• Hacia el siglo xxi e.e.u.u era el líder del planeta, con la mayor economía del mundo

LA ECONOMÍA DE ESTADOS UNIDOS.

• Hacia el siglo xxi e.e.u.u era el líder del planeta, con la mayor economía del mundo

• Tasas de desempleo bajas

• Su renta per cápita es la más elevada del mundo

• Estados Unidos se observa como un país que no está protegiendo ante la pérdida de trabajo, etc.

• Desigualdades en ingresos de las personas

• Su modelo de consumo es insostenible y peligroso

• Muchos países no lo consideran como una referencia a imitar

• Aunque en el 2015 e.e.u.u se planteó como uno de los países más poderosos prósperos del mundo, esto es solo una fachada, ya que hay otros factores o indicadores importantes no contemplados como: salud, innovación y cultura, medio ambiente, la equidad.

• Inmigrantes cada vez más pobres y más desamparados.

• La riqueza de un país no siempre determina su felicidad, observamos que los latinoamericanos presentaban en el cuadro mayores niveles de felicidad que los esperados, dada su situación económica. aunque la renta media en e.e.u.u es mayor que hace 30 años, la gente no muestra una mayor felicidad.

• Los factores que determinan el crecimiento económico y el desarrollo son: ( la tierra, los recursos naturales, la mano de obra, el capital y la tecnología).

• Por lo general los inmigrantes eran jóvenes, aceptaban riesgos y estaban dispuestos a trabajar.

• El nivel educativo era alto y se mantiene, en comparación con el contexto internacional.

• Estados unidos llegó a convertirse en la economía minera líder del mundo y del sector manufacturero (1890-1910) y hacia 1913 era el primer productor de casi todos los principales minerales de uso industrial.

• El petróleo, su utilidad se descubrió en e.e.u.u y dominó durante más de una década la producción a nivel mundial y en el siglo xxi ha vuelto a ser el primer productor.

• 2 factores adicionales favorecieron el desarrollo: “los mercados nacionales grandes y la ausencia de amenazas militares externas a lo largo del siglo xix).

Teniendo en cuenta la mayoría de los principales indicadores macroeconómicos, la economía norteamericana presento excelentes resultados desde la década de 1990 hasta la crisis que empezó en 2008, y ha sido el país que mejor se ha recuperado de esa crisis. La inflación se mantuvo en gran medida a raya incluso cuando los precios del petróleo se dispararon; una de las razones de que la inflación se contuvo era que el crecimiento de la productividad, el factor clave que determina el aumento de los ingresos, se aceleró tras la depresión que comenzó en la década de 1970, aunque ha vuelto a bajar recientemente. La combinación de todos estos factores provoco que los ingresos reales medios aumentaran a un ritmo constante los que a su vez, sostuvo el crecimiento continuado del consumo privado y de la inversión, además el crecimiento continuado del PIB.

Hay que señalar que estos éxitos se alcanzaron con una política monetaria única puesta en marcha por uno de los bancos centrales independientes más antiguos del mundo en una economía muy diversificada, parecida a la zona euro. Las tasas de desempleo e inflación varían mucho entre regiones y acontecimientos como el huracán Katrina puede devastar uno o dos estados sin afectar a los demás. Una política monetaria única puede lograr la estabilización económica gracias a mercados laborables muy flexibles (ayudados por un idioma único), a la libertad total de comercio y empresa, así como un gran presupuesto federal, que puede usar la política fiscal para transferir grandes sumas de dinero entre regiones a través de programas como prestaciones por desempleo, ayudas familiares y subvenciones para hacer frente a desastres. A pesar de estos éxitos económicos, la economía de Estados Unidos presentaba unos desequilibrios preocupantes incluso antes de la crisis que empezó en 2008. Los consumidores, los inversores y el gobierno gastan más de lo que ganan lo que da lugar a elevados y crecientes niveles de deuda tanto en el sector público como en el privado. Este consumo excesivo se manifiesta con más claridad en el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos que alcanzó niveles record en Estados Unidos.

La crisis que golpeo a Estados Unidos y el mundo empezando en 2008 era la más severa desde la Gran Depresión de los años 1930. A pesar del paro tan bajo en Estados Unidos, su mercado laboral tiene un lado oscuro. La globalización y la tecnología han diezmado el empleo en la industria manufacturera, que era la fuente de puestos de trabajos buenos para hombres no cualificados de edad media. Si se aplicara una política restrictiva o se redujera notablemente el crecimiento de la economía estadounidense, o si se entrara nuevamente en recesión, la reacción en cadena se dejaría sentir en todo el mundo. Estados Unidos ha sido el motor del crecimiento mundial durante muchas décadas aportando casi un tercio de la demanda

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