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LA INVESTIGACION EDUCATIVA EN MEXICO


Enviado por   •  18 de Junio de 2015  •  Tesis  •  2.193 Palabras (9 Páginas)  •  270 Visitas

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LA INVESTIGACION EDUCATIVA EN MEXICO

INTRODUCCION

La investigación educativa entendida como disciplina, es un ámbito de conocimiento reciente, que se encuentra en la actualidad en un momento de cambio debido al avance de los nuevos sistemas de accesos e intercambio de información y al impacto que ha tenido la computarización y lo que está produciendo en el modo de recopilación y tratamiento de la información. El desarrollo de la investigación educativa, como el de la investigación científica y humanística en general, está obviamente relacionado con el nivel de desarrollo económico y social de una nación. Es claro que países con niveles de desarrollo similares pueden tener sistemas de investigación muy distintos, dependiendo de las políticas y estrategias más o menos adecuadas que adopten en el campo científico y tecnológico. Pero es inevitable que el nivel global de desarrollo influya de manera muy importante en la constitución y consolidación de instituciones académicas y centros de investigación, que suponen importantes inversiones para la formación de recursos humanos y para la creación de infraestructuras adecuadas, inversiones que sólo dan resultados a mediano o largo plazo. Por ello es explicable que países con carencias graves en cuestiones elementales no dediquen recursos a la promoción de la investigación.

Como es el caso de nuestro país. A continuación se darán diversos puntos de vista en la cual la idea central es el desarrollo de la Investigación Educativa en México.

DESARROLLO

Se menciona, México es uno de los países de América Latina con mayor desarrollo relativo en lo que respecta a la investigación educativa. Gracias a varios inventarios levantados en 1970, 1974 y 1979, así como diversos análisis de los mismos, podemos tener una visión bastante completa de la situación mexicana en este terreno hasta principios de los años 80. Los trabajos del I Congreso Nacional de Investigación Educativa, celebrado a fines de 1981 y los del II Congreso, realizado en 1993, nos permiten contar con información sobre los avances de la última década.

En México la investigación educativa no comenzó tan temprano como en Argentina y Chile. Seguramente el contexto de la Revolución Mexicana y el de la época inmediatamente siguiente no resultaba el más favorable para la investigación, aunque sí lo fuera para el surgimiento de innovaciones tan interesantes como la escuela rural. Por ello, pese a la presencia en nuestro país en la segunda mitad del siglo XIX de educadores tan destacados como Rébsamen, no es sino hasta 1936 cuando se funda en México el Instituto Nacional de Pedagogía "con el propósito de realizar investigaciones científicas en materia educativa..." (MENESES 1988:301). De acuerdo con Meneses, y en vista de la publicación de varias obras y de la Revista del Instituto Nacional de Pedagogía, puede afirmarse que la institución tuvo una actividad significativa, en la que puede notarse la influencia de autores norteamericanos como Lewis Terman.

Al igual que en otros países, la investigación educativa en México se vio estimulada por algunas instituciones de carácter internacional. Hasta principios de los años 60's sólo se habían fundado otras dos instituciones de investigación: el Centro Regional de Educación Funcional y Alfabetización para América Latina (CREFAL) fundado en 1951 con el apoyo de la UNESCO y el Instituto Latinoamericano de Comunicación Educativa (ILCE) fundado, también con el apoyo de la UNESCO, en 1956. Pero también en estos dos casos la investigación no era el propósito central de estos centros, sino uno subsidiario.

La investigación educativa, a diferencia de lo que se decía hace algunos años, ya no es un campo en proceso de constitución, sino una actividad en pleno desarrollo, con problemas inherentes al crecimiento y con rezagos propios de la forma en que se genera e implementa. Así, vemos que cada vez se comprende y asigna más importancia a esta actividad, se crean carreras orientadas a desarrollarla, se contempla como asignatura en los currículos de varias carreras que antes no la consideraban —el caso más típico es el de los maestros normalistas, actuales licenciados en educación primaria—, se incrementa el número de investigadores y cobran auge eventos masivos sobre temas de interés para investigadores y educadores. Hay cosas por las que se juega, gente que las juega, conocimiento y reconocimiento de las leyes del juego. Sin embargo, aún hay problemas de inmediatismo, inadecuada utilización de recursos técnicos y metodológicos, escasez de recursos humanos, burocratismo, aislamiento y discontinuidad en el trabajo de investigación.

La mayoría de las veces éste se hace en forma individual, en desmedro de la riqueza que brinda el trabajo interdisciplinario de equipo.

Gran parte de la investigación educativa latinoamericana realizada por estudiantes o profesionales sin experiencia en el campo adolece de deficiencias en la formulación teórica de los problemas de investigación, los objetivos muchas veces son limitados o se plantean de una manera muy general, y rara vez se encuentran trabajos de carácter experimental o que traten de probar hipótesis.

Asimismo, la bibliografía utilizada y el conocimiento de estudios similares es limitado, lo que lleva a la repetición de trabajos. Los diseños metodológicos en ocasiones son inadecuados o poco previsores, y los recursos y el tiempo disponible siempre son escasos, lo que conduce a un análisis simplificado de los datos, en tanto que los resultados obtenidos cuentan con escasa difusión, aceptación y aplicación (Salcedo, 1986; Briones, 1987).

Hasta ahora, todas las tendencias parecen apuntar a una investigación educativa que se realiza fundamentalmente en las instituciones de enseñanza superior (IES), y parece natural creer que se seguirá haciendo en ellas. Sin embargo, cabe cuestionarse sobre la forma en la que se hará la investigación, —si como plantean algunos ex-personeros gubernamentales y científicos eméritos— en una forma competitiva donde cada quien hará lo que pueda y aprovechará al máximo su poder de negociación y sus ventajas comparativas —sobre todo en términos de recursos—, o si se visualizarán a las IES como un sistema integrado que funciona sobre bases de colaboración, concertación y apoyo mutuo.

Otro asunto tiene que ver con la concepción sobre el tipo de investigación que se va a impulsar y con los métodos más pertinentes para desarrollarla.

En nuestra opinión, bajo el pretexto de la autonomía las

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