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Historia.


Enviado por   •  10 de Junio de 2013  •  Tesis  •  3.677 Palabras (15 Páginas)  •  208 Visitas

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5 de mayo 2012

7:50 p.m.

Empieza a oscurecer y no siento sueño, ni dolor, creo que será otra noche sin dormir otra noche sin soñar. Siempre me ha gustado escribir y ahora que el sueño no piensa llegar tengo tiempo de sobra para recordar todo aquello que he vivido y anotarlo en este cuadernillo. Confió en que el cansancio me derrote en el transcurso de este escrito. Tan solo quiero dormir y soñar.

Una mañana de mayo desperté a las 7 a.m. era ya una costumbre levantarme temprano para así aprovechar al máximo los lindos días que adornaban la primavera. Estaba a punto de pararme cuando de pronto ocurrió algo raro y desesperante. Un ruido ensordecedor entro por la ventana principal de mi recamara, por un momento tape mis oídos esperando el cese de aquella diabólica melodía. El ruido molesto desapareció así como llego (sin previo aviso). Me levante de la cama y me asome por la ventana, me lleve una gran sorpresa al observar que la gente en la calle paseaba tranquilamente como si nada hubiese ocurrido. Un fuerte dolor recorrió todo mi cuerpo, el miedo de que aquella sensación debilitara mis piernas y me hiciera caer hizo que me sentara en la silla que estaba al lado mío, no sabía que había ocasionado toda aquella escena de horror, presentía que ese día sería muy distinto.

Los próximos minutos después de aquellos raros sucesos transcurrieron sin contratiempo. Me dispuse a salir a la calle convencido de que el dolor que había sufrido tan solo era la respuesta a varias semanas de estrés, mi cuerpo solo necesitaba distraerse. Me gusta pensar que el trabajo son solo malos momentos por los que uno pasa, y es que debo confesar que nunca me ha gustado trabajar. Abandone mi hogar y empecé a caminar sin rumbo.

Cansado de caminar decidí sentarme en una de las tantas bancas del parque al que sin planearlo había llegado. Por alguna extraña razón me agrado seleccionar la banca de la esquina donde el único adorno era una farola que lucía apagada (apenas empezaba el día). Estar sentado allí no era nada especial, era más bien una banca común y corriente pero el aroma a cigarrillo que tenía impregnado trajo a mi mente recuerdos confusos. Mi sentido del olfato perdió conexión con el cerebro y ahora era el turno de entablar una conexión con los ojos. Algo que después consideraría como divino hizo que volteara y fijara mi vista en una chica muy linda que pasaba a pocos metros de mi posición.

Era realmente bella, sus ojos eran muy grandes, en ellos se veía una especie de luz que en estos momentos me es imposible describir, tan solo puedo decir que parecían poseer todos los colores del mundo. Su larga cabellera le llegaba más o menos a la mitad de la espalda, algunos segmentos de su cabello parecían lucir un color entre blanco y morado, su rostro era en verdad hermoso, todo de ella era enloquecedor. Al pasar junto a mi sentí un palpitar en mi corazón muy fuerte, sinceramente no había sentido el amor nunca, pero creo que eso era amor. Me quede inmóvil, estaba tan encantado con aquel “ángel” que no dije ni una sola palabra, ni si quiera levante la mano para saludarla. El lloriqueo de un bebe me distrajo y voltee para observarlo, al volver la vista hacia la chica esta ya no estaba. Era como si se la hubiese tragado la tierra. Decepcionado de mi cobardía, observe mi reloj y me percate de que era muy tarde, el tiempo se había pasado volando, así que me puse en marcha hacia casa.

Al llegar a mi casa prepare una cena, prendí el televisor y me puse a ver una película. Al terminar la película me puse a pensar en todo lo ocurrido en el día y volvió a mi mente aquella imagen celestial de la chica, el día no estuvo tan mal después de todo, un sueño tremendo invadió mi mente y decidí ir a dormir.

Antes de acostarme puse mi despertador a las 7: 00 a.m. tenía planes para el próximo día y era necesario aprovechar todo el tiempo que fuera posible.

Cerré mis ojos y entonces ocurrió algo inexplicable, algo que desde hace tiempo me ha hecho hacerme una pregunta:

¿Seré la única persona en este mundo al que le pasan este tipo de cosas?

Te preguntaras:

¿Qué es lo que ha ocurrido?

Y tan solo responderé, que cerré mis ojos y comencé a soñar.

¿Pero que de fantástico o raro tiene soñar?

Sabemos muy bien que millones de personas en el mundo sueñan, pero déjenme decirles que aunque sueñan no lo hacen como lo empecé a hacer yo.

-2-

Estaba nuevamente en aquel parque, en la misma banca y con los ojos fijos en aquella chica de hermosa figura. Una especie de deja vu acorralo mis sentidos y me dejo impactado. Era todo tan parecido, era todo tan igual a lo que ya había ocurrido. Pero era un sueño, debo decir que yo sabía que era un sueño, así que en el momento en el que el bebe lloro no voltee, mantuve mis ojos en la chica. Sentía gran deseo de saber ¿A donde había ido, que es lo que había ocurrido con ella y porque había desaparecido? Así que no voltee, ni Dios mismo haría que volteara. Cuando la chica paso al lado mío, la tome del brazo, ella tan solo lanzo un alarido de sorpresa y miedo.

Bruscamente se zafo de mi atrevida mano y echo a correr. Le grite apenado pidiendo disculpas pero creo que no me escucho. Estaba tan decepcionado de mi actitud, no sabía porque había hecho aquello, no era ese mi carácter, pero es que en verdad sentía atracción hacia ella y tomarla como la tome del brazo era para asegurarme de que no se iría y que de cierta manera la mantendría cerca de mí.

En estos momentos pensaras que estoy verdaderamente loco, pero déjame decirte que esto es solo el principio, he dicho que la quería cerca de mí, así que mi reacción inmediata fue ir tras ella.

Corrí como un demente, como si mi vida dependiera de alcanzar a la chica (y quizás así era). A lo lejos observe que la chica, victima del cansancio, dejo de correr. Esa era mi oportunidad, la alcance y ella se puso las manos en el rostro y empezó a llorar.

Llena de temor arremetió contra mí y no dejaba de hacer preguntas.

¿Qué es lo que quieres? ¿Por qué me has perseguido? ¿Por qué? ¿Por qué?...

En esos momentos esas preguntas bombardearon mi cerebro, sinceramente no tenía una respuesta. Después de un minuto de silencio (que se me hizo eterno), le respondí, le dije que solo quería saber cómo se llamaba, a lo que ella un poco

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