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La base Сonstitucional para la participación de la población en el sistema socio - económico del país


Enviado por   •  14 de Abril de 2014  •  Tutoriales  •  3.538 Palabras (15 Páginas)  •  285 Visitas

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 MARCO CONSTITUCIONAL PARA LA PARTICIPACIÓN POPULAR EN EL SISTEMA SOCIO ECONÓMICO DEL PAÍS.

Una de las características de la Constitución venezolana aprobada en 1999, es la inclusión de diferentes mecanismos de participación popular, consagrados como derechos políticos de los ciudadanos. Entre ellos cabe destacar las diversas formas de participación en la esfera socio-económica, en los cuales se incluyen las instancias de atención ciudadana, la autogestión, la cogestión, las cooperativas en todas sus formas incluyendo las de carácter financiero, las cajas de ahorro, la empresa comunitaria y demás formas asociativas guiadas por los valores de la mutua cooperación y la solidaridad” (art. 70).

El establecimiento de este derecho constitucional ha servido como punto de partida para que los órganos gubernamentales orienten su apoyo institucional y financiero hacia las agrupaciones de ciudadanos que se organizan bajo las figuras ya mencionadas. Inicialmente se concentró la atención en el sector de las cooperativas, dando origen a la creación de miles de iniciativas de este tipo, en la búsqueda del apoyo oficial. Sobre esta experiencia, se estima que hasta mediados de 2005, se habían creado en el país más de 74 mil cooperativas, pasando Venezuela a ocupar el segundo lugar a nivel mundial entre los países con mayor número de casos, después de China. Algunos expertos, afirman que la experiencia no ha sido la más favorable, ya que muchas de estas nuevas organizaciones solo se han formado para recibir los recursos prometidos por el gobierno. Para él, la cooperativa impulsada actualmente, a diferencia de las que sobreviven desde períodos anteriores, se caracteriza por lo siguiente:

No conoce la autogestión ni el autofinanciamiento, sino que son ciento por ciento financiadas por el Estado; las cooperativas se han convertido en un instrumento de distribución del ingreso petrolero por parte del Gobierno. Pero de paso el sistema es tan malo, tan pobre y tan improvisado, que la gran mayoría de los créditos que se entregan a las cooperativas son a fondo perdido porque apenas se entrega el primer lote de dinero, la cooperativa desaparece.

La experiencia del programa de apoyo gubernamental a las cooperativas muestra algunos logros, como el estímulo a la iniciativa productiva de microempresarios y población en situación de desempleo formal, pero debe ser evaluado objetivamente para detectar sus debilidades y diseñar planes de acción que permitan su permanencia sustentable. En todo caso, los puntos a favor y en contra de este programa gubernamental han servido como referencia para la promoción de nuevos programas que impulsan la participación popular en el campo económico, como lo establece el texto constitucional. Es así como durante el año 2005 se comenzaron a impulsar las figuras de la cogestión y las empresas de producción social (EPS), que junto con las cooperativas, los microcréditos y el apoyo a la pequeña y mediana empresa (PYME), se toman como puntas de lanza de los programas oficiales orientados a la consolidación de la “economía popular.

Son diversos los temas de discusión que surgena raíz de estas acciones gubernamentales, ya que cada una de ellas tiene implicaciones políticas, jurídicas, económicas, sociales, ambientales, e incluso institucionales. En este escrito se plantearán algunas reflexiones relacionadas especialmente con los mecanismos de cogestión que vienen promoviéndose en el país, analizados desde una perspectiva económica.

Es necesario aclarar el significado del término “cogestión, para diferenciarlo de otros esquemas de participación en las decisiones económicas. Al respecto puede citarse a Sabino (1991: 1), quién la define como:

Participación de los trabajadores en la gestión de la empresa a través de representantes suyos en el directorio y en algunas otras instancias de gestión: gerencias, departamentos, etc. La cogestión puede ser una derivación de la copropiedad de la empresa o puede ser independiente de ésta, como resultado de leyes que la imponen.

En este sentido, se diferencia de la autogestión, ya que esta se refiere a aquellos casos donde los trabajadores toman las decisiones gerenciales en forma independiente, sean o no propietarios de la empresa; por otro lado, las cooperativas se conforman por un grupo de socios que comparten sus servicios y sus ganancias, y que eligen una junta directiva que tome las decisiones generales. Otro término con el que puede confundirse la cogestión es el de copropiedad, donde los trabajadores poseen una porción significativa de las acciones de la empresa, hecho que puede dar cabida a la aplicación de mecanismos cogestionarlos.

