“LA RED SOCIAL” LECCIONES PARA FINANZAS CORPORATIVAS
Shamyra SilvaTrabajo4 de Junio de 2019
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“LA RED SOCIAL”
LECCIONES PARA FINANZAS CORPORATIVAS
Matías Braun Llona*
Hervé Roche¥
El caso de “La Red Social” es un buen ejemplo sobre los determinantes de la inversión de las compañías y, en particular, de la importancia de los elementos relacionados con su financiamiento. Esto es, la distinción entre incertidumbre e información asimétrica, los impedimentos al financiamiento derivados de los problemas de información, el monitoreo y selección como soluciones genéricas a éstos, y la institución del venture capital como una solución particular a dichos problemas.
EL PROYECTO
El 11 de enero del 2004, Mark Zuckerberg y Eduardo Saverin, ambos estudiantes de pregrado en Harvard, crean The Facebook (luego renombrado Facebook) como una alternativa al directorio de estudiantes en versión impresa. Varios factores hacían pensar que el proyecto Facebook podía ser atractivo para inversionistas externos.
Facebook era un producto exclusivo. No se trataba simplemente de un directorio de alumnos universitarios sino de los alumnos de la Universidad de Harvard. A la pregunta de Mark sobre la diferencia de este proyecto con HarvardConnection, MySpace o Friendster, Tyler Winklevoss se apresura en responder “Harvard.edu”.
Facebook contenía información valiosa difícil de obtener. Cuando un amigo de Mark pregunta si una chica que ambos conocen tiene novio o no, él no contesta sino que rápidamente vuelve a su dormitorio para agregar un elemento que faltaba y resultaba importante: “estado civil”. En este momento entiende que la necesidad de las personas de relacionarse es un segundo elemento importante que hará popular la página.
Facebook era confiable y Mark lo hace ver con fuerza. Zuckerberg se enfurece cuando Eduardo congela la cuenta: “Sin dinero, el sitio no puede funcionar. La diferencia con otros sitios es que nunca se cae. Si los servidores están caídos, aunque sea por un día, nuestra reputación sería destruida irreversiblemente”.
Facebook era una atractiva innovación. A Mark no le importó en un principio trasgredir reglas y tradiciones de Harvard. Esta disposición termina siendo un factor importante porque, sin esas ataduras, le resultó fácil mudarse a Silicon Valley para hacer crecer la compañía. Zuckerberg fue aprendiendo en el camino. Eduardo no ve el big picture de la transformación de Facebook y propone explotar el crecimiento y hacer publicidad en el sitio. Zuckerberg lo ve como una estrategia de corto plazo que puede poner en riesgo el futuro de la compañía y que, en cualquier caso, no generaría mucho dinero.
EL FINANCIAMIENTO
El proyecto pasa por las tradicionales etapas del financiamiento de nuevos emprendimientos.
En la primera etapa, los fondos provienen de los más cercanos, es decir, familiares y amigos (“friends and family”). Eduardo Saverin aporta el capital inicial, o semilla, de $1.000. Luego agrega $200 más y, como consecuencia, Mark mantiene un 70% y Eduardo se hace acreedor del 30% restante. La compañía se registra en Florida, Estado en el que viven los padres de Saverin. En este momento, se incorpora también Dustin Moskovitz, el programador. Las participaciones quedan como sigue: Zuckerberg 65%, Saverin 30% y Moskovitz 5%. Eduardo abre una cuenta con $18.000 para financiar la mudanza a Palo Alto.
En la segunda etapa, entran los que se conocen como business angels, personas adineradas que proveen capital para un número importante de nuevos emprendimientos con la esperanza de obtener alta rentabilidad en algunos pocos. Sean Parker, el fundador de Napster es la primera persona en identificar el gran potencial de la red social: “Todo es grandioso. Sólo tengo que encontrarte Mark Zuckerberg”. Sean se transforma en un asesor informal ayudándolo a relacionarse con el mundo corporativo: “No te quieren a ti, sólo quieren tu idea”. Se pone de su lado al rechazar la idea de Saverin de publicitar mediante avisos. Para financiar el rápido crecimiento, Mark consigue levantar $500.000 de Peter Thiel, el fundador de PayPal. Thiel se transforma así en el “Business Angel”. Como consecuencia, se lleva a cabo una reestructuración del capital: la compañía se incorpora en Delaware y se cambian las antiguas acciones por otras nuevas: Mark queda con 51%, Eduardo con 34.4%, Dustin con 6.81%, Sean con 6.47% y Peter el restante 7%.
