Introducción a la Sociología Práctica 1
sergio11cPráctica o problema12 de Septiembre de 2022
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Introducción a la Sociología
Práctica 1
4. En España, a la hora de aplicar las leyes, un 13,9% de la población opina que se da el mismo trato a todas las personas por igual, mientras que un 83,6% opina lo contrario, que hay distinciones según la persona juzgada. Dentro de las características que podrían favorecer a una persona a la hora de aplicarse la ley, un 77,3% cree que puede ser por tener muchos recursos económicos, un 15,3% creen que podría ser por ser personas con nacionalidad española, un 11,4% por ser extranjero o un 6,6% y 6,9% si padeces una discapacidad física o psíquica respectivamente. Dentro de las características que podrían perjudicar a una persona a la hora de aplicarse las leyes, un 61,6% de la población opina que puede deberse por tener pocos recursos económicos, otra gente cree que puede deberse por la procedencia de la persona, un 31,3% cree que puede ser porque la persona es de etnia gitana, un 27,7% por ser extranjero o un 16,3% por ser musulmán, judío o de otra religión. También puede deberse por los gustos sexuales, un 16,9% cree que puede deberse a ser homosexual o un 16,2% a ser transexual, o por tener alguna discapacidad física, un 11,6%, o psíquica, un 13,8%.
Según la Constitución, todos tenemos el derecho a defendernos ante la ley ante un tribunal arbitrario, pero no todos recibimos el mismo trato cuando se nos aplica la ley ya que el juez, al igual que nosotros, que también estamos condicionados por la mayoría de sociedad, antes de juzgar a la persona por el acto que ha cometido y por el que se le va a juzgar analiza a esa persona y parte de la base de si es extranjero, de otra religión, si tiene alguna discapacidad, etc, independientemente de si eso va a jugar en su favor o no, el juez ya lo va a juzgar después de que en la sociedad se haya impuesto la teoría de que, por ejemplo, si es extranjero y lo acusan de un robo lo más probable es que sea culpable, o si alguien con una discapacidad física que, por ejemplo tiene que desplazarse en silla de ruedas, de primeras va a causar una mayor compasión por parte del juez y probablemente salga impune del juzgado. Es la sociedad y nuestro entorno la que influye en nuestras decisiones y la que determina lo que hacemos, porque lo común es lo válido hoy en día, y cuando una persona se sale de la línea marcada por la sociedad y es partícipe de un grupo más reducido de esta, como puede ser una persona transexual o un judío o una judía, la miramos con otros ojos diferentes y los juzgamos antes de conocerlos, por eso no tienen el mismo trato respecto a la ley. En el otro extremo, una persona también puede verse favorecida ante la ley por tener un status social alto o haber nacido en el mismo país, hechos que no deberían de darse hoy en día ya que no tiene porque ser el español el inocente y el extranjero el que ha cometido el delito, todos deberíamos de ser juzgados por igual en un principio mientras no haya pruebas de culpabilidad alguna.
A mi parecer esta dinámica de prejuzgar a las personas por su apariencia, cuando ni siquiera se ha tenido un contacto estrecho con esa persona, no es una manera del todo efectiva en términos judiciales, pero al fin y al cabo el juez y los magistrados también son personas con sus sentimientos e ideologías, estas, en mayor parte, motivadas por la sociedad, por eso tiene que regirse bajo sus principios y valores personales porque aunque las leyes sean democráticas, según dicta la Constitución, no todas son totalmente justas, tiene que valorar todos los aspectos y sucesos del delito por el que va a ser juzgado esa persona, sin importar cuánto tiempo lleve viviendo en el país o que crea en otro Dios distinto al suyo. La mayor parte de la población cree que tener influencia o mayores recursos económicos favorecen a la hora de dictar sentencia, y eso se debe a que pueden costearse un abogado que pueda defender su inocencia en condiciones muy favorables respecto a un abogado de oficio, y eso a día de hoy no es fácil de cambiar, las personas que tienen pocos recursos económicos están sometidos a la ley, aceptando el abogado que prestan los servicios públicos del Estado y dependiendo totalmente de él y su palabra en el juicio, pero al igual que esto hay muchas cosas que cambiar, como que un principal sospechoso de cometer un delito tenga que permanecer en prisión hasta la realización del juicio y se dicte sentencia, y por ejemplo, un político imputado por corrupción pueda seguir haciendo vida normal acudiendo a su puesto de trabajo con un juicio pendiente.