Para el caso venezolano, las experiencias de cogestión que se vienen aplicando en el sector empresarial, no parten de la copropiedad de la firma, sino que se basan en la expropiación por parte del Estado de empresas en crisis, declaradas como utilidad pública, y entregadas a los trabajadores para que sean coadministrador por ellos y por los directivos designados por el gobierno. Se han dado otros casos en los cuales los propietarios privados, con la finalidad de acceder a planes de financiamiento del sector público, aceptan la cogestión dentro de sus estructuras directivas, sin compartir la propiedad de la empresa. En todo caso, los mecanismos de cogestión que comienzan a aplicarse en el país no se basan en la copropiedad de empresas, sino en la aplicación voluntaria de los propietarios, sean estos del sector público o del privado.

 TIPOS DE EMPRESAS DE LA ECONOMÍA SOCIAL QUE EMPUJAN HACIA LA TRANSFORMACIÓN DEL SISTEMA SOCIO ECONÓMICO

El criterio es que el trabajo necesario socialmente para la producción de las materias primas reciba una remuneración proporcionada, lo cual comienza a ser realidad al eliminar el trabajo asalariado, aunque se requieran transformaciones en la esfera de la circulación.

Luego, un elemento de valiosa importancia; lo constituye la defensa del medio ambiente por lo que se renuncia a producir con costes medioambientales no reparables a corto plazo y a la producción de artículos nocivos, dañinos y destructivos. En consecuencia se propone una producción mixta, mercantil y de autoconsumo fomentando la producción de valores de uso; muy especialmente en la agricultura.

La Economía Social debe apoyarse en experiencias concretas, donde el capital empiece a quedar bajo la dirección de grupos y colectivos de trabajadores/as; donde el tipo y forma de empresa u organización empresarial; no solo sean de Cooperativas o Pymes sino aquellas cuya propiedad y orientación sea de carácter social

La Economía Social, popular, comunitaria, cooperativa o comunal; puede adoptar varias formas; de cuya investigación se podrán inferir sus principios de actuación.

• Tipos de Producción Campesina Asociativa (TC-A):

Aquí agruparemos todas aquellas experiencias de pequeños propietarios de capital agropecuario que produciendo en autogestión sobre la base exclusiva de su propio trabajo familiar o individual, han llegado a establecer formas de asociación con otros semejantes para compartir medios de producción, crédito, servicio y fuerza de trabajo; con la finalidad de reducir los costos de producción y por tanto el valor de sus mercancías de forma que puedan competir en precios en el mercado abierto.

• Tipos de Producción Campesina Cooperativa (TC-C):

Son todas aquellas experiencias de colectivos y cooperativas de trabajo y capital agropecuario que producen para el mercado sin emplear trabajo asalariado.

• Tipos de Producción Urbana Cooperativa (TU-C):

Son todas aquellas experiencias concretas de tipos de propiedad colectiva y cooperativa de trabajo y de capital industrial, manufacturero o artesanal, urbanos; que producen mercancías finales, mediante el empleo de fuerza de trabajo exclusivamente de los mismos dueños del capital.

• Tipos de Comercialización Urbana Cooperativa (TCU-C):

Son todas aquellas experiencias concretas de propiedad colectiva y/o cooperativas de capital empleado para la comercialización de mercancías producidas por los tipos campesinas (TC-A) y (TC-C), en las ciudades. La cooperativa de comercialización actúa como un agente de los mismos productores asociados o cooperativizados, proveedores de los productos. Estos reciben precios suficientes para recuperar, como mínimo, los costos de producción campesina y así evitar caer en la tendencia a la pobreza.

• Empresas de Producción Social Comunitarias (EPSC):

“Las Empresas de producción social, son entidades integrales cuya misión se fundamenta en la formulación e implementación de nuevas formas de producción social eficientes, acompañadas de procesos de distribución de beneficios con justicia, equidad y reciprocidad entre toda la comunidad participante; a través de la utilización de técnicas propias y tecnología de vanguardia, en el contexto del socialismo bolivariano” (Maria Mas H, 2007).

