LA IMPORTANCIA DE LA LECTURA EN EL SER HUMANO

LA IMPORTANCIA DE LA LECTURA EN EL SER HUMANO

Las tecnologías del mundo moderno hicieron que la gente dejara la lectura de libros a un lado, resultó en jóvenes cada vez más desinteresados ​​por los libros, con vocabularios cada vez más pobres.

La lectura es algo crucial para el aprendizaje del ser humano, pues es a través de ella que podemos enriquecer nuestro vocabulario, obtener conocimiento, dinamizar el racionamiento y la interpretación. Muchas personas dicen no tener paciencia para leer un libro, sin embargo eso sucede por falta de hábito, pues si la lectura fuera un hábito rutinario, la gente sabría apreciar una buena obra literaria.

La lectura “crea, recrea y transforma. Una buena selección de libros es como una buena selección de alimentos: nutre”.Las dudas que tenemos al escribir podrían ser sanadas por el hábito de leer, tal vez ni las tendríamos, pues la lectura hace nuestro conocimiento más amplio y diversificado. Así tanto los jóvenes como los adultos tendrían un alto mejoramiento en la escritura, en la ortografía y en el conocimiento tanto razonable como abstracto.

La comprensión de lectura será siempre el punto de inicio para acceder al pensamiento crítico. No es posible asumir críticamente un texto que forme parte de la realidad si no se ha interpretado del todo bien; esto es, si no se ha reconocido su contenido, su propósito y su sentido global. Llegar al significado es el único camino que permite, siguiendo el modelo dialéctico, tomar la distancia necesaria para calificar su sustancia.

Durante la lectura descubrimos un mundo nuevo, lleno de cosas desconocidas. El hábito de leer debe ser estimulado en la infancia, para que el individuo aprenda desde pequeño que leer es algo importante y placentero, así con certeza será un adulto culto, dinámico y perspicaz. Saber leer y comprender lo que otros dicen nos difieren de los animales irracionales, pues comer, beber y dormir hasta ellos saben, es la lectura que proporciona la capacidad de interpretación.

Toda escuela, particular o pública, debe proporcionar una educación de calidad incentivando la comprensión de lectura, pues de esa forma la población se vuelve más informada y crítica.

Hay, sin embargo, una condición para que la lectura sea de hecho placentera y válida: el deseo del lector. Como afirma Daniel Pennac, "el verbo leer no soporta el imperativo". Cuando se transforma en obligación, la lectura se resume a simple enfado. Para atraer ese deseo y garantizar el placer de la lectura, Pennac prescribe algunos derechos del lector, como el de escoger lo que quiere leer, el de releer, el de leer en cualquier lugar, o, incluso, el de no leer. Respetados esos derechos, el lector, de la misma forma  pasa a respetar y valorar la lectura. Se crea entonces, un vínculo indisociable. La lectura pasa a ser un imán que atrae y prende al lector, en una relación de amor de la cual él, a su vez, no desea desprenderse.

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