La Eutanasia

Antecedentes de la eutanasia

Literalmente la palabra eutanasia significa “buena muerte” y fue utilizado de primera ocasión con los griegos y los romanos, en el cual impera la idea de que no se debe preservar la vida cueste lo que cueste, pues lo que da valor a esta frase es liberar de un dolor mediante la muerte al individuo que pese a ostentar la vida sufre por tenerla, un ejemplo clásico es el de los soldados en la guerra.

Séneca filosofo griego seguidor de la corriente estoica, recibió las palabras penosas de un hombre, al cual le atormentaba el dolor de una enfermedad no incurable, pero sí de dolor severo y prolongado, quien mencionaba el miedo por la cuestión del suicidio, cuya respuesta fue: “No te atormentes querido Marcelino como quien delibera de un sobre un gran asunto. No es un gran asunto la vida; todos tus esclavos, todos los animales viven. La gran pobreza estriba en morir con honestidad, con prudencia, con fortaleza”. El hombre escucho las palabras y dio fin a su vida.

No por más esta mencionar a los primeros defensores de la “buena muerte”. De acuerdo con lo que se sabe, la filosofía griega tiene sus antecedentes con la filosofía india. Los filósofos griegos y romanos se mostraron solidarios al ayudar a morir a los enfermos incurables, ancianos y agónicos. De esta manera podemos decir que los primeros pensadores eutanasistas fueron Platón, Epicuro y Plinio.

Platón en su obra la República manifiesta que solo hay que ayudar a los enfermos curables y a patrocinar el homicidio de los ancianos, incurables y de los débiles.

Epicuro decía que debemos hacer lo posible para que la vida no fuera odiosa; cuando la vida se convierta en insoportable debemos terminarla.

Plinio, por otro lado, consideraba que las enfermedades en que “los físicos podían dar la muerte”.

Sin embargo ideas surgidas del juramento Hipocrático, el judaísmo y el cristianismo se han encargado de darle a la eutanasia un significado distinto al nacido de origen. Ideas como el que Dios es el único que puede dar la vida y por lo tanto retirarla, han predominado sobre las decisiones que pueden tomar los hombres ante el dolor que sufre un hombre agonizante irreversible.

El juramento Hipocrático establece “no administraré droga mortal a nadie aunque lo solicite, ni hare ninguna sugerencia a tal efecto”.

Por otro lado, Tomás Moro canonizado por la iglesia católica en Utopía, describe una comunidad ideal donde los utopienses dan muerte a los enfermos que tienen una agonía permanente:

“Más si la enfermedad no solo es inmedicable sino que también vieja y atormenta de continuo, entonces los sacerdotes y los magistrados exhortan al hombre a que, pues está ya sobreviviendo a su propia muerte al estar incapacitado para las funciones todas de la vida, ser molesto a los otros y oneroso a sí mismo, no se determine a alimentar por más tiempo su ruina y su pena, ni dude en morir ya que la vida le es un tormento… porque no es el bienestar sino el suplicio lo que interrumpirá con la muerte”.

Definición de la eutanasia

Hoy en día cuando hablamos de eutanasia entendemos que es la muerte provocada a un individuo siempre que sea por su bien, esto quiere decir que es en favor de evitarle un dolor o pena irremediable.

Se considera eutanasia a la práctica que contiene los siguientes elementos:

• Se lleva a cabo por el bien y el propio interés del sujeto al que se le práctica. Debe implicar un beneficio para el paciente;

• Es una situación terminal sin salida médica debido a que:

I. El paciente padece una enfermedad terminal incurable y grave con insoportable dolores físicos. Muchas veces se presenta como casos de eutanasia las enfermedades incurables, pero esto no es suficiente, por ejemplo el asma es incurable pero no implica necesariamente condiciones de vida insoportables para el paciente.

II. El paciente terminal con o sin dolores físicos, pero con un gran dolor moral. A una persona le puede resultar intolerable la espera de la muerte, el no poder el no poder controlar su propia vida; o las condiciones humanas no son las suficientemente dignas para el paciente, por ejemplo mantener una dependencia irreversible de una persona o de una máquina.

Como vemos el dolor físico no es la única condición, sino que también se considera el dolor moral de las personas.

La eutanasia no debe confundirse con el homicidio o el asesinato, ya que éste es realizado por un médico a diferencia del homicidio asistido, quien pone fin a su vida con ayuda de otro, por ejemplo cuando a una persona se le proporcionan pastillas mortales, pero se las administra el mismo. Otra característica es que al no haber expectativa de recuperación es necesaria la opinión médica.

CLASIFICACION DE LA EUTANSIA

La eutanasia puede o no ser requerida por el paciente, (voluntaria e involuntaria). Asimismo estos pueden ser activo (provocar la muerte) o pasivo (dejar que le suceda la muerte).

Comenzare por explicar la eutanasia voluntaria: con este tipo no hay ningún problema. Se da cuando existe la voluntad expresa del paciente, de manera que debe existir un consentimiento. Debe manifestar el enfermo la preferencia de la muerte, debe ser una elección libre y no pasajera, ni momentánea.

El objetivo de éste, como ya mencionado anteriormente, es la de evitar dolor al paciente, así casos como el cáncer y el SIDA, en los que se recurre a sustancias especiales que provoquen la muerte.

Eutanasia involuntaria: éste tipo se da por dos casos:

1) Cuando el individuo ya no posee las capacidades físicas y mentales para pedir que lo ayuden a morir. Sin embargo expreso previamente que esa era su voluntad;

2) Cuando el individuo que no posee las capacidades físicas y mentales para pedir que lo ayuden que lo ayuden a morir o para oponerse es sometido a la eutanasia sin saber cual habría sido su voluntad. Se realiza a pesar de la oposición del paciente.

El caso anterior es considerado como raro, pero a pesar de ser muy poco recurrido es aquí donde comienza una discusión de si es eutanasia o no, ya que la persona enferma expresa que prefiere seguir viva, no obstante su voluntad no es escuchada y tomada en cuenta la voluntad de un tercero, quien decidirá por el enfermo.

La eutanasia Voluntaria y no voluntaria

Si

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