Como se desprende de la anterior definición; las empresas de producción social son entidades integrales, ellas pueden ser empresas de carácter mercantil, civil o cooperativas pero con la misión de establecer nuevas formas de producción social y eficientes con una distribución de sus excedentes o beneficios en base a principios de justicia, equidad y reciprocidad hacia toda la comunidad que participa y el uso de técnicas y tecnología de punta en el contexto del socialismo bolivariano.

• Tipos en transición de economía de mercado a economía social (TEM-TES):

Son todas aquellas experiencias de producción de mercancías con capital propio individual que renunciando a la lógica del lucro capitalista pasan a basarse gradualmente en la autogestión, adoptando formas asociativas con alguna de los tipos anteriores de economía social, en la búsqueda de redes más amplias de economía social y siempre sobre la base de ir prescindiendo gradualmente del empleo de trabajo asalariado.

 OTRAS FORMAS INNOVADORAS NECESARIAS PARA LA TRANSFORMACIÓN

En la actualidad, se acepta y repite que la sociedad vive tiempos de enormes cambios, tanto en los aspectos de la realidad concreta como en el plano de las ideas. Una época de transición, se dice, en que resulta necesario no aferrarse a las viejas nociones y conceptos, para dar paso a nuevos enfoques renovadores (puede que hasta a un nuevo paradigma) capaces de conservar lo positivo de la experiencia histórica, pero también de enfrentar y resolver las cuestiones presentes de manera creativa y eficaz.

En tanto se examina con cuidado y una mirada amplia, despojada de sectarismos y prejuicios, esta realidad hoy envolvente, contextuada como es sabido en este capitalismo prebendario y depredador que se establece en el marco de la globalización, se descubre que los excluidos y carenciados sobreviven a sus problemas inventando centenares y centenares de soluciones parciales e improvisadas, espontáneas o no, en su mayor parte predominantemente subordinadas a la satisfacción de sus necesidades y a la calidad de los vínculos socioculturales, y no a la lógica de la explotación del trabajo ajeno.

De esta manera, pueden enumerarse iniciativas individuales, familiares, asociativas o comunitarias que emergen en el campo de las acciones económicas y societarias populares, impulsando incluso verdaderos emprendimientos e iniciativas que denominamos sociales por su lógica más profunda y sus resultados (crear sociedad). Entre las formas organizativas tradicionales y emergentes que comparten estos atributos relacionales se señalan:

• Asociaciones culturales de encuentro comunitario y de afirmación de identidades (barriales, de género, étnicas, deportivas, generacionales, etcétera);

• Redes de ayuda mutua, seguro social, atención de catástrofes y eventos atmosféricos regionales/locales, familiares o personales;

• Mutuales de trabajadores asalariados del Estado y/o del capital por iniciativa o no, de orden sindical;

• Cooperativas previsionales sin fines de lucro;

• Grupos de formación y capacitación continua y equipos de investigación y de cooperación técnica con fines comunitarios;

• Banca social o solidaria que capta los ahorros populares y los canaliza hacia el crédito social generador de empleo y mejores condiciones de vida;

• Agrupamientos asociativos para crear lugares de encuentro de experiencias, de reflexión, sistematización y aprendizaje colectivo;

• Redes de trueque y redes de comercio justo (en general internacionales) organizando mercados solidarios, cono sin dinero de curso legal de por medio

 IDEAS PARA LOGRAR LA TRANSFORMACIÓN

SOCIOECONÓMICA NECESARIA

En ese sentido, la economía popular realmente existe como un sector agregado de actividades socioeconómicas y está compuesta (Coraggio, 1998b), resumidamente, por:

• El conjunto de recursos subjetivos y materiales, privados y públicos, que comandan las unidades o grupos domésticos (unipersonales o colectivos, familiares o comunitarios) que dependen para su reproducción de la realización ininterrumpida de su fondo de trabajo;

• Las actividades que realizan para satisfacer sus necesidades de manera inmediata o mediata (actividades por cuenta propia o dependientes, mercantiles o no, competitivas o cooperativas);

• Las reglas, valores, saberes y conocimientos que orientan tales actividades, y

• Los agrupamientos, redes y relaciones (de concurrencia, regulación o cooperación, internas o externas) que instituyen a través de la organización formal o de la repetición de esas actividades.

