Ingresos De Nuestro Pais
lizkarym21 de Junio de 2014
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El ingreso de nuestro país al bloque debe comprenderse desde dos condiciones. Una es el regionalismo creciente, o sea, una de las expresiones locales de la crisis del sistema mundial de economía y Estados; la otra es la inédita integración factual y progresiva de la República Bolivariana al bloque mercosuriano, una construcción iniciada en el año 2003 al calor de la transformaciones que vivía el continente, basada en necesidades geopolíticas comunes, empatías estructurales de economías y brechas desconocidas hace mucho tiempo en el control estadounidense sobre la región.
Estamos viviendo la más importante reconfiguración del sistema mundial de dominación desde los Acuerdos de Bretton Woods, al final de la IIª Guerra Mundial.
Los poderes globales, regionales y locales están desplazándose según las nuevas tendencias dislocantes, en marcha en la vida económica, estatal y militar.
En ese contexto sobre determinante, el error de cálculo del Senado Paraguayo al destituir al Presidente Fernando Lugo con
medios no democráticos que aislaron a ese Estado del Mercosur y la Unasur, no pasa de ser un "accidente", el pretexto necesario de
la historia para que ocurriera la inexorable inclusión de Venezuela en el Mercosur.
Todo lo demás, también será una construcción. Las debilidades estructurales de la economía de puertos y rentista que sigue siendo
Venezuela, la obliga a establecer barreras y defensas frente a dos economías exportadoras expansivas como las de Brasil y Argentina.
La naturaleza capitalista, comercial, del acuerdo de aranceles e inversiones llamado Mercosur, impondrá pruebas delicadas a una
economía y Estado que se proponen transitar a un modo de producción no capitalista, aún con su marcada tendencia estatalista.
Diciembre 08 de 2012.-Modesto Emilio Guerrero es un periodista, conferencista y analista internacional, venezolano, residente en Argentina, autor de varios libros, entre ellos: Medios y poder en Venezuela, Venezuela 10 años después: Dilemas de la revolución bolivariana y ¿Quién inventó a Chávez? En esta ocasión nos presenta su último libro titulado, VENEZUELA en el MERCOSUR, de Vadell Hermanos Editores, 2012, en la sala de conferencias del Centro Internacional Miranda(CIM), el día 4 de diciembre.
Guerrero explica en su exposición, la importancia de la incorporación de Venezuela como miembro permanente en el Mercosur, y como el país da uno de los pasos más importantes para su desarrollo como futura potencia intermedia. Sin embargo, advirtió sobre la necesidad de saber manejar las presiones de un mercado capitalista para un país donde se plantea un proyecto socialista y que también está incorporado a un bloque de naturaleza distinta, como el ALBA, que es lo que más le preocupa al imperialismo.
La entrada al Mercosur, no solo influye en el desarrollo de Venezuela sino que conforma junto a las economías de Argentina y Brasil uno de los bloques más poderosos del mundo. Mercosur, refiere, pasa a ser el quinto bloque comercial del planeta, siendo Venezuela un factor clave en la ecuación suramericana, más que latinoamericana, puesto que es el socio con la mayor reserva de petroleo del bloque. En el caso de Venezuela que es el socio con mayor capacidad de compra de Mercosur, debe aprovechar este momento y definir bien sus estrategias para que el país pueda dar el salto definitivo en esa enormidad de mercado, buscando sacar provecho, pero que no sea en perjuicio del proyecto socialista; estas entre otras, son algunas de las consideraciones del análisis que nos brinda Modesto Emilio Guerrero.
La presentación del libro estuvo a cargo del editor, Manuel Vadell. Gonzalo Gómez, investigador del CIM, fue el moderador de orden. El foro, comenzó con preguntas generadoras referentes a las ventajas y desventajas, la conveniencia o no de la inclusión de Venezuela en este bloque regional suramericano.
Manuel Vadell, de Vadell Hermanos Editores, hace una presentación del libro Venezuela en el Mercosur, con referencias a la trayectoria del autor. Vadell advierte, dentro de su análisis, sobre las características sub-imperialistas de Brasil, el socio mayor del Mercosur. En la contratapa del libro los editores también señalan que "la naturaleza capitalista, comercial, del acuerdo de aranceles e inversiones llamado Mercosur, impondrá pruebas delicadas a una economía y Estado que se proponen transitar a un modo de producción no capitalista..."
Exposición del autor de VENEZUELA EN EL MERCOSUR, Modesto Emilio Guerrero
El ingreso de Venezuela al Mercosur y sus desafíos
Por: Modesto Emilio Guerrero | Jueves, 19/07/2012 10:55 AM | Versión para imprimir
No hay duda que el ingreso de Venezuela al Mercosur el próximo 31 de julio, modificará varias cosas de la geopolítica suramericana. El Mercosur será distinto, menos por la suma del PBI venezolano, que siendo de más de 200 mil millones no es un dato despreciable, que por el nuevo peso geopolítico que adquirirá el bloque.
