Igualdad de genero

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MAESTRIA EN DERECHO.

MARITZA VELAZQUEZ ARAIZA

BRENDA TERESA HURTADO PANTOJA

YUNUE ANDREA COLIN POSADAS

CITLALI JACQUELINE JAUIRRIETA MOLINA

JORGE ALBERTO VAZQUEZ GARCIA

“IGUALDAD DE GENERO””

MORELIA MICHOACAN A 21 DE MARZO DEL 2018.

INDICE

Introducción------------------------------------------------------------------------------------------3

Antecedentes-----------------------------------------------------------------------------------------7

Desarrollo--------------------------------------------------------------------------------------------11

Conclusión------------------------------------------------------------------------------------------20

Bibliografía------------------------------------------------------------------------------------------22

INTRODUCION

La raza humana, nunca había vivido un proceso de transformación con tantos cambios como lo ha vivido en los últimos años, todos aceptamos que vivimos un proceso de globalización donde el mundo que conocimos cambia rápidamente, a veces sin darnos cuenta por el ritmo de vida que nos implica la sociedad y donde pocas veces nos detenemos a realizar un análisis a fondo con una actitud ante estos cambios.

“Igualdad” es un término que ha transcendido a trasvés del tiempo y visto desde diversas concepciones, si bien es cierto que cada individuo tiene diferentes características tanto físicas como intelectuales también lo es que pueden existir muchas similitudes entre ellos, he ahí el reto que representa el poder concebir este termino de manera acertada en un núcleo social.

Considero que el mayor problema que existe en nuestra sociedad sobre este tema es que tendemos más a ver las diferencias que las grandes similitudes que existen entre nosotros y lo que es peor aún tomar ventaja sobre dichas diferencias.

En nuestra actualidad y más aun hablando en específicamente de nuestro país la desigualdad es sin duda uno de los más grandes problemas que enfrentamos, afortunadamente es un tema que a paso lento considero yo, ha ido evolucionando, prueba de ello es que dicho principio ha sido consagrado en muchos ordenamientos jurídicos. Estas normas son generalmente cláusulas antidiscriminatorias que contienen prohibiciones generales de discriminación o proclamaciones, en abstracto, de la igualdad, sin embargo estas son de vital importancia ya que es la base de diversos aspectos de la misma (por ejemplo, la igualdad de género, la igualdad salarial, la igualdad en el acceso a los cargos públicos, etc.).

Con lo dicho anteriormente no es de extrañarse que a través del tiempo y más en la última década hayamos tenido que ver una gran modificación en la estructura social, especialmente en la estructura de la familia en donde originalmente se observaba la figura de la mujer como aquella que se encargaba del cuidado del hogar y al hombre como el que aportaba el sustento económico de la misma, esta aparición de la mujer en el ámbito laboral de igual manera vino a trastocar la estructura tradicional de las relaciones entre la pareja y por ende de la familia. Su intromisión en el ámbito laboral causo un gran impacto en la sociedad ya que permitió la estabilización de los hogares y así mismo una reestructuración en la economía permitiendo con ello que la mujer tomara un doble papel participativo para la sociedad, en donde la cuestión laboral para ella se volvió una situación permanente. Este proceso sin embargo no se ha dado de manera pacífica, al contrario ha representado para la mujer una lucha incansable en donde se han vulnerado reiteradamente sus derechos.

Resulta completamente irónico que cada avance en este tema se deba a la presencia de la desigualdad en sí misma, es decir, esta es la piedra angular para que exista la igualdad. En nuestra legislación su expresión más importante la encontramos en el párrafo tercero del artículo primero, que señala: Queda prohibida toda discriminación motivada por origen Étnico o nacional, el género, la edad, las capacidades diferentes, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas; En términos generales, podríamos decir que en este precepto constitucional, el principio de igualdad implica la exclusión de todo trato desigual que no pueda justificarse constitucionalmente.

Es importante recordar que nuestra propia legislación reconoce a todos los individuos como iguales por lo mismo se exige que todos debemos ser tratados de la misma manera ante la ley sin que existan privilegios ni prerrogativas de sangre o títulos nobiliarios y que de hacer lo contrario significaría que se están violentando nuestros el principio de igualdad establecido en nuestra Constitución. Considero que se tiene que mencionar que la libertad ni la igualdad son derechos absolutos ya si bien es cierto no se puede cuartar la libertad de con quién va a contratar el sujeto también es cierto que el sujeto como por ejemplo un panadero, no puede decidir a qué persona venderle el pan basado en su religión, raza, etnia, etc. debido a que la misma ley impone el respecto a la dignidad humana.

