La Revolucion, Caracter Agrario
evangelinayes27 de Noviembre de 2012
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La Revolución Mexicana fue un proceso de importancia y trascendencia que marcó en la historia mexicana. Fue una revolución con un marcado carácter agrarista, ya que el problema agrario fue el principal fundamento en que se basó la lucha. El problema agrario consistió, principalmente, en que las tierras de cultivo no eran suficientes para la mayoría de los pequeños campesinos e indígenas, que era el único sustento posible. Dichas tierras les fueron quitadas durante el siglo XIX por los grandes terratenientes. Los campesinos indefensos y los pueblos de indios fueron obligados a sumirse en el peonaje. Ante esta grave situación, sólo la unidad de los campesinos permitiría que se llevara a cabo una revolución, la unidad entre obreros y campesinos, luchar por un sistema de riego, por un crédito o por un seguro agrícola, y no sólo en el campo, sino en todos los aspectos de la vida nacional. Francisco I. Madero que creía en ciertos principios y preceptos políticos ajenos a todo marco ideológico, tales como el sufragio efectivo, la no reelección y el establecimiento de la democracia, la revolución fue sostenida y alimentada principalmente por peones, campesinos, sectores trabajadores industriales y elementos intelectuales de la clase media que veían en ella el único mecanismo para lograr las diversas reivindicaciones, entre ellas la solución de los problemas sociales y económicos derivados de la situación del agro, que eran prioritarios. Por tanto el problema agrario mexicano fue el que dio su fisonomía y guía a la revolución. Como menciona Orlando Plaza “Muchos de los conflictos sociales profundos en los países del tercer mundo tienen que ver con la lucha por constituirse como sociedades dentro del orden mundial, y no sólo con el problema de tradicionalidad y modernidad” Entonces, con el triunfo de la Revolución Mexicana dio inicio la Reforma Agraria, que se propuso, lográndolo hasta los años ochentas del siglo pasado, una transformación profunda del campo mexicano: elevó el nivel de vida de las masas rurales, se destruyeron la inmensa mayoría de los latifundios, repartiéndose las tierras entre los campesinos para crear los ejidos, y se inició la tecnificación del campo con la introducción de sistemas de riego y maquinaria, todo lo cual permitió la industrialización del país Sin embargo, la Reforma Agraria, el reparto de tierras y el ejido se enfrentaron varios problemas. En primer lugar, nunca se definieron correctamente, ni se respetaron, los límites de la pequeña propiedad, dando lugar a la existencia de latifundios simulados; muchos gobernadores de los estados obstaculizaron desde siempre el reparto de tierras, convirtiéndose ellos mismos, y sus grupos, en verdaderos terratenientes; indebidamente, se pusieron en manos de particulares los distritos de riego ; se dieron concesiones de tierra para ganadería hasta por 25 años, sustrayendo grandes extensiones de tierra de la reforma agraria; se concedió el derecho de amparo para los terratenientes. La propuesta asume y legitima una postura de respeto al mundo campesino y a las distintas formas de organización social y de producción, pero no señala la relación entre grupos oprimidos campesinos, el Estado, la organización social y la manera de apropiarse de las ventajas tecnológicas e institucionales dadas en una sociedad determinada 1 Conclusión El cambio social se va dando en un periodo largo, así como las reformas establecidas, el tema agrario ha sido un problema que hasta la fecha no se ha podido resolver por los intereses económicos y la mala repartición de bienes. Desde la revolución vemos como no se ha logrado la repartición adecuada ni una buena explotación para la generación de empleos, por los intereses económicos
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