La Evaluacion En La Reforma Educativa

La evaluación en la Reforma Educativa

RAÚL HERNÁNDEZ REYES/CIOAMO

27/04/2013

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Cuando un problema hace crisis, el Estado recurre a intentar remediarlo a través de un órgano autónomo del Estado. Pero cuando sólo quiere simular resolverlo la autonomía se convierte en ficción, como varios órganos autónomos en México y se recrudece en las entidades federativas que dependen de los virreyes estatales. El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación tiene, entre sus grandes retos, la autentica autonomía con respecto de los grupos de interés del sistema educativo y de cualquier poder. El asumir el carácter de órgano público autónomo no se concretiza sólo por mandato constitucional, se construye y se fortalece en su cotidianeidad de sus acciones y decisiones, con la capacidad técnica, con la fortaleza interna en sus valores y convicciones de la necesidad y práctica en autonomía. Así, aún con la fortaleza en su autonomía, ni se le puede pedir al INEE autónomo se constituya en la panacea de la crisis educativa o ni para la mejora educativa permanente, ni se desea que sea otra simulación de autonomía como instrumento para el statu quo.

Si el INEE no se fortalece institucionalmente, ni tiene claro y pertinente los fines y propósito sustantivos a evaluar o, por otro lado, se asume como el llamado a encontrar las soluciones a todos los males del sistema no dejará de ser un hilo delgado del mismo que en su momento de su constitución o en cualquier otro momento cercano reventará. Un INEE fuerte se identificará porque entre otras características se hará visible, tendrá presencia en el sistema educativo y será un referente obligado para la mejora de las escuelas, los docentes y los alumnos. Hoy, todavía, tenemos un INEE invisible. Un INEE fuerte técnica y metodológicamente servirá de poco o de nada si sus evaluaciones no son referente obligado para la toma de decisiones.

La perspectiva de evaluación homogénea, de evaluación igual a desiguales es un equivoco. Evaluar a todos los contextos y alumnos con una prueba estandarizada es desconocer las particularidades y la diversidad de nuestro México y alumnos y promover frontalmente la inequidad educativa. Es seguir promoviendo la exclusión de los segmentos más pobres y marginados de México. Pero también evaluar los contextos diversos sin contar con un currículum con fines claros y perfiles esperados que responda a esta riqueza de heterogeneidad cultural, es una evaluación nada pertinente, es una evaluación que no soporta una evaluación.

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