Sin embargo, esa economía popular resulta hasta ahora un conjunto inorgánico de actividades, como un coro que crece sin dirección, según algunos autores. Las que son realizadas por trabajadores, en algunos casos con alto grado de autonomía –pero a costa de la escala y la complejidad en ausencia de un sistema (él mismo solidario) que los contenga– subordinadas directa o indirectamente a la lógica del capital o a lógicas de acumulación de poder o riqueza de grupos particulares.

Lo que propone la visión de una economía alternativa, como la aquí presentada, es organizar, programar y ejecutar una estrategia para que la economía popular se transforme en un subsistema económico orgánicamente articulado, centrado en el trabajo, que se puede denominar la Economía Social, Solidaria o del Trabajo. Con una lógica diferenciada (finalidad de la producción-reproducción ampliada de la vida humana en sociedad) y contrapuesta a la Economía del Capital (orientada por la lógica de la acumulación sin límites del capital, aunque haya matices importantes entre, por ejemplo, el sector financiero y el productivo o entre las ramas orientadas al mercado interno y las extrovertidas) y a la Economía Pública (orientada por la acumulación de poder político y su legitimación o por la auténtica definición del interés general).

La Economía Social es entonces un posible marco estratégico concertado en un espacio pluralista– para hacer converger sinérgicamente la acción de múltiples organizaciones sociales económicas y culturales de instancias del Estado, y está orientada por objetivos de reproducción social ampliada de la vida. Para ello, debe combinar los recursos y capacidades de las mayorías sociales y de las organizaciones de la sociedad civil, así como aportes estatales de recursos públicos que legítimamente corresponde redirigir en esa dirección. La expresa finalidad de avanzar hacia el auto sostenimiento de las organizaciones socioeconómicas de este sector y del sector en su conjunto, fundamental como base material para la autonomía ciudadana, no puede lograrse sin subsidios cruzados –como las cooperativas que usan parte de su excedente para desarrollar otras cooperativas, o como las redes de ahorro popular que subsidian los créditos que generan trabajos e ingresos a las bases sociales–, sin tiempo, sin una normativa jurídica facilitadora o sin una inversión social sostenida o, en su defecto, sin un re direccionamiento del gasto social y del poder de compra del Estado.

La Creación Y Fortalecimiento De Las Redes De Producción Social

El fenómeno de las redes de producción social constituye una experiencia que recorre en estos momentos enormes conjuntos del mundo popular, basándose todas ellas en núcleos primarios de organización participativa, (núcleos de desarrollo endógeno).

Los poderes sociales y populares tienen allí su lugar de realización, sea en el campo de la salud, pedagógico, comunicacional, cultural, de la tierra, de la organización local, etc. En el caso de las comunidades y redes ligadas a la economía social necesariamente tendrán que accionar en conjunto con estos otros espacios, por al menos tres razones:

1) Porque se comparten fines y valores muy semejantes. 2) Porque nacen de las mismas o muy parecidas realidades sociales confundiéndose muchas veces unas con otras. 3) Porque se necesitan entre ellas y, en particular; la economía social necesitara de la competencia de todas ellas para poder sumar el mayor numero de recursos humanos y conocimientos a ella; pero, además, toda esta multiplicidad de redes deben estar interesadas en hacer de la economía social un espacio potente dónde ellas participen, de modo que les ayuden a la consecución en forma gratuita o más barata de muchos de los bienes y servicios que obviamente ellas no producen.

Son redes que no están atadas a la sola racionalidad del mercado, sino que hacen de los frutos del debate consensual, la solidaridad y el compromiso entre los actores participantes del sistema mismo su fuente primordial de crecimiento y concreción de nuevos mercados, lo que nos acerca todavía más a la definición de un modelo alternativo de desarrollo, así como al salto que la economía social debe dar hacia la creación de un sistema auto referencial que abarque amplios tejidos sociales.

Así pues; toda red de economía social y alternativa contempla:

Primero: Produce los sujetos de su propia conformación, a la vez que determina las funciones y las particularidades de cada uno de ellos. De ella surgen las condiciones para el desarrollo multiplicado de una diversidad de colectividades productivas que constituyen el principio de una economía cada vez más soberana y con posibilidades de auto gobernar su propio desarrollo.

