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HISTORIA COLOMBIA


Enviado por   •  12 de Agosto de 2013  •  2.239 Palabras (9 Páginas)  •  654 Visitas

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Antes de la independencia de Colombia, la economía del nuevo reino de granada durante este periodo era básicamente sobre la producción minera en especial el oro la administración colonial era lenta, complicada y arcaica. El eje del sistema de recaudos y control lo constituian las caja reales y tribunal de cuentas, que tenia su sede en santa fe. Al frente de las primeras estaban los llamados oficiales reales: un tesorero y un veedor este ultimo hacia una función fiscalizadora sobre el conjunto de operaciones.

En este entonces ocurrio al ruptura entre el pasado colonial con lo que seria la republica de Colombia el cual tuvo un desarrollo económico que obtaculizaba entre dos modelos el primero era una que luchaba por reconstruir aquellos fuendamentos coloniales de la economía nacional y el que aspiraba a la ruptura oponerse al desarrollo moderno. El segundo el que habría de triunfar hacia el 1850 ponia el proteccionismo le libre cambio, a la intervecion del estado. En el oredenamiento económico la defensa de la empresa privada y alos esfuerzos de industrialización y protecciond e los productos nacionales nace la teoría de que la agricultura y la minería para exportación deberían ser los ejes del desarrollo nacional.

Los años que siguieron a los 1820 mostraron los esfuerzos por re orientar la economía hacia diferentes modelos antes ya mencionados los gobiernos posteriores a 1830 lograron sostener ese patron de desarrollo sobre parametros de origen colonial Sin embargo, a partir del primer gobierno de Tomás Cipriano de Mosquera (1845-1849) se dieron los primeros pasos tendientes a reorientar la economía colombiana sobre fundamentos liberales. Este movimiento tomó pleno vuelo durante la administración de José Hilario López (1849-1853), en medio de un conflicto social creciente, por la movilización liberal de los sectores populares y la insurrección conservadora de 1851.

La debilidad del comercio exterior de Colombia implicaba la carencia de capital tanto público como privado, ya que el sector de exportación proporcionó en la mayor parte de los países de América Latina los mayores aumentos de capital y crédito durante el siglo XIX. La existencia de un mercado nacional, por lo menos para algunos artículos manufacturados, se debió al hecho de que hasta finales de 1840 las diferentes provincias de la Nueva Granada estaban tan aisladas del resto del mundo como entre sí. La única ruta de transporte para el comercio exterior de las provincias del interior era el río Magdalena. Hasta 1849 las 600 millas que separaban el puerto fluvial interior de Honda de las costas del Caribe eran recorridas en una forma primitiva, por medio de champanes impulsados con pértigas por bogas que impulsaban la embarcación contra una corriente, que en algunos lugares se tornaba impetuosa y traicionera. Con estos botes de pértiga costaba más del doble traer artículos del Caribe para Honda, río arriba, que transportarlos por tierra desde Bogotá hasta Hondas. Este hecho eliminaba de manera efectiva a Cartagena y otros puntos del litoral del Caribe del mercado nacional. Pero esta circunstancia también hizo posible que los empresarios del interior pensaran en competir con los artículos europeos en las provincias interiores, por pobres y montañosas que fueran.

Bajo la presunción de que el tradicional mercado del interior permanecería más o menos intacto, el Gobierno de la Nueva Granada trató, hasta el año de 1840, de proteger las manufacturas nacionales. Entre 1821 y 1845 las tarifas fueron moderadamente protectoras. A las empresas consideradas particularmente merecedoras se les concedían préstamos del exiguo tesoro nacional, A los hombres de empresa que intentaban desarrollar las comunicaciones internas y las industrias manufactureras se les concedían derechos limitados de monopolio por un término de diez a veinticinco años de duración; a ellos se les daba el derecho exclusivo a producir determinada clase de artículos por medio de un proceso manufacturero moderno, pero no se prohibían ni las tradicionales industrias caseras ni los productos importados.

LA POBLACIÓN

Hasta 1810 la población de la actual Colombia había sido estratificada por castas: negros, indios, libres de todos los colores y blancos. Entre los blancos y los mestizos, grupos dominantes de la sociedad colonial, existían matices que hacían muy difícil homogeneizar sus intereses. Sin embargo, el desarrollo político de finales del siglo XVIII los había llevado a establecer sistemas de alianzas, allí donde era más importante su unión en torno a la ideología de “lo criollo” que una tajante diferenciación de origen socioeconómico.

La independencia reforzó estos sentimientos de cohesión y una de las primeras decisiones del Estado republicano fue la supresión de las castas, quedando únicamente libres y esclavos como categorías sociales básicas. Además, ya entrado el siglo, hubo un mayor interés por conocer, no tanto los aspectos raciales de la sociedad, sino aquellos que tenían que ver con su edad, estado civil y ocupación. Hasta 1850, los negros esclavos fueron los únicos que continuaron siendo discriminados formalmente, aunque en la práctica los indios también lo fueron.

La población había venido creciendo durante los cien años anteriores a 1810 a tasas que no iban más allá del 1% para el territorio colombiano en su conjunto. No obstante, a comienzos del siglo XIX se hablaba de una superpoblación, y la miseria abrumadora creaba inquietud en los aparatos políticos del Estado.

LA AGRICULTURA

agricultura colombiana había vivido un período de auge y expansión, gracias al crecimiento de la demanda de los centros urbanos y mineros y de los mercados intercoloniales por la vía del contrabando. Sin embargo, la expansión de otras economías coloniales había generado competencias comerciales que hicieron entrar en contradicción los intereses de los empresarios agrícolas con las políticas del sistema colonial en su conjunto.

La ilusión de una independencia que habría de adecuar las quejas de estos empresarios a sus expectativas económicas fue un acicate que movilizó sus sentimientos de solidaridad con la causa republicana. Pero el proceso de independencia, que no pudo ser pacífico sino violento, dio al traste con muchos de los anhelos de los empresarios vinculados tanto a la agricultura y a la ganadería como a otras actividades de la economía neogranadina. La independencia, al convertirse en una guerra civil, luego en una guerra nacional contra la reconquista y, finalmente, en una guerra de liberación, arruinó vidas y bienes de importantes empresarios y sectores de la economía colonial durante los años que siguieron a 1810.

Después de 1819 comenzaron a hacerse esfuerzos

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