La Judializacion Electoral

LA REVOLUCION JURIDICA-ELECTORAL

Daniela González Lara

Los comicios electorales federales 2012 modificaron el mosaico electoral del país, los pronósticos vertidos por las diversas empresas encuestadoras permitieron, de alguna manera, que no se presentaran sorpresas en su resultado, sin embargo, lo que si sorprende a la opinión pública es que el partido del gobierno haya descendido a un lejano tercer lugar, y la izquierda en México, pese a sus circunstancias se coloque ahora como la segunda fuerza en la cámara de diputados y como una opción real de electores, ésa la novedad más importante en el norte de México donde el bipartidismo fue siempre su tradicional expresión.

Desde luego que con las últimas reformas a nuestro sistema constitucional el máximo tribunal del país se convirtió en garante de la constitucionalidad al adquirir prácticamente el rango de Tribunal Constitucional donde se plantean temas o conflictos que en el otrora eran dirimidos en órganos distintos al Poder Judicial de la Federación, como seguramente este proceso electoral federal terminará en el más alto Tribunal de la Nación, específicamente en el Tribunal electoral del poder judicial de la federación.

No extraña que quienes actúan al interior de los partidos políticos resulten ofendidos por diversas prácticas que para ellos resultan violatoria de derechos, entonces al presentarse conflictos de esta naturaleza corresponde a los tribunales, y a nadie más, dirimir dichas controversias, lo que, contrario a nuestra costumbre y usanza, es natural en un sistema jurídico y democrático que permite la solución de dichos conflictos cuando estos son recurridos. Algunos ciudadanos opinaran que en una democracia esas figuras de Ley son innecesarias, me refiero a los tribunales de apelación, pero estas son las reglas, cuando las partes no están conformes con los resultados, órganos jurisdiccionales con plena competencia tienen la obligación de atender y resolver.

Sin embargo, los mexicanos una vez más dimos una lección al mundo de que es posible la alternancia aun con todas sus imperfecciones, corresponde ahora revisar la ley para evitar toda práctica del pasado que vulnere la libertad del ciudadano para elegir libremente a sus gobernantes.

Claro es que no todo está hecho o dicho en el tema de la democracia en este país, pero también es claro que la colectividad está despertando al ejercicio de sus derechos políticos cuestión que desembocará en una verdadera transformación de la sociedad mexicana bajo el amparo de la ley, reivindicando así las revoluciones con armas por la lucha jurídica.

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