Investigación educativa en América Latina y en México

Introducción

La sociedad, el gobierno y el sistema educativo tienen necesidades, siendo una necesidad fundamental la equidad y la falta de calidad en la educación, la investigación educativa surge como una solución o salida lógica y científica dichas necesidades, sin embargo, la utilización del conocimiento producido a través de la investigación académica en las diversas esferas de la práctica profesional y de las políticas públicas plantea una reconocida complejidad (Wagner et al., 1999) que asume características específicas en los sistemas educativos de nuestra región.

Este ensayo trata de la investigación educativa en América Latina y en México. Es importante saber que en el marco de acción de la Investigación Educativa influyen distintos aspectos como conceptos y estrategias que buscan llegar a un objetivo: la educación de calidad, por lo que debemos constituir el recurso de la Investigación Educativa para obtener nuevos conocimientos apegados a la realidad, o cimentar los ya adquiridos.

Desarrollo

La educación requiere innovaciones integrales de acuerdo a las realidades del país como la actualidad política, social, cultural entre otras, y para ello se requiere establecer paulatinamente cambios de raíz en la forma de educar, teniendo como principal reto y desafío establecer condiciones adecuadas para que se logre la armonía y unificar el modelo educativo deseado, desechando la idea de solo agregar o parchar lo ya existente, teniendo en cuenta que los alumnos son los agentes esenciales de la educación, el sistema debe adaptarse a las necesidades de los mismos.

Una problemática a la que nos enfrentamos es, como nos dicen M.I. Palamidessi, J.M. Gorostiaga y C. Suasnábar en su trabajo “El desarrollo de la investigación educativa y sus vinculaciones con el gobierno de la educación en América Latina” es que: “La capacidad para producir, intercambiar y utilizar conocimientos, elemento clave de los procesos de desarrollo de las sociedades contemporáneas, ha tenido tradicionalmente poco impulso en el contexto latinoamericano (Albornoz, 2002; Brunner y Sunkel, 1993). Por otra parte, la utilización del conocimiento producido a través de la investigación académica en las diversas esferas de la práctica profesional y de las políticas públicas plantea una reconocida complejidad (Wagner et al., 1999) que asume características específicas en los sistemas educativos de nuestra región.” Para este ensayo, y como opinión personal, agregaría que no solo se necesita investigar los fenómenos sociales, políticos, económicos y culturales sino entrar al campo del uso de la tecnología para lograr la calidad educativa, lo que aumenta considerablemente el presupuesto que se dedica a la investigación para poder obtener resultados más productivos.

Por otro lado, muchas investigaciones terminan siendo invisibles a los actores inmiscuidos plenamente en impartir clases. La realidad tanto en América Latina como en nuestro país, marca que existen investigadores, pero hacen falta investigadores dentro de las aulas, así como se imponen contenidos didácticos se necesita docentes capaces de seguir una misma línea de investigación, capaces de recabar datos, para convertirlos en realidades y crear aportaciones significativas. El docente puede

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