IRONÍAS DE UNA SOCIEDAD DISCAPACITADA

IRONÍAS DE UNA SOCIEDAD DISCAPACITADA

Las discapacidades han sido los últimos años fuente de muchas controversias. Han entrado en una serie de debates religiosos, éticos, morales, políticos e incluso médicos; puesto que dentro de la misma ciencia; hay personas que sesgadas o no por su cultura y forma de ver el mundo; pueden considerar la discapacidad como una enfermedad. Por tanto, el mundo contemporáneo como lo está caracterizando su forma de filosofar ante las distintas circunstancias, si bien es ahora habitado por sociedades un poco más críticas; también ha traído consigo debates cíclicos que finalmente no solucionan de forma efectiva los problemas asociados a – en este caso- la discapacidad.

Lo que Maysoon Zayid presenta en su comedia, es una ironía total a lo que padecen las personas con este padecimiento. Si bien, estaba en medio de un evento para mujeres en el TEDWomen, su fin era motivacional y de ejemplo; también es claro que cada anécdota  narrada por la mujer con sus movimientos difíciles de controlar y una sonrisa que no desaparecía, estaban cargados de dolor por lo que la sociedad en sí, ha convertido las enfermedades.

Tener un padecimiento, es estar enfermo. Cualquier anomalía de funcionamiento en el organismo es una enfermedad. Dolorosa, silenciosa, con secuelas, con evidencias motrices o físicas… dice que algo en el cuerpo no funciona como debería. Y aunque llegue a no ser mortal, es un cambio para los hábitos de quién lo padece; y es necesario hacer esta aclaración respecto al término enfermedad, porque vivimos en un contexto especialmente de Latinoamérica, donde estar agradecido con la vida y no quejarse es una virtud casi que teologal, pero ignorando muchas veces que algo anda mal . Y en este mismo contexto, se presenta la dualidad de la discriminación por enfermedad, llevando a cualquier padecimiento al nivel de discapacidad. Limitan a las personas enfermas por que no pueden desarrollar actividades particulares debido a su condición; y ojalá fuera con fines de preservar la salud del individuo, sino que al contrario, lo hacen de una forma que lo minimizan y lo convierten en  un “inútil socialmente”; que ni para el mercado laboral es un ente económicamente activo.

Discapacidad, es un término complejo. Y el fin de este escrito no es definirlo, ni mucho menos ponerlo en una tela de juicio,  aunque si es muy controvertido. Y la humanidad con el frenesí actual que vive, está relacionando involuntaria o voluntariamente los términos discapacidad con discriminación. Maysoon, no es un simple ejemplo o modelo de vida a seguir como ella misma lo dice. Nadie quiere ser discapacitado, y no por el padecimiento físico que conlleva solamente, es porque la sociedad es la que te mutila. Es la misma sociedad que promueve debates sobre la bioética y la inclusión,  pero también es la que si tienes una afección cardíaca, te postra en una cama; que si no puedes caminar, te aísla porque las ciudades y espacios no están diseñados para andar en ruedas, y como es el caso de Maysoon: la que te mutila las extremidades y capacidades por una parálisis cerebral. Las ocurrencias de esta mujer, son sufrimientos reales. El toque satírico y motivacional, no le quita la responsabilidad a los entes gubernamentales y a las personas en sí mismas, de la manera en que una discapacidad es tratada. La calidad de vida no puede radicar solamente en prolongar la existencia del enfermo, tampoco en abolir o legalizar la eutanasia; son debates que son de suma importancia; pero que carecen de sentido cuando en la praxis cotidiana de la interacción social una parálisis cerebral esté asociada a más flagelos que los físicos.

Esta mujer, como muchas otras personas muestra el límite de las capacidades humanas: NO HAY LÍMITES. No hay que leer filosofía platónica para pensar que el ser humano tiene una esencia trascendental llena de sueños, ilusiones, motivaciones…que no pueden detenerse por una enfermedad y por culpa de cómo la sociedad te “discapacita” por la misma. Es la parte psicológica para las ciencias humanas, el cerebro para la medicina y la biología, el alma para los credos religiosos o filosóficos; no obstante, es un intangible que posee cualquier ser humano que aunque no se pueda ver, se siente y se refleja en las acciones. Los sueños y las motivaciones no ocupan lugar en el espacio, pero son la vida misma del ser humano. Y no distingue de parálisis cerebrales, etnia, religión o preferencia sexual.

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