Siguiendo a los cercanos y a los “ángeles”, entran los inversionistas en capital de riesgo o Venture Capitalists. Estos son administradores formales de fondos de inversión dedicados a este tipo de emprendimientos. En mayo del 2005, Facebook levanta $12.7 millones de Accel Partners, fondo de inversión manejado por Jim Breyer y Peter Thiel. Breyer coinvierte con $1 millón. Se corre la voz que la compañía se valoriza en $100 millones. De alguna manera Saverin se diluye desde 34.4% a 0.03%. En sucesivas rondas, Accel y Thiel y nuevos inversionistas (Greystock Partners, Meritech Capital Partners) aportan capital y valorizan a Facebook en $500 millones.
Finalmente, en la última etapa se lleva a cabo la oferta de acciones de primera emisión o IPO. Basado en las transacciones en Second Market, un mercado para compañías no listadas, el valor de Facebook en noviembre del 2010 es $41.000 millones. En febrero del 2012 Facebook lista sus acciones en el NASDAQ, la bolsa en que se transan las principales compañías tecnológicas, logrando una valorización de $104.000 millones. En septiembre del 2014, el valor de mercado de Facebook está por arriba de $202.000 millones.
Durante el transcurso de estas sucesivas etapas, las distintas personas relacionadas con el financiamiento toman una posición bien distinta sobre la forma de monitorear el desarrollo de la idea. Los hermanos están preocupados de las carreras de botes. A pesar de que envían 36 mensajes a Mark, éste logra comprar tiempo argumentando dificultades técnicas y sólo tiempo después se dan cuenta del comportamiento oportunista de Zuckerberg. Este se muda a Palto Alto mientras Eduardo se va a su pasantía en New York. Sean, en contraposición, se acerca mucho a Mark y se interesa en los progresos y la estrategia futura de la compañía.
DISCUSIÓN
¿Quién hubiese invertido, como lo hizo Eduardo, en los comienzos de Facebook? Es muy probable que la respuesta sea “todos” porque ya sabemos que el proyecto se transformó finalmente en un muy buen negocio. No obstante, en esos instantes, Facebook era sólo una idea. De hecho, era un juego destinado a reírse de los compañeros de universidad. Esto se puede graficar con la serie de comentarios de Mark, Dustin y Peter[1]. Por cierto que no había un business plan y nadie tenía claro cómo transformar este concepto en una compañía. La incertidumbre era muy grande, como ocurre normalmente en nuevos emprendimientos o ventures.
La idea podía transformarse en un rotundo éxito o ser un gran fracaso como SixDegrees, fundada en 1997 por Andrew Weinreich y que, pese a haber alcanzado 100 empleados y 3.5 millones de miembros, cerró sus puertas en el 2001[2]. La incertidumbre no es per se un impedimento para obtener financiamiento. En un mundo ideal es posible tomar las decisiones de inversión y las de financiamiento en forma independiente. Es decir, todo proyecto con potencial será financiado sin problemas[3].
En efecto, en un principio, nadie sabía con certeza las rentabilidades que se obtendrían de Facebook. Lo razonable era pensar que existía una probabilidad bastante alta de que fuera una mala idea y una probabilidad baja de que fuera un éxito. Si el promedio que surgía de esas posibilidades era interesante, nadie habría tenido problemas con financiarlo. Una buena idea siempre podrá ser financiada y Facebook parecía serlo. ¿Podría Zuckerberg haber levantado entonces la totalidad los fondos necesarios? El capital semilla (seed money) que aportó Eduardo fue bastante pequeño. El problema que se plantea no es que la información sea incompleta, sino, que la información esté disponible de forma asimétrica porque quien tenga más información intentará sacarle provecho. En el ejemplo de “La Red Social” Mark tenía una mejor idea de cómo desarrollar su idea, incluso desde el cómo programar, de modo que tenía una ventaja respecto de la poca información que existía dentro de esta
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