La Perspectiva

imagen significativa y coherente del mundo. Dos individuos podrían estar expuestos a los mismos estímulos aparentemente en las mismas condiciones; sin embargo, la gorma en que cada uno de ellos los reconoce, selecciona, organiza e interpreta constituye un proceso altamente singular, basado en las necesidades, valores y expectativas específicos de cada persona.

Los umbrales de la percepción

La Psicofísica:

Es el estudio de la relación entre los aspectos físicos del estímulo y nuestra percepción psicológica del mismo y tiene como objetivo establecer la conexión entre el mundo físico y el mundo psicológico. Examina nuestra sensibilidad a los estímulos y la forma en que las variaciones en éstos afectan nuestro modo de percibirlos. Los contenidos de esta guía y de las clases acerca de la percepción son en gran parte descubrimiento de esta ciencia.

Umbral absoluto:

Se refiere a la cantidad mínima de estimulación necesaria para que un órgano sensorial dispare el impulso nervioso al cerebro

Umbral diferencial:

El umbral diferencial, también conocido como DMP (diferencia mínima perceptible) es la diferencia más pequeña en intensidad requerida para que se pueda percibir una diferencia entre dos estímulos. Es un umbral variable no sólo del nivel de fondo, sino también de la intensidad del estímulo original. Si llevas un bulto de 24kilos en la espalda y alguien añade unos gramos no notarás la diferencia, pero la notarás si añade una carga de un kilo. Si el bulto pesa 48 kilos, no lo notarás si añade medio kilo más, pero notará el cambio con un kilogramo. Esta relación entre el estímulo original y cualquier aumento o disminución es conocida como

Ley de Weber,

por el psicólogo alemán del siglo XIX que fue el primero en advertir que cuanto mayor es el estímulo mayor deber ser el cambio para qué pueda ser percibido.

Adaptación perceptiva:

Es la invisibilización de un estímulo producto de la costumbre. Adaptarse, por lo tanto, es disminuir los niveles de respuesta de los receptores sensoriales sometidos a continua estimulación. Este mecanismo protege al organismo de distraerse con los muchos estímulos que afectan a los sentidos en cualquier momento. Nuestro receptor de olores es el que más rápidamente se adapta; un hecho que resulta evidente si se entra a una fábrica química, que expulsa gases nocivos, observará que su olor es ya imperceptible para los trabajadores.

Umbrales perceptivos humanos:

Nuestros sentidos son increíblemente sensibles. Pruebas de laboratorio han demostrado que en condiciones ideales los sentidos humanos son capaces de percibir estímulos tan sutiles como los equivalentes estimados en la vida real que se muestran a continuación (Hecht, Schlaer y Pirene 1942; Cronsweet, 1970)

Umbrales sensoriales absolutos establecidos con experimentos de laboratorio:

La atención:

Es la focalización de la percepción en un punto o actividad específica. El cerebro humano recibe aproximadamente 400 mil millones de bits de información por segundo (46.500 gigabytes aprox.) proveniente del mundo y captado por todo el cuerpo, sin embargo el cerebro selecciona la información y finalmente llegan a nuestra conciencia sólo 2.000 bits de información (0,002 MB). El sujeto piensa en gran medida a partir de esa pequeña fracción de información.

La selección:

Se dice que “cada uno cuenta la fiesta según como le ha ido en ella”, o sea, ponemos atención a lo que nos interesa y pasamos por alto todo lo demás…. Finalmente los seres humanos vemos lo que queremos ver y oímos lo que queremos oír.

La interpretación:

En base a sus prejuicios, a sus creencias personales, a su atención y selección de los estímulos el sujeto

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