Gestion publica.

Hoy en día, la sociedad se encuentra en una situación en la que la manera tradicional de administrar las estructuras de gestión y los asuntos públicos están siendo fuertemente cuestionadas, al tiempo que se lanzan una serie de propuestas para su reforma que todavía no han llegado a cristalizar en un modelo alternativo al burocrático convencional, y que se reúnen bajo la etiqueta general de la Nueva Gestión Pública.

Es por ello que los autores Emilio Albi, José Manuel González Páramo y Gullem López Casanova dentro de su obra Géstión Pública. Fundamentos, Técnicas y casos, tocan un punto central muy importante para dar inicio al estudio de la gestión pública; la presencia del Estado en la actividad económica. Comenzando con una serie de estadísticas que reflejan la alta intervención del estado en la actividad económica, han llegado a la conclusión de que “no hay individuo, empresa u organización cuyas decisiones puedan ser ajenas a lo público o lo estatal.”

El significado o interpretación que los autores antes mencionados le dan a la gestión pública es la siguiente: “conjunto de decisiones dirigidas a motivar y coordinar a las personas para alcanzar metas individuales y colectivas. Es pública por la naturaleza de sus fines (persigue metas colectivas) y el marco jurídico en el que se desenvuelve.”

Siguiendo la misma tesitura, durante el siglo XX el análisis económico se ha desarrollado siguiendo las lineas del paradigma neoclásico, el cual estudia los problemas suscitados por la asignación de recursos escasos entre las interacciones de dos tipos de agentes: consumidores y productores.

Al igual que la gestión pública, la organización busca alcanzar metas tanto individuales como colectivas, además de que preserva un orden. Los autores definen a la organización como aquella entidad a través de la cual las personas se interrelacionan mediante vínculos contractuales, acuerdos informales y, donde las instituciones fungen como instrumentos de la vida organizativa; las funciones básicas de las formas de organización son la motivación de aquellas personas que la integran y la coordinación para alcanzar aquellos fines colectivos mediante la cooperación de los mismos. En cuanto a la motivación, los autores señalan que se debe mejorar el desempeño del personal mediante un incentivo de derechos y, respecto a la coordinación, hacen referencia al gran problema del procesamiento y análisis de la información.

El neoliberalismo cree que tanto productores como consumidores tienen la suficiente información de lo que están adquiriendo o produciendo, lo cual no es así, ya que existe una escasez de información aunado a un consumo desproporcionado que no busca satisfacer necesidades, sino una reputación o status social, generando así una sociedad consumista. El problema de los precios también causa estragos pues a pesar de que se nos ha dicho que está regulado por la oferta y la demanda, la realidad es distinta, ya que los monopolios son en realidad los que han acaparado el mercado y, por tanto, son los que establecen los precios de cualquier producto, dándose así una acumulación de riqueza en pocas personas y una nula competitividad.

Para dar solución a lo antes mencionado, los autores proponen en primera instancia, la jerarquía en la cual una sola autoridad superior al resto de las demás, asignará recursos y emitirá ordenes o instrucciones y, en segundo plano se propone la poliarquía donde a diferencia de la primera, no existen jerarquías sino las decisiones se tomarán en consenso donde la información será procesada por las unidades de producción y consumo.

Por último, los autores señalan un rasgo particular de la organización del Estado el cual lo llaman interés colectivo y que justifica la intervención pública haciendo que el Estado desarrolle

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