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Informe de contenidos trabajados en clase


Enviado por   •  1 de Junio de 2018  •  Monografías  •  2.618 Palabras (11 Páginas)  •  162 Visitas

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Provincia de Buenos Aires

Dirección general de Cultura y Educación

Escuela normal superior José Manuel Estrada

ISFD n° 163

Profesorado de Educación secundaria en Historia

2° año

Materia: Integración Areal II

Informe de contenidos trabajados en clase

Profesor: Favio Bernárdez

Alumno: Flor, Nicolás

Fecha de entrega: 22/05/2018

Informe de contenidos – 1° cuatrimestre – Integración Areal II

A continuación se detallan los contenidos curriculares que hemos desarrollado en clases, separados en 4 (cuatro) grandes temas.

¿Qué es la historia?

La primera aproximación que tenemos es en torno a la obra sobre la introducción al vocabulario histórico de Pierre Vilar, donde el autor comienza su prólogo indagando sobre las dificultades para redactar un tratado de Historia. Más adelante en el capítulo 1 (uno) aclara algunas concepciones, por ejemplo, la historia entendida como mecanismo de hechos sociales pasados, presentes y futuros, que constituye tanto la sociología y la política. Concepción que es criticada por Vilar. Tras lo cual propone que más que revivirlo, el pasado debe ser comprendido. No basta con revivir una realidad política, sino que debe ser analizado científicamente. Aquí conceptualiza la historia-materia y la historia-conocimiento como un doble sentido, entendiendo por esto, la historia de los hechos políticos, como la historia de la mecánica de la sociedad.

En el texto de Edward Carr, encontramos que la historia consiste en hechos verificados, encontrados en documentos. Para Carr la historia es un proceso donde tiene lugar la interacción entre el historiador y sus hechos. Lo caracteriza a modo de un dialogo, que se sostiene entre el presente y el pasado de manera continua.

Marc Bloch (1886 – 1944) delimita la actividad del historiador del objeto de otras disciplinas (como la geología) y concluye que la historia es una ciencia, que tiene como protagonista al hombre y que sucede en un marco temporal determinado.

Para finalizar este tema se debe resaltar que Reinhardt Koselleck no concebía a la historia, con sus características actuales, hasta el siglo XVIII. Teniendo, anteriormente a la Ilustración y a la revolución francesa, donde se presenta como un “singular colectivo. Como la suma de todas las experiencias humanas. En adelante, un mismo concepto sirve para hacer referencia a la vez a la historia en tanto que realidad y a la historia en tanto que reflexión sobre esa realidad.”[1]

Historicismo

         Joseph Fontana lo caracteriza de la siguiente manera: Se constituye en Alemania. Parte de un germen conservador de la ilustración, sin embargo no sostiene el universalismo de Kant, ni a Hegel. No era suficiente su ambigüedad para crear un nacionalismo fuerte, como una forma de enseñanza patriótica que se aleje de las ideas revolucionarias. Hay un conjunto de corrientes que nacen juntas como respuesta contrarrevolucionaria para exaltar el nacionalismo alemán en torno a la monarquía prusiana y su principal creador es Von Ranke, quien fue acogido por las clases dominantes. Fue quizás sobredimensionada su frase “mostrar las cosas tal y como sucedieron”, que fue tomada como un principio metodológico y aceptada por los historiadores como una manera de separar los hechos del pasado de las ideas del presente. Para lo cual Ranke aclaró que su misión consistía si en comprender y explicar los hechos. El Estado prusiano publicó una revista, para contrarrestar las ideas de la revolución de 1830 y le confió su dirección a Ranke. Era la Revista Histórico-política, pero no tuvo mucho éxito. En general su obra contrariaba la idea revolucionaria, la ilustración, y sostiene que la misión de la historia es concebir una política sana y libre de incertidumbres. Todo esto al servicio de la ideología del Estado prusiano. Su concepción de la historia está basada en la voluntad de Dios, que articula las individualidades y los pueblos, que deben cimentarse en la conciencia nacionalista, que fabrique el consenso en el pueblo y que culpe de los problemas a un enemigo externo.

Fernando Sánchez Marcos caracteriza la epistemología de Ranke como de una ingenuidad aparente, lo enlaza con Comte, prima al hecho histórico como irrepetible, así como al nacionalismo y la historia de las elites. Sin embargo, reconoce en otro teórico, Wilhelm Dilthey, una epistemología nada desdeñable:

“reivindica la especificidad y la importancia del conocimiento histórico, como un tipo de conocimiento científico que es diferente del que podemos lograr del mundo natural. El hombre construye una Historia, puede comprender (verstehen) una realidad humana del pasado e identificarse con ella porque él mismo es histórico. Porque su individualidad existencial, vital, su devenir resulta de la encrucijada de unos sistemas culturales. Así, por su inserción en estos, en una comunidad de lengua, en una comunidad nacional que se despliega en el tiempo, etc., el historiador, como ser humano, a la vez que se auto comprende, aprehende realidades que sobrepasan su individualidad, que tienen cierta universalidad, pues, en último término, Dilthey no niega una común condición o naturaleza humana”[2]

Positivismo

Francisco Sevillano Calero explica la obra de Langlois y Seignobos como un manual que normativiza la tarea del historiador. Habla sobre la emergencia del positivismo como paradigma de la historiografía, para reconstruir el99 nacionalismo y la identidad del pueblo con la república. Se articuló institucionalmente en las escuelas, que serían laicas, gratuitas y obligatorias. Se crearon revistas para publicar estas ideas sobre la historiografía positivista, que estudia el pasado nacional para unir y fortalecer la moral del pueblo. Era la utopía cientificista, que traería el progreso y el orden para la humanidad. Destaca la influencia de Augusto Comte, que a través de su filosofía influyó con su metodología inductiva para estudiar el pasado.

Nélida hace una revisión histórica del positivismo.  Nos sitúa a fines del siglo XIX, cuando aún el racionalismo dominaba el enfoque científico. El profeta del positivismo, Augusto Comte, quiere elevar a la historia a la categoría de ciencia. Esto surge de la necesidad de ordenar a la sociedad y a la política tras la dislocación del viejo orden de Europa. Surge también la necesidad de tratar estos problemas con un enfoque científico. La revolución francesa fue muy importante porque le da un papel más predominante a las masas. La sociedad sufre las consecuencias del capitalismo industrial y con el sobrevienen los reformadores sociales que reflexionan sobre la sociedad y sus transformaciones socio-políticas, como Fourier, Saint-Simón, Proudhon, Comte, Marx, etc. Comte está por sobre todas las cosas interesado en el orden social, por lo que se debe crear un poder espiritual que cohesione la moral de la sociedad y la guie.  Esto es el positivismo.

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