La Teoria Del Empleador Aparente

El empleador Aparente.

A diario podemos apreciar en las empresas, las relaciones que se dan entre los empleados y los gerentes o encargados de determinadas áreas de dichas empresas. En ocasiones, cuando se presentan conflictos en los cuales los empleados reclaman sus derechos y surge la disyuntiva de quien es realmente su empleador, en la mayoría de los casos el empleado tiene una ficticia presunción sobre quien es su empleador real, ya que muchas veces puede existir el caso de un administrador, o un gerente, el cual se encarga de dirigir las labores, realizar los pagos, y un sin número de actividades administrativas más, esta practica es catalogada como la teoría del empleador aparente. En este sentido, es necesario saber quien es en verdad la persona que figura como empleador en una empresa, en vez de aquella quien aparentemente luce serlo.

Ahora bien, esta situación en la que una persona por su accionar, se considera empleador aparente, solo se aplica a la hora en que esa persona física con las funciones que desempeñan, sea contratar trabajadores, impartirle instrucciones, pagar salarios, añadiéndole a esto el hecho como ha establecido nuestro mas alto Tribunal que “los trabajadores desconocen la identificación del verdadero empleador y no cuando, como en la especie, los trabajadores demandan a la persona física y a la persona moral responsable jurídica de su contratación” .

La jurisprudencia en numerosas ocasiones les ha dado la facultad a aquellos trabajadores de poder demandar a quienes simplemente son empleadores aparentes, pero dicha situación no le permite al juez dejar de determinar cuales elementos fueron tomados en cuenta para que se le diera esa condición. Sin embargo, a pesar de que el trabajador puede incoar su demanda, es necesario, a la hora de imponer sanciones laborales, que los tribunales determinen a ciencia cierta quien en realidad posee la calidad de empleador.

Una vez que una persona que aparente ser el empleador de un negocio o empresa, desee como consecuencia de una demanda interpuesta en su contra, librarse de dichas acusaciones, necesita demostrar que esa calidad que se le atribuye no es mas que un simple mal entendido por cuestiones de mecanismos laborales, y para poder eliminar esa sospecha, debe hacerlo con la prueba de la constitución de la persona moral y de la razón de su vinculación con ella, en este sentido se refirió nuestra Suprema Corte de Justicia en su sentencia del 12 de septiembre del 2001, B.J. núm. 1090, págs. Nums. 672-684.

En caso de que el empleador aparente dese liberarse del cumplimiento de las obligaciones que se deriven de contratos de trabajos, este tiene la obligatoriedad de demostrar la existencia de que existe una empresa con personalidad jurídica, de lo contrario tendrá que responder como el responsable de dichas obligaciones.

Según el Dr. Julio Aníbal Suarez, en su obra “Jurisprudencia Dominicana del trabajo 2001- 2008”, otra de las condiciones necesarias para que una persona adquiera la categoría de empleador aparente, es el hecho de que esos actos que le otorgan dicha apariencia, se realicen de manera reiterada, cito:

“Para que una persona tenga la apariencia de ser empleador es necesario que haya una reiteración de actos que induzcan a los trabajadores a darle esa calidad, no siendo suficiente un simple contacto o una referencia que no este acompañada de una continuidad en las actuaciones para que un demandado sea condenado por aparentar ser un empleador.”

A la hora en que se forman las sociedades comerciales, generalmente se excluye a los altos funcionarios de cierto tipo de responsabilidad, salvo que algún tipo de ley no lo disponga, por lo tanto es correcto que en la práctica los jueces liberen de toda culpabilidad a aquellos que simplemente por sus funciones aparentaren ser empleadores. Pero también existe la posibilidad de que si el trabajador

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