LO BUENO Y LO MALO DE LA EDUCACION

La mayoría de las veces nos preguntamos, si de verdad es sencillo estar frente a un grupo dando clases e impartiendo el aprendizaje, sin embargo no vemos más allá de lo que es evidente.

Los alumnos a diario ponen ciertas excepciones sobre si no aprenden porque tienen problemas o bien existen ciertas frustraciones que no les permiten simplemente poner atención o bien retener el aprendizaje, sin embargo, pocas veces nos detenemos a pensar que el docente también llega a tener problemas o frustraciones generadas por la misma presión de las instituciones o de su vida privada.

Ese docente que a diario se presenta y que con su discurso pretende generar algo más que solo una alteración. Eso que según el autor denomina como una “Insatisfacción o privación de la satisfacción a una demanda pulsional”. Para la labor docente se tienen que realizar una seria de connotaciones, culturales, científicas, sociales, políticas y por que no, económicas, de las cuales muchas veces el docente que se encuentra para ser un mediador se topa con este tipo de problemas y circunstancias mismas que solo propician, una ruptura en el esquema de aprendizaje y educación.

Hoy en día el mismo concepto social no solo en américa, si no particularmente en México, se ha creado una fuerte oleada de desprestigio a la labor docente, esto, ha ocasionado precisamente una apatía o bien una frustración por parte del docente, y me refiero al docente comprometido, a aquel que realmente tiene la vocación de enseñar, de promover el aprendizaje. Ese docente que es señalado, sin importar de que bando es, de los buenos o los malos, que se deciden a tratar de transformar nuestro país, en cuanto a la educación, y entonces proponen algo, es un hecho,

Uno de los mayores retos para los profesores de la actualidad es el nivel de frustración a que se enfrentan todos los días. Las exigencias de los funcionarios del distrito escolar, administradores y estudiantes se acumulan, una tras otra, creando una tensión constante.

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