La explotación laboral infantil.

La explotación laboral infantil

NO es un juego de niños

Daniela Soto Franco

3B #24

La explotación laboral infantil es un tema que hemos pasado por alto por muchos años, pero debido a un alarmante aumento de casos ahora es un tema de interés social.

Según la Organización Internacional del Trabajo, 85 millones de niños entre 5 y 17 años realizan trabajos que ponen directamente en peligro su salud, seguridad y desarrollo. La mayoría trabaja en la agricultura, pero también hay quienes trabajan en las minas, víctimas de la trata y de abusos en el comercio sexual, obligados a pedir limosna y explotados en el trabajo doméstico. Un poco menos de la mitad de los niños que son explotados son varones ya que para la mayoría de los trabajos ya mencionados normalmente se necesitan mujeres.

Millones de niñas, niños y adolescentes presionados por la pobreza de sus familias se han visto obligados a dejar de lado roles y conductas de su edad. Sus derechos al juego, a la escuela, a la salud, entre otros, no se pueden desarrollar como se debe por tener que trabajar.

En sí el trabajo infantil no está mal ya que es una cosa totalmente diferente a la explotación porque mientras el trabajo no sea pesado, adecuado para su edad y sea dentro del entorno familiar es algo sano, ya que eso va a hacer ver a los niños con cuánto esfuerzo sus padres consiguen el dinero para darles una buena vida, que puedan ver que la vida no es fácil ,así en un futuro van a generar personas responsables que se sepan valer por sí mismos y no depender de otros para poder salir adelante, no importandoles los obstáculos que la vida les ponga. Lo que está terriblemente mal es la explotación porque los niños son forzados a hacer trabajos que salen de sus posibilidades y obligan a dejar las actividades que cualquier otro niño desearía hacer.

Para terminar, vale la pena remarcar que la finalidad no es erradicar la explotación infantil, sino lograr que todos los niños y niñas, trabajen o no, tengan las mismas oportunidades y poder tener la felicidad que todo niño desea. Para poder construir una sociedad más justa y solidaria, para poder lograr la erradicación de este fenómeno esto es solamente un paso en un largo camino para conquistar todos los derechos. Finalmente quiero decir un pensamiento que siempre ha estado presente en mi mente el cual es; para poder tener una sociedad buena para los niños, los adultos deben de verlos con otros ojos y no como un objeto al que pueden manipular a su antojo. Cada vez que vayan a comprar algo a algún niño de la calle y vean en sus ojos el miedo recuerden la explotación laboral NO es un juego de niños.

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