El ingreso de nuestro país al bloque debe comprenderse desde tres condiciones distintas, que lo permitieron. Una es el regionalismo creciente, o sea, la crisis del sistema mundial de economía y Estados, otra es la integración de facto construida por el gobierno bolivariano desde 2003, que significan alrededor de 320 pactos de Estado, que incluyen acuerdos comeciales, protocolos de inversión, de radicación de industrias, de traspaso de tecnología, o de tipo político, cultural y militar. La tercera condición es casi una anécdota en ese contexto: el golpe en Paraguay, su suspensión del Mercosur y la brecha por la que se coló Venezuela.
El ingreso al bloque sureño, abrirá una perspectiva nueva para Venezuela, en dos dimensiones. Una, la económica-comercial, otra la político-diplomática. Muchas cosas están por verse. Lo único que se puede asegurar es que nada será igual para el bloque ni para sus países componentes.
Causas, Efectos y Defectos
Los efectos que implican el ingreso de Venezuela para el Mercado Común del Sur, serán directamente proporcionales a los efectos que se devolverán sobre el Estado y el gobierno de la llamada ’Revolución Bolivariana’.
Esta dialéctica también implica -o sea: tendrá costos políticos derivados- sobre el poderoso y multiforme movimiento social que sostiene a ese gobierno, ese régimen y ese Estado caribeños. Ahí se cumple la ley según la cual nunca nadie gana nada sin perder algo. Digamos, como los matrimonios en la vida privada o los armisticios en la historia de las guerras.
El ingreso de Venezuela al Mercosur no sólo modifica hacia arriba el PBI mercosuriano (que ahora sumará el 73.8% de Sudamérica) y un fluido comercial vibrante que ya se multiplicó por 4 con Argentina, por 3 con Brasil, por 3.4 con Chile y por 3.2 con Uruguay, (Paraguay sigue rezagada) desde 2003.
La integración de Venezuela como miembro pleno es lo más avanzado que ha logrado el bloque, después de 33 Acuerdos firmados con trece países y bloques desde el Protocolo de Ouro Preto (diciembre 1994).
El valor del ingreso no reside tanto en el tamaño de la economía venezolana, como por la potenciación de su peso geopolítico.
Estos datos, con toda la importancia que contienen, no son más que indicadores abstractos del peso minúsculo en una economía mundial decenas de veces superior, dominante y concentrada en el exclusivo club de países ricos del G-8.
Su aplicación en la vida cotidiana de las sociedades del Mercorur y su fuerza como sostén de los Estados nacionales frente al dominio yanqui, es mucho más reducida, relativizada, vulnerable, que el impacto mediático de saber que representa casi tres cuartas partes de la producción anualizada subregional.
No hay dudas que el nuevo Mercosur con Venezuela adentro, tendrá una dinámica distinta que irá de lo económico y comercial a lo político y de allí a lo más importante, lo geoestratégico. Es aquí donde se abren perspectivas internas y externas (la relación con el imperialismo) cuyos contenidos serán contradictorios, altamente contradictorios.
Una dinámica imprevisible
Habrá elementos dinámicos seguramente progresivos, dirigidos a hacer del bloque una zona defensiva comercial y política frente a los Estados Unidos y los monopolios. Esto no obliga a edulcorar al bloque, ni mentir sobre su definición esencial.
El Mercosur es lo opuesto del ALBA. No es un bloque económico de propósitos anti imperialistas, y menos de vocación socialista.
Sería imposible, o simplemente demagógico, si recordamos que las fuerzas económicas dominantes del bloque sureño son estrictamente capitalistas y proimperialistas, como las 17 multinacionales instaladas, o empresas del tipo de Techint, Roggio, Pérez Companc, Pescarmona, la gigante brasileña Ordebrecht y los bancos privados de ese país.
En el mismo sentido actúan los Estados del Mercosur, aunque sus gobiernos puedan tender políticas defensivas correctas, como la que reflejó en 2004 Néstor Kirchner cuando proclamo que “El Mercosur no será el TLC”. Efectivamente, es algo mejor que el TLCAN o el ASEAN, pero no tanto para cambiar su naturaleza.
Por qué Venezuela
El ingreso de nuestro país no tiene explicación sin dos o tres condiciones previas. La primera, contingente, es la suspensión temporal del único Estado cuyo parlamento se negaba a aprobar su inclusión. La segunda causa es más profunda. Se trata de que Venezuela aprovecha un momento de aflojamiento de los controles internacionales sobre el
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