La Violencia Y Lo Sagrado

El autor en estas páginas nos trata de mostrar que la violencia tiene características particulares y como ellas están presentes de manera no aislada en el hombre, permeando inclusive diferentes culturas. Esto nos lleva a ratificar que la violencia ha transcurrido a través del tiempo y en diferentes culturas de la civilización, llevándola a ser referente actual de nuestra historia. También nos señala como la religión tuvo conexión con la violencia; y como el sacrificio fue una forma de canalizarla para obtener orden. El sacrificio se caracterizó como algo simbólico. Esto debido a que en el sacrificio se es consciente del asesinato de una víctima pero quedando en un segundo plano ya que se reviste de otras funciones que son primordiales. He aquí la ambivalencia en la cultura del hombre, dado que es criminal matar a una víctima porque es sagrada, pero la víctima no sería sagrada si no se matara.

Para Girard el homicidio y el sacrificio están unidos, esta unión se podría explicar como un acto de violencia que va desde la connotación negativa hasta la positiva, por ende este acto violento en apariencia cambia cuando se canaliza mediante el rito del sacrificio. Pero el Sacrificio y el rito fueron fundamentales en las culturas ancestrales dado que sirvieron como una especie de sistema judicial, ya que permitieron el apaciguamiento de la violencia e impedían conflictos violentos debido a que la víctima ofrece protección y mantiene la armonía. Sin este sistema la violencia sería un proceso infinito e interminable debido a la generación de represalias. Así pues la religiosidad ancestral ordenaba y prevenía la violencia y por ende liberaba al hombre de la necesidad de la venganza. El sacrificio se manifestaba como una ofrenda a la divinidad.

A su vez en algunas culturas existió una relación entre la violencia y la sangre, las cuales tuvieron una interpretación ancestral con la menstruación, estas culturas consideraban que la sangre emitida de los genitales femeninos era impura y tenía relación con la sexualidad que a su vez generaba violencia, esto llevo a estas culturas a formar un tabú con relación a la sexualidad.

Igualmente se habla de la crisis sacrificial en las cuales se mencionan dos tipos de sacrificios, los puros e impuros. Los puros que tenían como objetivo desviar la violencia dentro de la comunidad y los impuros los cuales desencadenan más violencia dentro de la comunidad. Siendo el sacrificio impuro uno de los destructores de algunas comunidades. Igualmente aparece este tipo de crisis en la familia, donde se radica el fratricidio, enemistad congénita que existe entre los hermanos gemelos, como la enemistad que existió entre Jacob y Esaú.

En síntesis Girard nos muestra que la violencia no es ajena al individuo. Nos ilustra con ejemplos de culturas antecesoras que el origen es la rivalidad, esta rivalidad que nace del deseo y que aumenta hasta puntos de violencia,

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