Como podemos observar entonces el término “igualdad” resulta sumamente abierto y que puede ser utilizado para diversos ámbitos así como en diferentes espacios y tiempos, sin embargo se puede ver que este se vislumbra en todo su sentido al poner en práctica sus beneficios, mismos que serán para toda la sociedad y no solo para las mujeres como es la creencia popular.

Me resulta interesante que al hablarse de “igualdad” se dice que tanto hombres como mujeres deben tener las mismas oportunidades y ser valorados por igual, en sí tratarse como un mismo individuo, sin embargo con esto también se dice que ninguno debe perder su individualidad en un ámbito colectivo.

Con lo todo lo dicho resultaría entonces una tarea difícil el poder determinar una justa equidad para todos, ya que como se mencionaba, cada individuo tiene capacidades diferentes pero entonces ¿Cómo determinar lo que es justo para uno que para otro? Creo que para responder esta incógnita tendríamos a bien el referirnos a lo alguna vez expresado por Aristóteles en la política que al tenor es lo siguiente: “Parece que la justicia consiste en la igualdad, y así es, pero no para todos, sino para los iguales; y la desigualdad parece ser justa, y lo es, en efecto, pero no para todos sino para los desiguales.”

En México para luchar contra la desigualdad de género, se creó el Instituto Nacional de las Mujeres (Diario oficial de la Federación del 12 de enero de 2001). Dicho Instituto es un organismo público descentralizado de la Administración Pública Federal, con personalidad jurídica, patrimonio propio, y autonomía técnica y de gestión.

El Instituto tiene como finalidad el promover y fomentar las condiciones que posibiliten la no discriminación, la igualdad de oportunidades y de trato entre los géneros, así como el ejercicio pleno de todos los derechos de las mujeres y su participación equitativa en la vida política, cultural, económica y social del País.

La Ley del Instituto contiene algunas definiciones tales como el de la “equidad de género” que lo define en su artículo 5° como:

Concepto que se refiere al principio conforme al cual hombre y mujeres acceden con justicia e igualdad al uso de los bienes y servicios de la sociedad, incluyendo aquellos socialmente valorados, oportunidades y recompensas, con la finalidad de lograr la participación equitativa de las mujeres en la toma de decisiones en todos los ámbitos de la vida social, económica, política, cultural y familiar.

El mismo precepto define la perspectiva de género como:

“concepto que se refiere a la metodología y los mecanismos que permiten identificar, cuestionar y valorar la discriminación, desigualdad y exclusión de las mujeres, que se pretende justificar con base en las diferencia biológicas entre mujeres y hombres, así como las acciones que deben emprenderse para actuar sobre los factores de género y crear las condiciones de cambio que permitan avanzar en la construcción de la equidad de género constitucional, el principio de igualdad implica la exclusión de todo trato desigual que no pueda justificarse constitucionalmente.

1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA IGUALDAD DE GÉNERO.

 Si nos remontamos a épocas muy antiguas las desigualdades entre hombres y mujeres son evidente, teniendo como evidencia escritos que lo revelan, tal es el caso de la biblia, en donde dice “Adán fue creando primero y, Dios, al verlo solo, decidió que necesitaba una compañera que fue creada partiendo de una costilla de Adán”.^[1](Génesis la creación 1:27). Por otro lado la filosofía occidental, que sirvió de marco en los últimos dos mil quinientos años para quienes residen en Ciudades y Estados en la Grecia y Roma Clásica, encontramos a Aristóteles de esta gira, que otorga a la mujer frente al hombre, un papel secundario en la concepción de hijos, señalando que solo el semen masculino es el que transmítela característica humana por excelencia. Otro ejemplo eran los griegos, que tenían conceptos religiosos a los Judeo-Cristianos e Islámicos en lo referente al origen subordinado de la mujer, a la cual se le atribuía también el haber nacido de un padre y no de una madre. Solo que, en este caso, se trataba de un parto en el ámbito divino, como modelo esta Atena, la diosa de la sabiduría, no nació del oscuro seno de su madre, sino del cerebro luminoso de su padre Zeus.

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