LIBERTAD

LIBERTAD

La libertad no es derecho ni de los pobres ni de los ricos, la libertad es un derecho y un valor de toda la humanidad. Para mejor comprensión de lo que significa libertad voy a enunciar algunos conceptos para entender su verdadera trascendencia:

Aristóteles dice que “la libertad se basa en la noción de finalidad o tendencia natural del hombre que conduce a la felicidad”

En Francia, en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, la libertad se consagra como Derecho Fundamental en el artículo 2° y se define en el 4° en estos términos: "La facultad de hacer todo aquello que no perjudique a otro".

La escritora norteamericana Freya Dinshah manifiesta que “la libertad es estar libre de ataduras y de explotación. Es un estado en el cual podemos crecer y aprender, ser nutridos, y en el cual podemos desarrollar nuestros talentos, y explorar la vida y el mundo en sus muchas dimensiones. Eso es lo que queremos para nosotros mismos, para nuestras familias, nuestros amigos y vecinos, para nuestro país y para el mundo”.

¿Acaso el criminal bloqueo económico a Cuba es “estar libre de ataduras y de explotación”?

Miguel de Unamuno expresa que “la libertad es un Bien Común y, mientras no participen todos de ella, no serán libres los que se crean tales”.

Pío XII en su mensaje Navidad de 1942 decía: “Un sano concepto de libertad y del Bien Común abarca todo un conjunto de condiciones sociales que permitan a los ciudadanos el desarrollo expedito y pleno de su propia perfección”.

Bajo la luz de estos pensamientos, la libertad no debe ser considerada como un principio absoluto y aislado, este concepto está ligado íntimamente a otros valores como solidaridad, equidad, justicia etc. El libre ejercicio de la libertad por parte de unos, no debe menoscabar los derechos de otros.

Para que exista la libertad, debe existir acceso participativo al Bien Común, condición concreta y tangible que preserva, asegura y propicia el desarrollo integral del individuo y de la comunidad, garantizando los derechos fundamentales del ser humano, fomentando la democracia participativa, ya que sin ella decae el perfeccionamiento continuo de la comunidad en la búsqueda de su propio bien. La justicia social se promueve mediante la participación de todos en la definición, construcción, realización y disfrute del Bien Común; es decir, el acceso que debe tener todo ser humano a la educación, a la salud, al trabajo con salario justamente remunerado, que le permita su desarrollo y crecimiento dentro de una forma de vida digna.

La realización del BIEN COMÚN simultáneamente implica velar por la seguridad y la defensa del interés general sobre el particular, vinculando el respeto y la protección de la persona y todos sus derechos.

El humanismo define a la libertad como “La oportunidad y el acceso de todos al BIEN COMÚN. El derecho se crea porque cada persona desde su libertad constituye relaciones en las que empeña su voluntad de ejercicio en busca de consolidar su propio bien con el Bien Común del grupo que constituye”.

El cuidado que se debe prodigar a la naturaleza es indispensable para ofrecer al hombre de los elementos indispensables para la vida como son el aire y el agua y la tierra.

Por lo expuesto anteriormente, todo Estado debe crear las condiciones sociales, económicas, culturales y políticas que permitan a todos y a cada uno de los ciudadanos alcanzar la perfección que les corresponde en su calidad de personas y en el caso de los creyentes, se les permita vivir como verdaderos cristianos identificados con su dogma de amar los unos a los otros.

Cuán lejos del conocimiento de realidad socio-económica del mundo estaba Winston Churchill al expresar visceralmente: “El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo a la ignorancia y la prédica a la envidia; su virtud inherente es la distribución igualitaria de la miseria”.

Tan flojo de huesos estuvo el vocero político de la sociedad inglesa que se olvidó manifestar que el capitalismo

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