental. En la navidad del año 800 fue coronado emperador por el Papa León III. Firma del Tratado de Verdún (843): luego de luchas fratricidas, los nietos de Carlomagno se repartieron el Imperio de los francos y así surgieron los reinos de Francia, Lotaringia y Germania. Coronación de Otón I como emperador de Occidente (962): luego de frenar la invasión de jinetes asiáticos (los magiares), el rey de Germania Otón I fue coronado como emperador de Occidente. Así surgió el Sacro Imperio Romano Germánico, que perduró hasta 1806. Conquista normanda de Inglaterra (1066): durante los siglos IX y X, los normandos o vikingos invadieron Europa, saqueando campos, ciudades y monasterios. En 1066, Guillermo el conquistador, duque normando establecido en el norte de Francia, cruzó el Canal de la Mancha, venció a los anglosajones y se apoderó de Inglaterra. Cruzadas (1095-1291): el Papado convocó a nueve expediciones militares para luchar contra los musulmanes del Mediterráneo Oriental, que habían ocupado Jerusalén, donde estaba el Santo Sepulcro de Jesucristo. Guerra de los 100 Años (1337-1453): allí se enfrentaron ingleses y franceses por las tierras que los reyes de Inglaterra poseían en Francia. En esa guerra se destacó Juana de Arco, una campesina francesa que derrotó a los ingleses. Arte y conocimientos: Durante la Edad Media, la mayor parte de la población fue analfabeta. Los que sabían leer y escribir eran reyes, príncipes, algunos nobles y sobre todo los sacerdotes cristianos. Entre ellos, los que vivían en monasterios fueron los encargados de copiar a mano los libros que existían. Gracias a la tarea de esos monjes copistas, muchas obras antiguas se salvaron de desaparecer. A lo largo de aquel extenso período y en una sociedad tan disgregada, se produjeron distintas manifestaciones artísticas con características muy propias, entre ellas: el arte paleocristiano, el musulmán, el arte de los pueblos germánicos, el arte carolingio, el arte bizantino, el románico y el gótico.

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