Segundo: Genera las bases para el desarrollo de un mercado asociativo y cooperante que, por los valores que lo sostendrían y la calidad de sus prácticas, obviamente ayudara en forma sustancial a promover la transparencia de la economía y a derrotar las largas colas especulativas que se han ido creando en casi todos los mercados; generando así la endemia inflacionaria que resta poder de compra a los asalariados y acrecentar la tasa de ganancia de los productores y comercializadores capitalistas. Tercero: Crea las condiciones objetivas y subjetivas para que el carácter en principio local desde el cual habrá de nacer toda comunidad autogestionaria pueda incorporarse a un vasto espacio de distribución y mercadeo asociativo, encontrándose así rápidamente las posibilidades de “nacionalizar”, “continentalizar” e incluso “globalizar” sus propias potencialidades de mercado e intercambio comunitario.

Siempre en la medida en que todo sujeto que conforme e intervenga dentro de los espacios de distribución y mercadeo de la red, actuando efectivamente bajo la lógica de una red social cooperante y asociada, que garantice de hecho la extensión continúa de las fronteras productivas. No estamos con ello intentando sabotear o burlar la importancia que pueda tener el rescate de las culturas de la auto sustentación dentro de un modelo alternativo de desarrollo; nos referimos, más bien, a la necesidad de combinar dentro de un justo equilibrio el carácter a la vez integral y expansivo de este modelo.

Por el contrario, todas estas economías autárquicas, que no producen valores de cambio sino exclusivamente valores de uso (conuqueros y sobretodo la economía domestica), podrían formar sus propias redes y subsistemas convirtiéndose en paradigmas de una sociedad más sana y humana.

Cuarto: Finalmente, incorporamos dentro de estas redes la dimensión del consumo; ello, bajo la figura de un sujeto social organizado que jugaría un papel clave en el establecimiento de un subsistema de organización masiva que permitiría desarrollar en forma ampliada la contraloría social sobre la economía en lo que refiere a calidad, precios, resistencia a la especulación y a la basura consumista, e inclusive como agente dentro de los espacios de participación comunitaria de los distintos ramales y redes de la economía social.

El consumidor consciente y organizado pasaría a constituirse en un sujeto económico estratégico en la medida en que cada espacio o esfera de producción y distribución asociada; estableciera a su vez, las condiciones para el nacimiento de dicho sujeto social.

 PILARES TEORICOS PARA LA TRANSFORMACION DEL SISTEMA SOCIO-ECONÓMICO

En Venezuela en el marco del desarrollo del proceso político bolivariano se pueden ir observando aun en una forma muy insipiente estas formas y estas relaciones. Solo que desde luego el camino aun es muy largo.

Mas sin embargo, es necesario decir que la idea del Socialismo es tan antigua como la sociedad misma, lo cual vale decir que es tan vieja como el hombre y su inicio en la historia con Cristo; pues él nos enseño la esencia del Socialismo cuando nos dijo: “Amaos los unos a los otros” o cuando ordena a los cristianos primigenios a vivir: “Dando según su capacidad y recibiendo según su necesidad”.

Desde ese momento el camino que conduce a la búsqueda del socialismo es largo como largo también será la asunción de la sociedad del amor. En ese proceloso camino la humanidad ha encontrado pilares teóricos, los cuales son a saber:

Primer pilar teórico: “La pobreza no se acaba con el capitalismo y la felicidad de los pueblos no se consigue con el capitalismo”. Sabemos por tanto que no puede haber socialismo si unos hombres se apropian del trabajo de otros hombres, o si la riqueza social es apropiada por individualidades.

Segundo pilar teórico: “El fruto del trabajo, debe ir a la sociedad y la sociedad repartirlo con justicia”. Dos mil años tiene el hombre tratando de implantar este sistema para encontrarse con el humano que una vez fue; dos mil años tiene el hombre tratando de volver al paraíso.

Tercer pilar teórico: “La sociedad, que es una sola, debe tener una sola planificación y un solo interés”. La sociedad que es una sola, tiene que tener un poderoso sistema de ordenación central de la actividad social.

Avanzar hacia el socialismo implica un largo trayecto histórico de construcción permanente en el sentido de la democratización profunda de la economía y de la sociedad.

El socialismo es pues avanzar con la democracia desde la política hacia la economía y la sociedad, de tal manera que las opciones libres y voluntarias, expresadas en los procedimientos democráticos, no se limiten a los aspectos políticos de la marcha de la sociedad, sino que en definitiva decidan en cada caso cuanto habrá de propiedad privada, que extensión tendrá el mercado, cual es el destino del excedente económico y como se organiza la vida económica de la sociedad.

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