LA CIENCIA POLÍTICA EN EL PERÚ: UNA PRIORIDAD IMPOSTERGABLE

LA CIENCIA POLÍTICA EN EL PERÚ: UNA PRIORIDAD IMPOSTERGABLE  

“Política es el estudio de las relaciones de autoridad entre los individuos y los grupos, de la jerarquía de poderes que se establece en el interior de todas las comunidades numerosas y complejas”

Raymond Aron.

        El 30 de setiembre del presente año se llevará a cabo en la ciudad de Bogotá, Colombia, el Primer Congreso Nacional de Ciencia Política en la Universidad de los Andes, organizado por la Asociación Colombiana de Ciencia Política (ACCPOL). Uno de los ejes centrales a tratar será la discusión sobre el rol de las asociaciones y otras organizaciones vinculadas a la consolidación de la Ciencia Política en dicho país. Los politólogos presentarán ponencias referidas a los partidos y la representación política, al régimen político e instituciones, políticas públicas y relaciones internacionales, entre otros temas. Un ambiente propicio para discutir sobre la disciplina, que por lo demás, a través de la investigación cumple un rol importante en los destinos del país cafetero.

        La realización de tan importante evento invita a reflexionar acerca de la situación actual de la Ciencia Política en el Perú, que ha estado tradicionalmente bajo la sombra de las influencias, del Derecho y la Sociología. También conocemos que en los años sesenta existió efímeramente en la Pontificia Universidad Católica, la carrera de Ciencia Política, En el caso peruano la citada Ciencia ha tenido un devenir con numerosas y complejas dificultades y contradicciones, que han dejado un vació en la concepción de los temas relacionados con la política, de ahí la razón de nuestro epígrafe.

Sin perjuicio de los avances logrados a nivel institucional e individual por algunos centros universitarios nacionales, apreciamos todavía en las denominaciones de algunas carreras que se ofertan dentro del rubro académico, su marcado apego a las ciencias jurídicas. Pareciese que no hay Ciencia Política sin Derecho. El referente en el imaginario cultural peruano es casi exclusivo al Derecho. Y si del campo político se trata, al ser politólogo le sigue, ergo soy político.

Sin pretender una minuciosa descripción del génesis de la disciplina en cuestión, comprobamos a través de los hechos que en la actualidad varias son las universidades que vienen implementando aproximaciones a la Ciencia Política a nivel de programas de maestrías, doctorados, cursillos y variadas especializaciones. Desconcierta encontrar postgrados o doctorados en Ciencia Política, sin presentarse en los centros de estudios que los auspician, programas definidos y bien estructurados a nivel de Pregrado. En este sentido, es importante la existencia en la Pontificia Universidad Católica de una Especialidad en Ciencia Política y Gobierno.

Visto así el presente panorama, resulta de gran importancia la iniciativa que tiene la Universidad jesuita Arturo Ruiz de Montoya, que busca implementar una auténtica Carrera de Ciencia Política en todas sus dimensiones. Algo sui generis en la oferta académica peruana.

Mientras tanto se está divulgando el conocimiento de una disciplina que no puede alejarse de su principal objeto de estudio, lo relativo al poder y el Estado. Lo que implica no dejarla de percibir como una “ciencia encrucijada”, tal como lo argumentaba el profesor de la Sorbona de París Maurice Duverger, al afirmar que “…cada una de las ciencias sociales comporta una parte política en la medida en que le concierne”. De lo que se deduce su carácter interdisciplinario pues se retroalimenta con otras disciplinas como podría ser el caso mismo del Derecho o la Sociología. Sin embargo, está claro que ésto no puede darse a costo de ultrajar su propia independencia o campo de acción de la Ciencia Política.

En la actualidad, el Perú debe aprovechar para la inserción correcta de la Ciencia Política, la coyuntura de continuidad democrática que presenta, habida cuenta que han quedado en el pasado las dictaduras y los modelos cívicos militares. Es el momento propicio para aunar esfuerzos y darle a la Ciencia Política el legítimo espacio que le corresponde, sin quedar sujeta a banderas ni credos políticos.

Hablamos de una disciplina que ya superó su estado embrionario y hoy más que nunca la requerimos ante la crisis evidente de los partidos políticos, los frecuentes casos de corrupción y el transfuguismo político. Evidentemente, no sólo será cuestión de voluntad política, también la sociedad civil debe jugar un papel importante para que la Ciencia Política forme nuevos cuadros de profesionales, verdaderos científicos, que amplíen el entendimiento de la realidad política, la naturaleza del poder, la relación entre el Estado y la sociedad, el funcionamiento del sistema político, etc.

En suma, la Ciencia Política es una prioridad impostergable y como primer paso para permitir su arraigo y asentamiento en el Perú, cobran actualidad las palabras de Stanley Hoffman, quien la consideró como una disciplina, que, en algún momento, tuvo como tarea la de “formar jóvenes que limpiaran y reconstruyeran las administraciones locales o los partidos, víctimas del bossism o de la corrupción”.

                        Artículo publicado en diciembre 2008, hace 10 años.

Motivo para reflexionar sobre los avances y retrocesos en el Perú.

CIENCIA POLÍTICA EN EL PERÚ:

Avances y retrocesos.

Artículo publicado en la Revista POLITIKON (06/12/2016)

Por Julián Ramos Hilario y Natalí Guerrero Ocas

Si bien es cierto, existen pocos -por no decir escasos- trabajos de Ciencia Política en el Perú, se puede identificar que tocan indirectamente la idea de la institucionalización de la Ciencia Política en el país, aunque no la desarrollan. Esto se explica en tanto que este tipo de estudios respecto a la temática en los últimos años, se ha venido trabajando arduamente en la Región. Ello ha despertado el enorme interés de plantear en periodos reducidos, las agendas de investigación, como también los retos, desafíos y discusiones internas en la academia.

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