En conclusión, todos debemos ser juzgados de igual manera ante la ley, tener una forma más justa de poder defendernos ante la ley y que en caso de ser culpables, que las condenas sean iguales sin importar de que raza o género sea esa persona, del idioma que hable, como vista, etc.
6. En España, a la hora de alquilar una vivienda, un 23,1% opina que todas las personas tienen las mismas oportunidades, mientras que un 71,4% opinan lo contario, que no todas tienen las mismas oportunidades. Dentro de las características que podrían favorecer a las personas para alquilar una vivienda, un 77,7% cree que puede ser por tener muchos recursos económicos y un 36,3% por ser español, siendo estas dos características las más consideradas. Pero también ha habido gente qué a pesar de no ser una respuesta de la encuesta en un principio, opina que también puede deberse a algún tipo de influencia o enchufe, que tenga poder o sea influyente, o por su apariencia y forma de comportarse. Dentro de las características que pueden perjudicar a una persona a la hora de alquilar una vivienda, un 63,6% opina que puede deberse a tener pocos recursos económicos, un 49% cree que puede deberse a estar desempleado, un 54,4% por ser de etnia gitana, un 45,8% por ser extranjero y un 29,1% por ser musulmán, judío o de otra religión.
La gente que alquila una casa o un piso puede elegir a que persona quiere arrendársela, y para ello debería fijarse en la persona o personas interesadas, obviando si son españoles o no y sin tener en cuenta su raza o su religión ya que son categorías sociales que han sido infravaloradas a lo largo del tiempo. Las personas que alquilan una vivienda deberían tener en cuenta los aspectos individuales de la persona o la familia que quiere ir a vivir allí, como por ejemplo que tenga una situación económica aceptable y acorde al precio que se pide y que la apariencia y su comportamiento sean de personas sensatas, que cuiden y valoren la casa, etc.
En mi opinión no estoy de acuerdo con dejar de alquilar una vivienda a una persona solo por no ser español o por tener algún tipo de poder en otros ámbitos como pueden ser el laboral, creo que se debería de analizar mucho más el aspecto individual de la persona, pareja o familia que quiere arrendar la casa. El aspecto económico si que creo que es una cosa que se tiene que valorar porque el arrendador debe de tener una mínima seguridad de que va a cobrar todos los meses el dinero correspondiente a cada periodo, y siempre es más fiable para ello una vida estable con un trabajo fijo. El enchufe también puede ser una buena opción a la hora de arrendar ya que una persona de confianza puede hablarte de unas terceras personas con las que no vas a tener ningún tipo de problema y vas a poder estar tranquilo en todo momento. Y por último, lo más importante a mi parecer, el aspecto y comportamiento de aquella o aquellas personas dispuestas a alquilar la vivienda, si son personas respetuosas que no van a dar problemas, si son de fiar y van a tratar la casa como si fuese suya, que es transparente y que no tiene nada raro que esconder, es decir, que se pueda hablar con él de persona a persona y que transmita confianza y tranquilidad. En resumen, ante este tipo de casos se debería de mirar mucho más por los aspectos individuales más que por las categorías sociales en las que pueda entrar la persona arrendadora, ya que estas están condicionadas por la sociedad y no nos permiten verlas de la misma forma que a la mayoría, siendo muchos de ellos mejores personas y ciudadanos que alguien que no nos paramos a pensar en ningún momento qué tipo de persona es la que tenemos en frente de nosotros.
7. En España, con una formación y experiencia laboral idéntica, un 20,7% de la población opina que todas las personas tienen las mismas oportunidades para ser seleccionadas para un puesto de trabajo, mientras que un 76,1% opina lo contrario, creen que no se tienen las mismas oportunidades. Dentro de las características que pueden favorecer a una persona para obtener trabajo, un 36% de la población cree que es por ser hombre, un 30,4% por ser español, un 30,2% por ser joven y un 28,4% por tener muchos recursos económicos. Además, fuera de las opciones marcadas por la encuesta en un comienzo, un 9,2% dice que puede ser por influencia o enchufe y un 3,7% por su nivel formativo. Dentro de las características que pueden perjudicar a una persona para encontrar trabajo, un 45,6% cree que es por ser de etnia gitana, un 38,9% por ser una persona mayor, un 35,6% por ser mujer, un 34% por ser extranjero y un 24,9% por ser transexual. Además, la población también cree que puede ser por tener alguna discapacidad psíquica o física, un 37,8% y un 33,2% respectivamente.
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